Apuesto que al ver ese nombre,
rápidamente entraron a Google,
revisaron blogs,
hablaron con un doctor que les explicara
con palabras entendibles,
lo que esa mierda significaba.
Lo sé,
porque yo hice lo mismo.
Silla de ruedas,
alcancé a escuchar,
algo de la alimentación,
y dolores hasta el día en que muera.
No entendía nada.
Estaba enferma,
y ya.
No iba a curarme nunca.
Pero eso era lo que querías Ángela,
pensé.
¿Eso era lo que quería?
Médicos cada tres meses,
pastillas todos los días,
y que ya no puedo esforzarme,
porque estoy enferma.
Enferma,
enferma,
enferma,
enferma.
Salí despavorida del hospital,
y Rodrigo salió detrás de mi.
Le solté que era hora que se fuera,
él respondió que hoy no tenía trabajo.
De mi vida,
-me refiero-
No te voy a soltar,
entiéndelo.
Y desde ese instante,
no volví a estar enferma,
nunca más.
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