domingo, 27 de enero de 2019

Fibromialgia.


Apuesto que al ver ese nombre,
rápidamente entraron a Google,
revisaron blogs,
hablaron con un doctor que les explicara
con palabras entendibles,
lo que esa mierda significaba.

Lo sé,
porque yo hice lo mismo.

Silla de ruedas,
alcancé a escuchar,
algo de la alimentación,
y dolores hasta el día en que muera.

No entendía nada.

Estaba enferma,
y ya.

No iba a curarme nunca.

Pero eso era lo que querías Ángela,
pensé.

¿Eso era lo que quería?

Médicos cada tres meses,
pastillas todos los días,
y que ya no puedo esforzarme,
porque estoy enferma.

Enferma,
enferma,
enferma,
enferma.

Salí despavorida del hospital,
y Rodrigo salió detrás de mi.

Le solté que era hora que se fuera,
él respondió que hoy no tenía trabajo.

De mi vida,
-me refiero-

No te voy a soltar,
entiéndelo.

Y desde ese instante,
no volví a estar enferma,
nunca más.


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