Mamá dice: "la vida es un ratito"
y a mi siempre me había parecido una exageración,
y a mi siempre me había parecido una exageración,
siempre pensé que era la clase de frases que uno dice cuando ya ha pasado por mucho.
Hasta hace unos días,
cuando esas palabras empezaron a tener sentido.
Cuando un domingo cualquiera,
de un momento a otro,
empezamos a empacar recuerdos,
rememorar conversaciones
a preguntarnos ¿y si hubiera sido diferente?
Y estos días he pensado en el amor,
en cómo es una fuerza tan poderosa que te arma y desarma en partes iguales,
en la vida,
en lo a veces irónico y absurdo que a veces parece vivir.
Pero he vuelto a pensar en el amor,
y lo encontré como respuesta a todos mis pensamientos.
Es por eso por lo que uno vive ¿saben?
Por los abrazos,
los besos,
las caricias,
por las risas,
por el café de las mañanas en familia,
por los viajes,
los atardeceres con amigos.
Por esos momentos en los que uno piensa:
puta madre, qué feliz soy.
Ahí,
ahí está la razón por la que nos levantamos día a día,
y la luchamos con gigantes.
Uno vive por eso.
Por todo aquello que hace que tu corazón explote de alegría,
es por esos cinco minutos en los que ves a alguien llegar y piensas:
ojalá esté siempre,
y está siempre.
Los errores enseñan,
es bueno caer;
pero no podemos pasarnos la vida equivocándonos,
cuando sabemos cómo hacerlo bien.
He pensado en las cosas que me hacen feliz,
y en lo poco que las hago,
en todas las personas que quiero conmigo,
y en que no he hecho nada para que ellas lo sepan.
A veces pensamos en mañana,
en tal vez en un año,
como si tuviéramos todo el tiempo del mundo,
pero no,
a veces no.
Una vez me dijeron:
"cuando quieras a alguien,
díselo,
fuerte y claro,
con la frente en alto;
y que sea hoy,
díselo hoy"
Manda ese maldito mensaje,
haz esa llamada,
hoy,
hoy que tienes tiempo.
Esta noche gritaré hasta quedarme sin voz,
y escribiré
y escribiré hasta que se me cansen los brazos,
hoy escucharé she will be loved hasta llorar,
y reiré,
reiré mucho;
porque hoy,
puedo.