viernes, 31 de mayo de 2019

Carta de despedida.



El problema es que nos quisimos mucho,
pero no bien,
nos quisimos tanto,
y llegó un día en donde no supimos qué hacer.

Me bajaste la luna,
me la pusiste a mis pies.

Y yo que la disfrutaba tanto cuando estaba arriba,
no la quise para mí.

El problema es que te sigo echando de menos,
cada día un poco más,
y se supone que no debería ser así,
¿para eso no era que funcionaba el tiempo?

O eso me habían dicho.

El problema es cuando tengo que morderme la lengua
para no preguntar por ti,
para no saber si estás aquí,
o allá,
si estás,
aún.

El problema es que aún pienso que la vida nos debe unas cervezas,
y no estás aquí para tomarlas,
y morirnos de la risa mientras lo hacemos.

El grandísimo problema,
es que nos rompimos,
y ya;
de eso no se vuelve.

Que no vale la pena,
ni las penas;
intentarlo una vez más.

Es quemar lo poquito que nos queda
y eso sí que sería muy triste.

Buena vida,
vida mía.


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