domingo, 30 de diciembre de 2018

Por si no te lo he dicho.


Me encanta la forma en la que frunces el ceño mientras manejas,
cuando te enfureces porque corrijo tu forma de hablar,
tu manera escandalosa de reír,
y lo que ocasionas al mirar.

Por si no te lo he dicho,
una de las cosas que más me gustaron de ti,
era tu amor y alma que le ponías a cada cosa que hacías.

Eras un eterno enamorado.

Por si no te lo he dicho,
ese viernes;
quise decirte que te quedaras un rato más,
el jueves,
que tú nunca,
ibas a quererme ni la mitad de lo que yo te quería.

Por si no te lo he dicho,
te he necesitado como una loca estos tres meses,
que tengo en la repisa un libro que siempre he querido regalarte,
está ahí;
por si vuelves.

Por si no te lo he dicho,
tu nuevo corte,
está horrible,
deberías dejar de fumar,
y de decir tantas groserías.

Por si no te lo he dicho,
espero tu futuro esté lleno de estrellas,
nos encontremos en el Times Square
con todos nuestros planes realizados,
como una vez lo soñamos.

Por si no te lo he dicho,
te quiero feliz.

Siempre detesté que llegaras en el día exacto,
en que ya empezaba a olvidarte,
aún tengo la estúpida idea que podamos funcionar,
ojalá.

Por si no te lo he dicho,
odio,
realmente odio tus canciones favoritas,
y tu forma de cantar es espantosa.

Por si no te lo he dicho,
ya entendí,
todo.

Te deseo un año excelente,
el mío va a ser precioso,
estoy segura de ello,
ya no importa si tú estás,
pero sería bueno que así fuera.

Por si no te lo he dicho,
te quiero,
aún.

miércoles, 26 de diciembre de 2018

Una segunda parte.


Porque él no solo me dedicó la luna,
me la bajó y la envolvió en papel de regalo.

Estar tan acostumbrada a los finales,
a los "amores" a medias,
a los "eres demasiado para mí"
y por eso te dejo libre;
hizo que tarde o temprano
a mi me diera terror que tú también corrieras atrás de otra risa.

Yo sé que fui yo quien le puso fin al cuento,
que no regreso ni a mirar cuando se despidió.

Sé que fui yo
la que decidió rendirse,
la que se agotó,
la que no podía creer que alguien sí que la podía querer bien.

Fui yo,
no voy a culpar a nadie más.

A esta historia le falta una segunda parte,
con otros personajes,
con otras escenas,
con otras líneas,
y otra canción de fondo.

Con otro final,
aunque digan que nunca sale bien.

No me interesa,
nosotros le damos otro giro,
y le demostramos al mundo
que una segunda oportunidad
a veces sí que funciona.

Es que ¿quién va a mirarme como tú lo haces?
¿quién va a quererme mejor?
y si hay alguien,
si en este mundo hay alguien que me quiera más que tú,
ni me interesa.

Que si afuera existe una historia más bonita,
yo no quiero ni saberlo.

lunes, 24 de diciembre de 2018

Ojalá, un día.


Tal vez un día pueda verte
sin sentir que algo se ha roto aquí dentro.

¿Te hice daño?
nunca supe si tuve el poder para lograrlo,
a mí,
tú,
me partiste en dos.

¿Y si hoy fingimos que todo está bien?
que comenzaremos un año juntos,
porque no hay forma correcta de empezar nada,
sino es de tu lado.

Y si hacemos creer que esa despedida absurda,
fue una forma de iniciar una nueva historia,
que empezara con el: "vivieron felices para siempre".

Aunque sea demasiado tarde,
quiero otro día,
te quiero un día más.

Hay un poema que aún quiero que leas,
una canción que fue basada en nuestra historia,
aún yo,
espero tú también.

Ojalá.

Ojalá, y un día nos tomemos todas las cervezas pendientes,
veamos todas las lunas que prometimos ver,
ojalá podamos escribir esa historia
que tanto nos costó crear.

Ojalá, un día,
sí.

lunes, 17 de diciembre de 2018

2018


He repetido un millón de veces que este,
no ha sido mi año,
tanto así,
que me lo he creído.

Y todos estos días han sido de bajada,
creí que era imposible,
pero así estamos.

Y he olvidado,
me he olvidado de la playa,
y la brisa,
de las conversaciones con mamá,
y del vino con papá.

Me he olvidado,
de esos viernes de cerveza,
de aquel bar cerca de casa,
en donde al entrar
sonaba a todo volumen "Belerofón" de Taburete,
Renata y yo
no pudimos aguantar la emoción
y cantábamos a viva voz como si de un concierto se tratara.

Porque sí que se está a gusto aquí en tu sofá.

Y ni hablar de la luna,
este año
me ha hablado tantas veces,
todas,
para decirme que irá mejor,
que tengo que estar mejor.

Gabriela se ha empeñado en que aprenda a subir montañas,
ella tenía una estrategia interesante de enseñarme en qué consiste la vida,
cuesta arriba,
pero la vista es asombrosa,
de repente,
todo vale la pena,
hay paisajes que ni la mejor fotografía,
es capaz de retratar.

Pero las archivo en la cajita más segura de mis recuerdos.

Conocí a uno de mis escritores favoritos,
Alborán me cantó "Tu refugio" a tres metros de distancia,
escuché mi canción favorita en vivo,
y le creí cuando entonó
"And she will be loved"
y entonces me convertí en la niña de la sonrisa rota,
más bonita de todo el estadio.

Me enamoré,
me olvidé,
escribí cartas sin destinatario,
recordé que es imposible mentirme a mi misma,
que hay personas que quedan tan adentro,
tan tatuadas en la piel,
que una mentira mal elaborada,
no consigue borrarlas del todo.

Y que para dejarlas ir,
hay que admitir que aún las echamos de menos,
que aún escuecen,
que aún lastiman.

Aprendí que no hay excusas,
que cuando te quieren,
se puede,
lo demás es pura cobardía.

Entendí que es difícil
admitir que la persona a la que has querido tanto,
perdonado tanto,
y has escrito tanto,
se ha deleitado con otra risa que no es la tuya.

Duele,
pero a partir de ahí,
todo para mejor.

He olvidado que esta guerra
la lucho a lado de mamá,
que a pesar de ser mi Talón de Aquiles,
es la razón por la que me paro
todos,
y cada uno de los días,
a lado de ella,
hay que ser una combatiente más digna,
mi pequeña niña fuerte.

Que sí,
sigo sin aprender a parquear,
este año no he pisado el gimnasio ni por casualidad,
y el libro,
pues el libro sigue estando entre "Archivos"
IMPORTANTE,
no lo sé,
algún día.

Sigo tropezándome cada tanto,
y equivocándome con las personas se ha convertido en mi especialidad,
sigo siendo una sensible de primera,
pero cuando el arte no mueva cada una de mis partículas,
empezaré a preocuparme.

Mientras tanto,
me buscan en las nubes,
en el suelo,
ya he bailado suficiente.

Y cuando dejas de quejarte,
y alzas la mirada después de haber caminado cabizbaja ya tanto tiempo,
te das cuenta,
que la felicidad está ahí,
a ladito tuyo,
y con unos ojos preciosos.

martes, 11 de diciembre de 2018

Un nuevo cielo


Siempre he sido buena para hablar,
de cualquier cosa,
de cualquiera que no cause dolor.

Para llorar siempre fui excelente,
pero hay heridas tan grandes,
y tan arraigadas al cuerpo
que aunque no sangren
duelen.

De mis lágrimas hablo muy poco,
pero es que hoy me han pesado tanto
que no he podido ignorarlas.

Hoy lo que he necesitado,
ha sido un abrazo,
un simple y sin sentido abrazo,
y al voltear no he visto a nadie.

¿Tienen idea lo que es sentir eso?

No quiero que nadie se atreva a decirme
"no estás sola"
vamos "que yo entiendo"
a la mierda,
que ese no es el problema.

Porque hasta eso está bien.

En vista de eso,
me he abrazado yo,
y mis brazos han estado calientitos,
seguros,
y ha sido eso,
lo que he necesitado todo este tiempo.

Que no necesito que nadie me repita de lo mucho que soy capaz,
necesito ser capaz de creérmelo
y jamás olvidarlo.

Ser la primera en la fila de la guerra,
ser yo la única combatiente capaz de ganar.

Que a mi no me falta amor de nadie más,
me falta el mío.

Estoy cansada de reinventarme,
para darme cuenta que acabo peor,
un poquito más perdida.

Respira Ale,
que a la siguiente te sale mejor.

La niña de la sonrisa rota ha decidido fabricarse una nueva.

Veamos como va.

sábado, 8 de diciembre de 2018

Un comienzo algo nuevo.


He abierto el poemario que un día leímos juntos,
después de tantos meses,
por fin,
me he atrevido hacerlo.

Sigue siendo hermoso,
pero ahora te veo en todos lados,
en cada verso,
en la portada,
en ese audio en el que recita mi poema favorito.

Ahora se titula como tú.

Y aunque las cosas no van mal por aquí,
tal vez,
contigo a mi lado,
irían mejor,
tal vez.

No hay cómo averiguarlo tampoco.

Los adioses siempre van a ser esas partes
de las historias que nunca voy a entender.

Y no voy a darle más vueltas a esto.

Pero que el cariño siempre es de a dos,
aquí siempre fui yo quién sobró.

Lo he entendido.

Se ha roto hasta lo que no sabía que podía dañarse.

Pero es mejor así,
o eso creo.

Ojalá algún día quieras a alguien como yo te quería a ti,
y lo entiendas,
entiendas todo.

Aún no se muy bien qué hacer sin ti.

Y por primera vez,
estoy muriendo por averiguarlo.