No tienes nada de lo que yo quería.
Tienes todos los defectos que alguna vez odié.
Y siempre hueles a tabaco,
lo cual detesto.
Eres el producto a todas las veces que dije:
"qué estúpida para sufrir de esa forma."
La respuestas a todos mis:
"pero a mí, jamás."
Como me gustaría retroceder el tiempo,
y nunca tropezarme con tu mirada.
No voy a decir;
que todo pasa por algo,
que nunca pierdes,
siempre aprendes.
Al carajo.
Hubiera preferido no conocerte nunca.
Fuiste una pérdida de tiempo,
y ya está.
Pero no.
Aunque esté de lo más enfadada,
sigues ahí,
en esa partecita en donde guardas las cosas que algún día
te hicieron feliz,
tan feliz.
Lo que quiero decir
es que y ojalá
me hubieras querido de otra forma,
que va,
ojalá me hubieras querido
y ya.
Pero no.
No lo hiciste.
A lo que voy
es que por fin me he dado cuenta
que cuando se quiere,
se puede.
Pero tú no puedes,
ni quieres,
nunca.
Estoy menos ciega,
pero un poquito más estúpida;
aún te espero.
Y qué desperdicio.
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