lunes, 29 de octubre de 2018

Desde que no estás.



Desde que no estás;
río un montón,
bebo de más,
y escribo muy poco.

Como bien,
duermo siete horas diarias,
me maquillo,
y me tomo un millón de fotos.

Desde que no estás,
escucho rock,
compro libros,
cervezas diferentes cada fin de semana,
y he decidido decorar mi cuarto.

Desde que no estás,
tengo buenas calificaciones,
voy a firmar otro contrato en la empresa,
y planeo visitar Nueva York el año entrante.

Ya tengo tema de tesis,
un nuevo curriculum,
congresos,
cursos,
y estoy aprendiendo francés.

Desde que no estás,
he intentado aprender a cocinar,
he terminado un montón de series,
y he coqueteado con varias sonrisas.

Desde que no estás,
he conocido nuevas personas,
y ellas me han recordado lo especial que soy,
y yo,
les he creído.

Desde que no estás,
procuro no observar la luna,
y ya no sueño con aprender astrología.

Dejé de lado los libros de vinos,
ya ni siquiera intento aprender de deportes,
y he vuelto a cantar.

Es que desde que no estás,
me tengo prohibido volverte a pensar,
y por eso:
no más lunas,
no más viajes a Grecia,
no más fútbol los sábados,
no más canciones a todo volumen,
no más de mí.

Un día,
en un momento de debilidad,
le pregunté a Cristina:
"¿cuándo volveré a ser yo?
-ella secándome las lágrimas-
respondió:
"no has dejado de serlo,
tú tranquila"

Mira tú,
desde que no estás,
soy una mejor versión de mi,

Pero que más da,
si me extraño más así,
si te extraño más así.

domingo, 21 de octubre de 2018

Como en las películas.


Está sonando She will be loved,
te la sabes completa,
dices que soy tu niña,
esa,
la de la sonrisa rota.

Que me vas a curar,
repites.

Y hay un sol perfecto,
vamos a la playa,
y te ríes de mi manera de manejar.

Las cervezas siguen heladas,
y yo te susurro mi poema favorito al oído,
le cuento a las olas
que eres lo más bonito que he visto

Que llegaste en el momento perfecto.

Si la vida fuera como en mi cabeza,
no estarías a 215km lejos de mí,
no estuvieras abriéndole la puerta a otra,
y sería a mi quien le contarías de tus días.

Si hubiera sido cierto lo que dijiste un día,
hubieras abrazado mis miedos,
los hubieras besado,
y yo no estuviera aquí,
un domingo
escuchando Ed Sheeran,
intentando hacer deberes,
queriendo llamarte,
y saber que no puedo hacerlo,
que ya no,
que tú no.

Si tan solo lo que dices,
sea igual a lo que haces,
yo no estuviera aquí,
escribiendo estupideces como estas,
deseando estar a mundos lejanos a ti,
queriendo no verte más,
sabiendo que tengo que olvidar,
y no saber ni por donde empezar.

Si tan solo,
ay,
si,
tan solo,
tan sola.

miércoles, 17 de octubre de 2018

Manías


Soy un ser muy extraño.

Odio ser impuntual,
me pierdo hasta en los parqueaderos,
soy un desastre manejando,
suelo caerme como mínimo dos veces al día,
digo muchas groserías,
y desconfío de las personas.

Cuando voy a comprar ropa,
termino gastando en libros,
pruebo una cerveza diferente cada semana,
bebo dos tazas de café diariamente,
robo vinos de la colección de papá,
y detesto el whisky.

Tengo tres collares que siempre uso,
un reloj que lleva diez minutos adelantado,
nunca compro aretes,
y odio usar tacones,
no he aprendido a maquillarme,
y no suelo vestirme bien.

Hablo muy rápido,
y en las conversaciones siempre interrumpo para preguntar,
soy muy curiosa,
no me gustan las sorpresas,
y no hago deberes sin música.

Detesto los regalos de valor,
no me gusta que paguen por mí,
y soy pésima para ahorrar.

Adoro conversar con papá,
y puedo jurar que no hay persona en el mundo
que de mejores abrazos que mamá.

Soy un ser muy extraño.

No me entiendo,
y nadie ha logrado hacerlo,
pero él me ha dicho,
que eso no importaba.

Y yo le he creído.

Que no soy fácil de lidiar,
que tengo un carácter de mierda,
que nunca cedo,
y soy experta en los adioses.

Pero él me ha sonreído,
y me ha dado ganas de llegar tarde al trabajo.

Que si se queda,
lleno mis libros de post its,
rayo todas las frases de amor,
y le recito mil te quieros.

Que hoy dejo la Universidad,
para ser catadora de cerveza,
y que si eso no existe,
lo inventamos.

Y viajamos a Londres,
recorremos Brasil,
y vivimos en Argentina.

Concierto de Coldplay,
visitas a museos,
y obras de teatro.

Adoptamos dos perros,
y tres gatos,
uno se llama Harry,
y alquilamos un departamento a las afueras de la ciudad.

Porque él no me dice que soy especial,
me lo demuestra,
me lo canta,
y hasta me lo dibuja,
todos y cada uno de los días,
me lo recuerda,
por si lo olvido,
y hace que me lo aprenda,
por si él no está.

Él me quiere,
y lo hace tan bien,
que me obliga hacerlo también.

Él besa mis pecas,
y toca mi nariz cuando se la arrugo,
dice que deje de decir idioteces,
que mis ojeras hacen juego con mi vestido.

Él me enseña a quererme
¿se lo imaginan?

Que me bajo un ratito de mi mundo,
y si me besa,
les juro,
que lo invito a quedarse.

miércoles, 3 de octubre de 2018

Ley de Murphy


Te tengo en el punto exacto
de la clavícula en dirección a la garganta,
te alojas en todos esos nudos que insisto en tragar,
y no puedo.

Eres "mi historia de nunca acabar"
maldita sea.

¿Cómo te cierro,
cómo corto ese puto hilo
que tiene más de negro que de rojo?

¿Cómo te saco de aquí?
-y me señalo el corazón-

Te llevo guardado en los huesos,
te escondes como si fueras un roedor
que va de paso,
y yo no consigo encontrarte,
y botarte de una vez.

Tal vez eso explica mi manía de nunca olvidarte,
de mantenerte en modo pausa,
de andar por ahí,
en puntillas,
con miedo de despertarte
y que vuelvas arder.

Debo,
necesito desintoxicarme,
una cura que sí sea mejor que la enfermedad.

Todo lo que puede salir mal,
ten por seguro que saldrá mal
-asegura la Ley de Murphy-

Mentiras.

Salió mal porque a ti te dio la gana de que así fuera.