jueves, 21 de agosto de 2025

Las conté.

 Te conté las carcajadas, fueron 15.

Las anoté, una por una;
memoricé los comentarios que te sacaron una sonrisa,
para decirlos siempre que estés cerca.

Pero resulta que los hombres se enamoran de hacer reír y no de las que los hacen sonreír.

Estoy cansada, frustrada y un poco molesta, mientras tu besas a la que te celebra los chistes (malos, por supuesto)

Y yo enamorada de tu risa.


miércoles, 20 de agosto de 2025

Te voy a querer siempre.

Te voy a querer siempre.

Ya lo tengo claro.

Te voy a querer toda la vida.

Y no pasa nada.
lo tengo asumido.

Tú vivirás tu vida, 
sintiéndote menos,
regresando de citas poco productivas,
preguntando por qué nadie ve en ti,
lo que yo ya veo,
y te sentirás desdichado y 
no tendrás ni idea que llevo media vida escribiendo de ti.

Tal vez ya lo sabes y no te importa,
y tendré que vivir con eso.

Ya no me carcome los pensamientos,
ni la idea que un día cualquiera amanezca con un mensaje tuyo
que lo has leído todo y ahora lo entiendes,
no va a pasar,
lo sé,
está bien.

Yo viviré mi vida,
tendré otro trabajo,
viajaré a otro país,
conoceré a alguien,
haré mi vida con un hombre bueno,
y tendremos un gato y un perro en una casa alejada de la ciudad,
nos indicaremos canciones que hayamos escuchado recientemente 
y seremos felices.

Y yo te seguiré queriendo,
lo sé,
lo tengo asumido,
y está bien.

A punto.

 Estuve a punto de escribirte ebria en una noche de sábado y me detuve.

Porque ya no estás.

Ya nunca estarás.

No habrá más cumpleaños feliz,
no más navidades juntos,
ya no seremos,
jamás.

Y no entiendo.

¿Cómo no vuelves?

¿Cómo es posible que esto que estoy sintiendo solo me pese a mi?

Pero está bien.

Con esa sonrisa,
te lo perdono todo.

Todo.

viernes, 1 de agosto de 2025

Quédate.

 Si no estás seguro,
quédate,
si no es un rotundo no,
entonces puede ser un sí,
quédate.

No puedo estar sin ti,
no puedo,
lo intento,
te juro que trato,
pero no puedo.

Si pensaste en mandarme un mensaje de la nada,
hazlo,
yo estoy del otro lado esperando eso,
un puto mensaje.

No hay nadie más,
y no lo habrá nunca,
eres tú,
para siempre.

Te tengo tatuado en el alma,
y cómo arde.


Por si quieres volver.

 Hoy mientras sonaba mi playlist en modo aleatorio,
por azares del destino,
o porque a la vida le encanta reírse de mi,
sonó aquella canción que un día te dediqué.

Esta vez la escuché con cuidado,
una y otra vez,
y pensé: ¿en serio esto me hizo pensar en ti?
¿te quise así?
¿así de tanto?

A veces me cuesta reconocer que por años estuve muy enamorada de ti,
cuando me preguntan por ti,
miento,
todo el tiempo,
le resto importancia,
digo que fuiste un desliz de cuando tenía veinticinco
y que no te he pensado desde entonces.

Y es mentira.

Pero cuando suenan aquellas canciones,
(porque son muchas)
me regresan a tu risa,
a tus "te quiero"
a tu mano en mi cintura,
y a la forma de tu nariz;
vuelve a ser 2023
y tú no te fuiste a Madrid sin mi.

No te imaginas la cantidad de poemas que te he escrito
(porque son muchos)
a veces tengo unas malditas ganas de enviártelos por correo 
y que se queden todos contigo,
porque a mi me pesan un montón.

Me digo todos los días que eso no significa nada,
que a mi siempre me gustó escribir y que tú fuiste mi mayor inspiración
y no pasa nada,
pero a veces,
aunque no quiera,
mientras trato de ordenar todas mis ideas,
juro,
escuchar tu risa.

A veces me digo que te voy a querer siempre,
y ya,
que no pasa nada,
eso no quiere decir que deba tenerte cerca,
pero si somos sinceros tú no estás aquí porque tú no has querido,
y eso me va a doler toda la vida.

Nada,
hoy es de esos días,
en los que dueles,
y haces falta,
tanta falta.