miércoles, 6 de junio de 2018

Martes.


Olías a café y cigarro,
a risas,
y borracheras.

Me acerqué a ti,
sabiendo el peligro que esto representaba,
"él no se compromete,
él no quiere,
no sabe cómo"
tranquilos, que yo le enseño
-respondía-

Siempre he evitado a los chicos malos por sobre todas las cosas,
pero algo de ti,
siempre me llamaba,
y ahí terminaba mi orgullo,
en un par de cervezas,
y clavada a tu risa.

No sé hasta qué punto logré lo que quería,
no sé si gané,
o perdí;
pero este final no consigue convencerme.

Aunque ni tú lo sepas,
sé que me esperabas,
que en tu vida,
estaba abierto un puesto,
que solo yo he podido ocupar.

Lo has cerrado con llave,
lo entiendo.

Es mío,
que nadie se atreva a abrirlo.

En fin,
que si no es en esta vida,
que sea en la otra,
o en la siguiente;
pero que seamos,
nosotros,
no otros.

Te he visto abrazarla,
y al darte cuenta que estaba ahí,
me has sonreído.

Esto no ha acabado,
pensé,
y eso espero.

Cruzo los dedos..

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