jueves, 4 de agosto de 2022

Ya no te tengo miedo.



Han sido ocho meses de subidas y bajadas,
de aprendizaje,
de no siempre hacerlo bien,
de olvidarme
y recordarme otra vez.

No ha sido fácil,
mi cabeza me sigue jugando malas pasadas,
a veces no duermo,
lloro un montón,
imagino los peores escenarios,
y solía tener miedo,
muchísimo.

Ya no.

Recuerdo que una vez me dijeron:
"la ansiedad viene a enseñarte muchas cosas"
y en una de esas crisis en las que pensaba que iba acabar conmigo;
pensé:
pero yo no quiero aprender un carajo.

La odio,
la maldigo,
y obvio,
no agradezco su llegada,
pero hoy,
ya no le tengo miedo.

Ya no.

Ya no me da miedo que un día llegue y se instale una temporada,
porque se que un día me voy a levantar de esa cama y lucharla,
porque se que puedo,
siempre puedo,
no me da miedo que las personas se vayan porque un día,
todo esto les quedó grande;
porque los que me dan la mano y me ayudan a respirar en medio de una crisis,
sé que serán las que se queden,
y esas personas son las que quiero que caminen conmigo en este viaje.

Mira,
ya no te tengo miedo,
puedes llegar,
nos tomamos un café,
y te explico por qué te detesto a veces,
y también lo mucho que me has enseñado estos meses,
de mí,
y de todos los que me rodean,
y eso,
sí que ha sido un viaje maravilloso,
me has hecho agradecida,
me has enseñado a vivir en el presente,
yo,
que siempre he vivido en el futuro,
me has enseñado a perdonar(me)
a respirar,
a saber que soy mucho más valiente de lo que pensaba.

Yo quiero ser grande,
gigante,
y ahora entiendo que para eso es necesario derrumbarse,
caerse,
equivocarse,
una y otra y otra vez,
hasta aprender hacerlo bien.

"No hay mejor maestro que el dolor"
-suele decir mi madre-
y hoy,
yo le creo.

Escribiré un libro que nació desde mi dolor,
desde mi incomprensión
y desde mi soledad,
porque eso es lo bonito del arte,
cuando la tormenta pase (porque pasará)
tendré pruebas de que sobreviví,
que lo logré,
que puedo,
porque yo siempre puedo.






No hay comentarios.:

Publicar un comentario