miércoles, 18 de enero de 2017

Preciosa


Porque ríes,
porque lloras,
porque has llamado "hijo de puta"
a un señor que ha hecho caer a un niño
y no se ha disculpado;
porque vives.

Porque magia.

No sé, puedo pasar horas;
únicamente escuchándote hablar,
aunque sueles decir que nunca
sabes bien que dices,
y que te sonrojes,
y me llames: "estúpido"
cuando trato de elogiarte.

Porque detestas beber cerveza en vaso,
y no soportas el ron,
te molesta el humo del cigarro,
y sueles ser la persona más imprudente
del mundo.

Insultas peor que camionero,
cuando de una injusticia se trata,
porque no eres princesa,
porque siempre te tropiezas cuando vas en tacones,
y no te sabes maquillar,
y odias los vestidos;
pero maldita sea,
juro no haber visto mujer más guapa que tú.

Amo escucharte hablar de tus padres,
y que siempre demuestres lo mucho que adoras a tus hermanos,
y que te guste acariciar a cualquier animal de la calle,
y que presumas ser orgullosa,
cuando he sido yo el testigo de tu fragilidad.

Siempre he tenido la impresión
que vives en otro lado,
también;
por eso de querer bailar
hasta el himno nacional
si estás de buen humor,
o que de repente te lleves cientos de servilletas
de un restaurante
y de la nada te sientes a escribir,
o el hecho de que nunca encuentres
tus cosas,
y que seas la única persona en el mundo
capaz de perderse en un simple parqueadero.

Que llores con Alborán,
que grites siempre que "She will be loved"
suene en la radio,
que ames tanto la música,
como la vida misma.

Mi canción favorita es tu risa,
la escucho incluso cuando no estás cerca,
porque eres estruendosa,
porque todo el mundo se da cuenta cuando llegas,
y así mismo cuando te vas.

Maldita sea,
¿cómo es que no lo ves?
¿cómo eres capaz de andar por la vida?
sin estar consciente de la magia que desprendes.

No eres de este mundo,
puedo asegurar que eres la "Marciana"
de la que tanto habló alguna vez Sanz
tus labios no son de este planeta,
tal vez esa sea la razón por la cual siempre regreso a ellos,
y a tu mirada,
y a tus susurros recitando Salem.

Por ti he empezado a coleccionar libros de poesía,
aunque no entienda un carajo a Lorca,
ni sepa por qué Mistral te hace llorar,
o la razón de que te encanten las películas viejas,
no importa,
haría cualquier cosa por hacerte feliz.

Eres luz,
y alumbras cada paso que doy.

Preciosa,
tú haces mejor mis días,
así,
ya no estés conmigo.

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