viernes, 29 de abril de 2016

Está bien.


Está bien distanciarse,
no atender las llamadas,
no responder ningún mensaje,
subirle el volumen a tus pensamientos,
y cerrar los ojos mientras tu canción favorita se encuentra sonando en la radio.

Está bien no estar bien de vez en cuando,
escuchar canciones tristes,
revisar conversaciones antiguas,
admirar regalos viejos,
llorar en la ducha,
y llegar temprano un viernes por la noche.

Entender que la "soledad" puede ser un gran aliado,
siempre y cuando tú la invites a pasar.

Está bien conocerte,
admitir que no siempre quieres estar con compañía,
que detestas el humo del tabaco,
y que a veces prefieres estar en cama los fines de semana.

Está bien dejar ir a personas,
aquellos que no te hacen sentir nada,
que solo hablan de sí mismos,
que no les interesa lo que pasa afuera de su burbuja.

Está bien preferir los libros,
salir de una fiesta si te sientes incomoda,
huir de los "amigos";
quedarte con los reales,
así terminen siendo tres.

Está mal rodearte con gente sin alma,
que acepta lo que la mayoría dice,
que critica la política a base de criterios leídos en Twitter,
que creen que salir todos los fines de semana a fiestas los hace interesante.

Está bien romperse, caerse, morder el asfalto, reconstruirte; a veces solo para volver a caer.

Está bien tocar fondo,
pero solo si eso significa volver a subir.

miércoles, 13 de abril de 2016

Vicios


Mal humor,
sarcasmo,
orgullo
y esa costumbre de querer alejar a todo el mundo de mi.

Esa puta adicción que tengo al café de las ocho,
esas ganas irremediables de beber vodka sin haber comido nada,
de esperarte aunque no tengas ganas de regresar.

Que nadie me diga que fumar mata,
que yo conozco peores vicios,
tú.

Y de todas mis putas manias,
echarte de menos es la peor.

viernes, 8 de abril de 2016

Esperas


Espero que de vez en cuando pienses en mí,
que enciendas la televisión
y te acuerdes de las veces que veíamos How I met your mother
y no podíamos parar de reír.

Espero que sigas bebiendo Old Parr con un poco de hielo,
como suelo recordar;
que hayas dejado de fumar,
que sigas detestando el café
y que no puedas vivir sin la pizza.

Espero que hayas leído los libros que te recomendé,
que por fin te hayas aprendido "Bohemian Raphsody",
y que sigas amando Queen,
como me dijiste en nuestra primera cita.

Espero que aún tengas todos los escritos
que solía redactar en servilletas,
cada vez que salíamos a comer,
mi favorito siempre será "¿me querrás por las mañanas?"
y tu emocionado me llamaste en la noche y me dijiste:
por las mañanas, por las tardes, por toda la hijueputa vida;
y yo te creí.

Espero que hasta extrañes nuestras peleas,
mis llamadas a medianoche diciéndote: ¿y tus tres palabras del día?
y que tú siempre respondieras lo mismo:
te quiero mucho.

Espero que recuerdes cuál es mi canción favorita,
y que de vez en cuando te sorprendas cantándola.

Espero que recuerdes las visitas sorpresas,
las llamadas inesperadas,
el "date la vuelta, estoy atrás tuyo; te extrañaba"
las lágrimas inoportunas después de meses de ausencia.

Espero que estés bien sin mí,
no hijo de puta espero que me estés echando de menos.

lunes, 4 de abril de 2016

Estoy mejor sin ti, pero.


Estoy mejor sin ti,
solo que a veces se me olvida.

Quería decirte que los días no son tan malos sin ti,
que ahora río más,
y desconfío menos,
que he aprendido a coquetear,
y que a alguien más le ha encantado mi sonrisa.

Mis amigas ya no preguntan por ti,
y me han dicho que se me ve más guapa,
hay un chico que ha hecho bailar mi corazón,
y el suyo a veces le sigue el paso.

Pero es una putada,
cuando me da por compararlo contigo,
tu sigues estando muy arriba.

Lo malo es cuando necesito saber de ti,
si has tenido un buen día,
si quieres a alguien más,
si me habrás olvidado.

Lo terrible es cuando no consigo conciliar el sueño,
y a mis recuerdos también les apetece sufrir de insomnio.

Que si, que aún te quiero;
que en las noches a veces juro que Sabina me susurra tu nombre,
que me es prácticamente imposible escuchar mi canción favorita
y no pensarte,
que cuando leo mis escritos a veces pienso:
"mierda, te hubieras quedado" pero no lo hiciste, y ¡qué bueno!

Si he decidido soltarte es porque necesito las manos libres
para escribir, besar y abrazar lo que se viene.