sábado, 30 de julio de 2016

Mentiras.


Quiero decirte que no quiero saber nada más de ti,
ni de los domingos de lasaña,
ni de los partidos del Real Madrid,
ni los viernes de cerveza,
ni de las alitas bbq que tanto te gustan,
ni tus llamadas cuando vas borracho,
y juras que soy la única que te hace suspirar,
ni de tus ojeras,
ni de tu sonrisa después de besarnos,

No quiero que me vuelvas a llamar,
ni a escribir,
ni tus "te veías preciosa esta tarde",
no quiero desvelarme hasta las dos de la mañana
escuchando tus notas de voces tocando la guitarra,
sabiendo que debo levantarme temprano al día siguiente.

No quiero que me desees suerte en mis exámenes,
ni que me preguntes si ya comí,
o si llegue bien a casa,
o si sigo extrañando a mis padres.

No quiero fogatas,
viajes,
planes,
terrazas,
ni que me dediques alguna canción tonta de Taylor Swift.

No quiero más fotos ridículas,
y que siempre te quejes de que sales mal,
no quiero más cosquillas,
ni abrazos por la espalda,
ni risas escandalosas.

Mejor me río,
casi me lo creo;

lunes, 25 de julio de 2016

Confesiones


Y hoy temprano de fondo sonaba:
"en la mañana cuando despiertas me gusta creer que piensas en mi"
me gusta pensar que al igual que yo,
estas igual de desesperado por saber cómo ha ido mi día,
que de vez en vez lees esos mensajes que solíamos mandarnos
diciéndonos lo mucho que nos queríamos,
que cuando besas a alguien más de repente te entran esas ganas locas
de encontrar mi esencia en esa boca.
Que estas así como yo: extrañándome como un maldito enfermo.

Pero al final del día,
toda la verdad sale a la luz,
lo poco de cordura que me queda me dice: que tú ya no estás,
y que yo ya no tengo por qué quererte;
y que no,
que tú ya no escuchas mi canción favorita,
y que la luna se la dedicas a alguien más.

Por primera vez,
no voy a hablar de sentimientos ajenos,
no voy hacerme la fuerte,
ni hacer alarde de una valentía que no existe,
no voy a tratar de convencer a todo el mundo que hasta estoy mejor sin ti,
esto de mentir estos días se me ha dado fatal.

Que estoy cansada, exhausta de sentir tanto por alguien que no siente absolutamente nada.
Díganle al amor que me rindo.

viernes, 8 de julio de 2016

Perdida.


Se han cerrado las puertas de sopetón,
se ha escapado por la ventana,
con la esperanza de encontrar un rumbo,
acabó más perdida que antes.

Ha corrido sin regresar a ver,
y se ha terminado raspando las rodillas,
se ha tragado sus lágrimas y sigue caminando,
cada kilómetro que recorre consigue causarle dolores de cabeza,
cada señal de "stop" hace que se pregunte si en realidad es esto lo que quiere en su vida,
cada semáforo hace que quiera sentarse a llorar,
y se siente como una niña a la que le esconden sus libros de princesas.

Y todos esos miedos que guardaba escondidos en alguna parte de su cuerpo,
amenazan con salir, sus pies no responden y su dolor últimamente parece tener vida propia,
todos los muros que alguna vez construyó parecen romperse,
está más frágil que nunca.

Tranquila cariño, paso a paso;
vamos despacio porque vamos lejos,
que uno no aprende a ser fuerte de la noche a la madrugada,
pero hay veces que a ella le ha tocado intentar esa mierda.

Se mira al espejo y sólo observa a una niña frágil,
que ha hecho una promesa a los suyos y está a punto de darse por vencida,
que tiene el vicio de echar de menos los abrazos de su madre,
"vas a llegar lejos" retumban las palabras de su padre,
y ¿qué si ella no quiere llegar lejos?
y ¿qué si ella lo único que la mantiene respirando es la esperanza
de ver otro atardecer en la playa? pero eso a nadie le importa.

Pide a gritos un salvavidaa y lo único que ha encontrado es una hoja de papel,
inventa historias con finales felices,
hace creer que es fuerte,
por ahí le contaron que si te mientes constantemente hasta te lo terminas creyendo,
ella aún espera eso.