viernes, 21 de octubre de 2022

La forma en la que me miras




Ya no escribo, 
ni leo,
mis días empiezan a las seis de la mañana,
trabajo los sábados,
estoy cansada ¿sabes?

A veces siento que me ahogo,
que necesito un descanso,
que mi mal humor se apodera de todo,
estoy cansada ¿sabes?

Pero tú tienes esta forma de transformar las cosas,
en uno de esos viernes,
de cerveza y música en vivo,
te pregunté qué significaba para ti:
"esperanza"
-respondiste-
eres como esa promesa de días mejores,
¿no te parece eso peligroso?
-pregunté-
no,
te explico;
no me voy a morir sino estás,
eso lo sé,
la vida va a seguir girando;
pero es que todo está bien cuando está cerca,
sonriendo,
con esa cara de niña traviesa.

Mira, no he tenido una vida fácil,
eso tú ya lo sabes;
pero tú me haces creer que hasta eso ha valido la pena.

Tragué a seca y no pude responderte por varios segundos,
y como viste mi indecisión en la cara,
te apresuraste:
-mira,
para mí;
eres un barcito e medio de la nada,
con música que nadie escucha,
y al que casi nadie va,
ese bar que siempre cierran temprano,
pero cuando llegas te hace sentir en casa,
y quieres ir ahí todos los viernes,
y los sábados,
y domingos,
y los lunes,
*ya entendí
-dije riendo-

Mira, sé que un día ese barcito podrá nunca más abrir,
y encontraré un letrero enorme diciendo: CLAUSURADO
y me va a doler,
y pasaré mis viernes buscando un lugar que me haga sentirla mitad
de lo que ese barcito tan lindo me ha hecho sentir,
pero eso no me importa,
sabes por qué;
porque por días,
por meses o por años;
pude disfrutar del mejor puto bar de la historia.

Asentí, porque eso es lo que uno puede hacer
cuando alguien le dice te quiero de la forma más bonita que ha escuchado,
-otra cerveza- dije
esta la pago yo;
ves que sí eres la mujer de mi vida,
-respondiste riendo-

Y sí,
tal vez lo sea,
y si no
¿a quién le importa?
nos tenemos hoy.

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