miércoles, 25 de septiembre de 2024

Es mucho tiempo ¿verdad?

 Él estaba en el balcón,
fumando, 
como siempre.

Hacía los mismos gestos como cuando teníamos veinte,
y su olor me envolvió como hace años,
era el mismo.

Como quien no quiere la cosa, me fui acercando de a poco,
él se dio la vuelta y creo que le dio gusto verme,
sigue siendo un libro abierto,
casi y puedo saber lo que está pensando.

Hacía frio y había media luna,
él sonrió y me preguntó qué había sido de mi vida,
como si no supiera exactamente todo lo que pasa,
lo sé porque me lo cuenta mi hermano,
siempre pregunta por mi,
"viejas costumbres"
solía pensar.

Me preguntó por Eduardo,
e hizo una mueca de disgusto,
preguntó por qué después de tantos años yo no conseguía darle una oportunidad.

"Te va a sonar completamente estúpido"-respondí nerviosa-
sabía que esa respuesta abriría una conversación que no sé si estaba lista para tener;
"sé que lo detestas" -continuó-

"Eso no tiene nada que ver conmigo"-respondió a la defensiva
"no hay nada de mi, que no me lleve hasta ti" -trago saliva después de aquella confesión, y me apresuro a contestar-
"sé que nunca te agradó que estuviera cerca de mi, se que el darle una oportunidad significaría sacarte de mi vida por completo y no se si eso es lo que quiero; de estar con Eduardo, no me lo perdonarías nunca"
"eso es cierto"-responde intranquilo-"no puedo pensar en los dos sin que me moleste, y es tonto; porque tú y yo no nos debemos nada"

Ambos suspiramos y se que no deberíamos seguir con esta conversación porque es inútil,
no llegaríamos a nada,
somos muy cobardes para querernos,
nos llenamos de excusas,
de pretextos,
de "que lo haríamos mal"
así que ni lo intentamos.

Y lo digo, digo lo que he estado pensando hace años,
porque aquí ya no hay nada que perder:
"sé que algún día nuestros caminos se cruzarán, tal vez con 50 años,
cuando ambos por fin coincidamos en una misma ciudad,
tal vez con un divorcio a cuestas,
hijos y mil deudas"-digo riendo- y él también se sonríe porque quiero pensar que él también se lo imagina.

"Me niego a tomar una decisión que haga que todos nuestros posibles futuros no se encuentren nunca"; 
tomé una calada de su cigarrillo y me fui;
supe que me observaba mientras me iba una vez más, de su vida.

24 horas después, habría recibido ese mensaje que lo cambiaría todo,
para siempre.

Me niego a esperar 50 años,
es mucho tiempo ¿no crees?

Y vaya que lo creía.

domingo, 17 de diciembre de 2023

2023, cómo doliste.

Este año me dolió el alma.
Este año se me rompió el corazón en la avenida de siempre.
Me perdí.
Este año se resumió en terapias psicológicas, psiquiátricas, anti-depresivos, y los efectos secundarios de tomar anti-depresivos, el chocarse con la realidad de este país donde se mueren las esperanzas, los sueños, la vida.
Podría hablar de mis episodios depresivos, de lo mal que lo llegué a pasar, de cosas que me dan vergüenza admitir, días que se me hicieron difíciles retratar en letras porque aún no los entiendo (algún día escribiré de ello, y le daré un significado a todo) pero no ahora.
Este año SOBREviví porque siempre se sintió a tope, como si cada respiración significara la última, como si cada cosa que hiciera conllevara un esfuerzo sobrehumano.
Mi psicóloga dice que lo hable, que lo cuente, que lo diga en voz alta a todo quien quiera escuchar, que tal vez si lo repito lo llegue a entender, y no lo sé; cuando lo digo, cuando cuento lo destrozada que estoy, todo se vuelve tan real, tan obscuro, tan sin fin, y eso me rompe.
Estoy tan rota, y no tengo idea cómo armarme de nuevo, no lo sé.
Entendí muchas cosas, aprendí a tenerme más compasión, más paciencia, nunca regresaré a ser la de antes, y no se qué tan bueno o malo esto sea.
Los libros me salvaron (una vez más) y las llamadas de mis mejores amigas, y su amor incondicional, muchas personas me sobraron este año y me alegra haber borrado sus números telefónicos de mi directorio, porque para qué, ya no me interesan.
Quiero un año sin ataques de pánico, sin episodios depresivos, sin los efectos alternos de la medicación que me hacen sentir como una mierda, y sin tomar clonazepam para dormir, pero no sé que tan ambicioso sea esto.
Quiero un año un poco mejor que este, en el que sentí que me llevaba la chingada (o algo más poético), quiero creer que el 2024 me tratará mejor, aunque sea un poco, que volveré a sentirme más optimista con respecto a todo, que el amor volverá a inundar mi vida, y que yo podré abrirle la puerta, porque ahora simplemente no, a todo.
Quiero llorar, quiero renegar, porque estoy cansada de todo esto, porque cada día se siente como ir a la guerra desarmada, y estoy agotada; no quiero sentir que vivir sea algo tan difícil, que estoy aquí por todos los que me quieren, pero por nada más.
Quiero creer que todo pasa, y que todo llega; y que para mí también será así.
Que todo pasa, y que todo llega.


martes, 7 de noviembre de 2023

Una lástima.

Este no es un poema para decir que espero cruzarme contigo unos años después,
yo mas mayor, tu mas profesional,
no quiero que la vida nos vuelva a juntar nunca.

Que estoy convencida que no eres tú
y no lo vas a ser.

No voy a quedarme esperando que mágicamente te des cuenta todo lo que perdiste.
porque aquí la que perdió no soy yo,
y eso tú lo sabes.

Que quería que fueras tú,
de verdad
que ya no me importaba
la ansiedad,
la mierda que alguna vez había cargado,
nada importaba,
porque te había encontrado y todo partiría desde ahí.

Pero no más.

Espero que no te encuentre en ninguna de las vidas que nos quedan por vivir,
a mi los cobardes me sobran
y tu siempre le huiste a ser valiente,
una lástima de verdad.

Ojala no coincidamos nunca,
ni en la caja del súper, ni un viernes noche,
nunca
ojala no verte jamás.

Porque no quiero,
no quiero pensar que hubiera sido diferente
porque no,
porque yo sí quería que fueras tú,
pero a ti siempre te sobré.

Adiós, que la niña que esté a tu lado
le caiga bien a tus hermanas y a tu perro,
que no te atosigue con sus dudas y ojalá.
de verdad ojalá no sufra de ansiedad 
y no la dejes echa polvo como me dejaste a mí-

Una lástima.

Lo único que agradezco es que a partir de ti,
me reconstruí y me empecé de cero,
y quedé bellísima,
una lástima
te hubiera gustado,
te lo aseguro.



martes, 10 de octubre de 2023

Día de la salud mental.

 Como persona que lleva dos años yendo al psicólogo, y lleva cinco meses en tratamiento psiquiátrico puedo decir algo que me dijeron cuando recién empecé a tomar antidepresivos y no lo entendía: "esto viene a enseñarte muchas cosas", después de haber experimentado subidas y muchísimas bajadas, después de haber tocado fondo y darme cuenta que había otro fondo, después de haber sentido un miedo terrible a mi tristeza, después de haber sentido que me costaba dos mundos levantarme de la cama, puedo decir que es cierto.
La depresión y la ansiedad llegaron a mi para enseñarme a darme más amor, para hacerme sentir más compasión conmigo misma, llegaron para darme cuenta que soy una persona muy valiente y muy muy fuerte, llegaron para enseñarme que no importa tu trayectoria laboral, ni tus relaciones personales, ni todo el amor familiar que te hayan dado, cuando la mente no funciona, no funciona ni importa nada.
Sigo caminando en este trayecto que a veces es tan difícil, a veces gano y a veces me siento a esperar que pase, los antidepresivos ayudan un montón y ya no le tengo miedo a la medicación; baby steps: me digo todos los días.
Entendí que nadie iba a llegar a salvarme, que quien tenía que ponerse los pantalones, coger valor y hacer de todo por cuidarse: tenía que ser yo, lo intento todos los días, y eso a veces, es suficiente.
Abrazo fuerte a cualquiera que piensa que no lo está logrando: hay vida después de la tristeza, que aquello que sientes tan gigante, con mucho trabajo se hace pequeñito, lo prometo.
La vida es muy bonita, estoy convencida de ello.
Con la ayuda necesaria uno vuelve a reír, a sentir, a enamorarse de nuevo, uno vuelve; sí que sí, es posible.

lunes, 9 de octubre de 2023

Ella era de esas.

Ella era de esas,
de las que no se olvidan nunca.

Tenía un nuevo hobbie cada semana,
se reía un montón
y le gustaban los vestidos.

Tenía un trabajo que no le gustaba,
manejaba horrible,
y tenía una dependencia tóxica a comprar libros que no leía.

Era valiente,
tanto,
no podía creer todas las batallas que había librado,
y hablaba de ellas como poca cosa.

La quería,
ya sabes como se quiere una vez en la vida.

La quería,
y la voy a querer siempre,
lo sé.

Ella era de esas,
odiaba el gym,´
escuchaba audio poemas 
y se olvidaba de ciertas palabras en español,
las decía riendo porque decía que se sentía ridícula.

Amaba verla reír,
porque era de esas,
de las que se ve guapísima siendo feliz.

Iba a terapia,
tomaba antidepresivos,
y veía series basura.

Lo sigue intentando,
todos los días.

Tenía el sueño de volverse una escritora famosa,
comprar una casa en el campo,
y tener tres perros.

Decía que iba a quedarse sola
y que no tenía miedo a eso,
soñaba con un amor de película,
de esos que pasan una vez en la vida.

Desearía dárselo,
el amor de pantalla,
la vida en un pueblo bonito,
pero no puedo.

Porque me marcho,
me voy porque esto me queda grande,
y prefiero verla de lejos y feliz
que sentir que una vez más
le he fallado.

Me voy porque ya encontrará a alguien mejor que yo,
alguien que sienta que quererla no represente un miedo tan gigante.

No encontraré a alguien como ella,
lo sé,
como ella,
nunca,
y está bien.

La extrañaré toda la vida.

Espero verla un día en Central Park leyendo uno de sus poemarios,
espero verla feliz,
que sea amada como se merece,
que piense en mi como alguien que la amo demasiado,
y que por eso,
la dejó libre.


jueves, 28 de septiembre de 2023

Está bien, te lo juro.

Léelo escuchando: Tu fan de Mafalda Cardenal.

Sabía que no me querías,
lo supe desde el principio,
supe que siempre íbamos a tener una relación unilateral,
y mi falta de amor propio hizo que me conformara,
que pensara que estaba bien,
que el amor que yo sentía nos bastaba.

Spoiler alert: nunca basta,
ahora lo sé.

Admiraba de ti que eras un hombre resuelto,
que tenía control de su vida,
de sus sueños,
que sabía lo que quería.

Yo contigo siempre me sentí chiquitita.

Me gustaba que ibas por la vida con una armadura,
y yo solía pensar que conmigo la dejabas en casa,
qué ilusa fui.

Teníamos tantas cosas en común,
compartíamos canciones,
series,
libros,
y las ganas de comernos el mundo.

Pero nunca quise ver la vida que nos separaba.

Las señales estaban ahí,
en mi cara;
que nunca tuvieras tiempo,
que mi ansiedad te fastidiara,
que mis inseguridades,
(las que tu causabas)
te parecieran absurdas.

Se que debes decir que yo soy una exagerada,
que estaba loca,
que te pedía demasiado;
y está bien,
te lo juro.

Diles que te llamaba en la madrugada porque los ataques de pánico me asaltaban en las noches,
diles que llorando te pedía que no te fueras,
diles que me quise muy poco por quererte a ti demasiado,
diles todo,
cuéntales que estaba loca para mantenerte a ti cuerdo,
está bien,
te lo juro.

Diles que después de ti me siento incapaz de querer a alguien,
que necesité terapia y antidepresivos para poder avanzar,
diles que me dejaste rota,
pero que todo eso me lo causé yo,
y mi manía de no escuchar,
está bien,
te lo juro.


 

viernes, 22 de septiembre de 2023

Te lo perdono, todo.

Ya sabes, soy de esas.
de encontrar en el villano algo de héroe,
en el niño malo algo de bueno.
mi instinto rescatista se ha vuelto agudo con los años.
y en este mundo en donde sobra pendejos.
yo de corazones rotos, tengo colección.

Tú parecías uno más,
familia disfuncional,
adicto al cigarrillo,
musico frustrado,
amante al whisky,
carrera sin terminar,
trabajos a medio tiempo,
y una capacidad cuestionable de no mantener relaciones duraderas.

Pero donde pongo la bala,
termino atravesada,
es que ya debería aprender,
me lo repito una y otra vez,
pero es que cuando alguien me habla del amor tan bonito,
yo le creo.

Y tú me hablabas tan bonito.

Pero el amor no solo lo compone frases lindas,
ni poemas a medio hacer,
ni copas de vino,
ni fogatas nocturnas,
ni viernes noche.

El amor no son fuegos artificiales,
que eso tú me lo enseñaste.

De ti aprendí que los amores de una noche,
no llegan a historias,
ni a libros completos,
se quedan ahí,
en un poema mal escrito,
sin acabar.

Tu me enseñaste que a los hombres cobardes
las historias de cuentos de hada se le vienen grande.

Espero que nuestros caminos no se crucen nunca.

De ti,
no me llevo nada,
ni lo bueno ni lo malo
porque si me llevase algo terminarías endeudado.

Y espero de verdad que nuestros caminos no se crucen nunca.

No te preocupes.
te lo perdono,
todo.