martes, 29 de marzo de 2016

Cosas favoritas

Lugar favorito; tus brazos.
Canción favorita; tu risa.

Eres Agosto en la playa,
fogata en invierno;
y la esperanza de que las cosas bonitas pueden suceder.

Eres cerveza en un día soleado,
vodka un viernes por la noche,
y el despertar sin resaca de un domingo.

Eres la sonrisa que se me escapa
cuando suena "She will be loved" en la radio,
y encontrar un best seller de Jane Austen
en la primera librería en la que entro.

Tu sonrisa son estrellitas fugaces
a las que no les pedimos deseos
porque sentimos que lo tenemos todo,
hacer caso omiso al 11:11,
a las velas de cumpleaños.

Tus pestañas son las persianas
que abro a mitad de la tarde
para dejar que se cuele el sol.

Tus pecas forman las más bonitas constelaciones,
y yo soy la niña que las admira hasta que llegue la noche.

Me he construido una habitación en tu pecho,
y podría quedarme a dormir ahí por el resto de mis días.

Mis miedos han aprendido a besarse con los tuyos,
para luego romperse y caerse en pedacitos;
porque ya no existe ninguno.
Y nosotros bailamos sobre ellos.

Porque el mundo ha vuelto a girar y lo ha hecho siguiendo tu voz.





Elecciones.

Elijo el "sí" como respuesta,
el "no" dicho claro y sin arrepentimientos,
el "si puedo" antes que el "me rindo".


Elijo verle el lado bonito a las cosas,
la calma después de la tormenta,
el arcoiris al final de una llovizna,
y el segundo amor después del primer error.

Elijo vivir.

Elijo equivocarme,
aún sabiendo lo mucho que duelen las caídas,
elijo querer cada una de mis cicatrices.

Elijo al amor como mi única religión,
los abrazos después de ver a mis padres en meses,
y amar con cada uno de mis huesos a la persona a quien me debo.

Elijo un nuevo comienzo,
cuando a mi me de la gana de empezar de cero,
crecer,
madurar,
caer,
permanecer,
sonreír.

Elijo perdonarme,
abrazarme,
hacerme el amor,
me elijo a mí antes que a nadie, no me culpen por ello.

miércoles, 9 de marzo de 2016

Amor, o lo que sea que esto sea.




Te quiero,
y aún no se desde cuando,
ni hasta donde.

Desde niña siempre hice caso omiso a las señales de "peligro",
soy experta en caminar por la orilla del precipicio,
por suelos resbaladizos,
por promesas sin cumplir,
y juro que estoy enamorada de las personas rotas.

Que dicen que el amor es un invento,
pues entonces yo me quedo con tu mentira,
con tu sonrisa de mediodía,
con tu malhumor cuando pierde tu equipo favorito,
con tus abrazos de "todo estará bien, estoy aquí"

Contigo me dan ganas de volver a ser una ingenua quinceañera,
de que me recojas a la puerta de mi casa
y le preguntes a mi papá si estaría bien que lleguemos a las once de la noche,
que me pidas permiso para agarrar mi mano,
regresar a ese "le escribo yo, o espero a que él lo haga"
deshojar cada margarita que decora la entrada de tu casa,
cruzar los dedos  para que sea un "símequiere"

Que los recuerdos ya no hieren, ni sangran como antes,
es que mi amor si tu sonrisa está al final del camino,
a cualquiera le dan ganas de caminar hacia adelante;
si el futuro tiene tu boca,
dime ¿quién va a querer mirar al pasado?

Que no sé que sea esto que me tiene escribiendo tonterías como estas,
que no me tiene desvelada sino que consigo dormir con tanta paz,
la cual hace tiempo no experimentaba,
que no sé si es esto a lo que todos llaman amor,
así que le he puesto otro nombre,
lo he llamado como tú;
espero no te importe.