miércoles, 27 de enero de 2021

La vida es un ratito.

 

Mamá dice: "la vida es un ratito"
y a mi siempre me había parecido una exageración,
siempre pensé que era la clase de frases que uno dice cuando ya ha pasado por mucho.

Hasta hace unos días,
cuando esas palabras empezaron a tener sentido.

Cuando un domingo cualquiera,
de un momento a otro,
empezamos a empacar recuerdos,
rememorar conversaciones
a preguntarnos ¿y si hubiera sido diferente?

Y estos días he pensado en el amor,
en cómo es una fuerza tan poderosa que te arma y desarma en partes iguales,
en la vida,
en lo a veces irónico y absurdo que a veces parece vivir.

Pero he vuelto a pensar en el amor,
y lo encontré como respuesta a todos mis pensamientos.

Es por eso por lo que uno vive ¿saben?

Por los abrazos,
los besos,
las caricias,
por las risas,
por el café de las mañanas en familia,
por los viajes,
los atardeceres con amigos.

Por esos momentos en los que uno piensa:
puta madre, qué feliz soy.

Ahí,
ahí está la razón por la que nos levantamos día a día,
y la luchamos con gigantes.

Uno vive por eso.

Por todo aquello que hace que tu corazón explote de alegría,
es por esos cinco minutos en los que ves a alguien llegar y piensas:
ojalá esté siempre,
y está siempre.

Los errores enseñan,
es bueno caer;
pero no podemos pasarnos la vida equivocándonos,
cuando sabemos cómo hacerlo bien.

He pensado en las cosas que me hacen feliz,
y en lo poco que las hago,
en todas las personas que quiero conmigo,
y en que no he hecho nada para que ellas lo sepan.

A veces pensamos en mañana,
en tal vez en un año,
como si tuviéramos todo el tiempo del mundo,
pero no,
a veces no.

Una vez me dijeron:
"cuando quieras a alguien,
díselo,
fuerte y claro,
con la frente en alto;
y que sea hoy,
díselo hoy"

Manda ese maldito mensaje,
haz esa llamada,
hoy,
hoy que tienes tiempo.

Esta noche gritaré hasta quedarme sin voz,
y escribiré
y escribiré hasta que se me cansen los brazos,
hoy escucharé she will be loved hasta llorar,
y reiré,
reiré mucho;
porque hoy,
puedo.

lunes, 25 de enero de 2021

Amor.

No puedo creer que esté escribiendo esto,
en un momento así,
pero mis letras jamás han tenido sentido y no creo prudente empezar a buscarlo ahora.

He tenido esta manía de explicarlo todo a través de mis letras,
y esta vez han acudido a mi llamado y yo he decidido escucharlo.

He visto el amor,
lo he visto,
como algo tangible,
como algo que puedes tocar
y oler,
y sentir.

Y lo he visto,
en su versión más real,
más auténtica,
y más dolorosa también.

Lo vi en las lágrimas de mi padre y de mi tío;
mientras se abrazaban y se decían que todo iba a estar bien 
Lo he visto hoy,
mientras mi abuelo te busca de forma incansable con la idea de que va a encontrarte un día de estos.
Lo he visto en las historias contadas por mis primos mientras te imaginamos en la cocina preparando empanadas.

He visto el amor en los recuerdos,
en tu café favorito,
en tu colección de tazas,
y en todas las fotos que sales sonriendo.

He visto el amor en la manera en la que tocabas la puerta para llamarnos a comer.

Y ahí estaba el amor,
en los 1000 errores,
y en los 10000 aciertos.

Y con lágrimas en los ojos,
la voz temblorosa,
y con un dolor en el pecho que me invade estos días;
me he sentido la persona más afortunada en el mundo.

Porque he visto el amor,
ha conversado conmigo,
y me contaba historias para dormir.

Dejas una familia llena de cariño,
de respeto,
y de unión;
ahora estoy segura que llevaremos eso de bandera.

Seguiremos tu camino,
con la esperanza de encontrarte un día
y decirte:
otra taza de café abuelita,
con pancito esta vez.

viernes, 8 de enero de 2021

What if.


 
Los "que hubiera pasado si"
siempre me han comido viva,
pero ahora son mis palabras favoritas,
es por eso,
que tú y yo estamos aquí,
sonriéndonos desde el otro lado de la casa.

Porque qué hubiera pasado si,
esa noche de viernes mi ex no me hubiera roto el corazón
por cuarta vez consecutiva,
qué hubiera pasado si,
tú hubieras conseguido aquel trabajo soñado;
no habríamos tropezado en aquel bar,
con Drexler sonando de fondo,
no hubieras reconocido que me sabía aquella canción 
y que me encantaba el vino tinto,
yo no hubiera reparado en tu sonrisa,
ni en tu forma extraña de beber whisky sin hielo.

Qué hubiera pasado si,
no te hubieras reído cuando apenas podía estar en pie,
mientras le pedía al mesero una copa más;
"vas a cometer alguna tontería,
 si sigues bebiendo de esa forma"
-me dijiste-
"pues para eso vine"
-te respondí-

Y entre risas y risas,
la borrachera me había pasado,
pero yo seguía mareada por tu risa,
y tu forma de hablar de la vida.

Anotaste tu número en una servilleta,
al terminar la noche
y me dijiste:
"¿me llamarás?"
"no soy de quedar con extraños"
-respondí-
"yo tampoco,
pero haré una excepción contigo"
-me dijiste-

Y qué bueno que lo hiciste.

Nuestra historia pudo haber tenido mil comienzos,
tal vez uno más romántico,
porque frecuentamos la misma librería,
tenemos amigos en común,
sin embargo 
la vida nos juntó de esa forma:
un viernes borrachos decepcionados de nuestras decisiones.

Y a pesar de todo,
no  cambio nada.

Ahora,
contigo a lado; 
siento que siempre acierto.

Y por eso siempre me pregunto:
"qué hubiera pasado si"
y lo bonito de eso,
es que no me interesa la respuesta.