lunes, 25 de febrero de 2019

Love Yourself


Pasé tanto tiempo despreciándome,
que cuando alguien deseo quererme,
simplemente
no pude permitírselo.

Pasé años diciendo "peros"
usando ropa holgada,
escondiéndome debajo de unos lentes.

Permití que los demás me hagan sentir diminuta,
cuando mi metro setenta
demuestra lo contrario
y el tamaño de mi sonrisa
lo reafirma.

Cometí muchos errores,
al anteponer la felicidad del resto antes que la mía,
porque eso era muchísimo más fácil,
total
no tenía que cargar con otra decepción a las espaldas.

Me refugié durante años en libros,
en la poesía,
en letras que gritaban 
lo que yo no podía recitar.

Me olvidé,
de mí.

Pero hace ya varios meses
que he aprendido que la música
suena mucho mejor
cuando soy yo,
la que me saco a bailar.

Y me he permitido de disfrutar de lo hermosa que es la vida,
y esta me ha visto con unos ojitos preciosos,
y yo le he dado un guiño como respuesta.

Creo que ya va siendo hora
que las cosas salgan bien,
y están yendo increíble.

He decidido que así fuera.

Me compré unas rosas,
una tarrina de helado,
y he puesto la temporada 15 de Grey´s Anatomy.

Será una tarde interesante.

Porque cuando nadie me quiso,
yo tuve que hacerlo,
la vida me enseñó
que no siempre tendré un hombro
en el cual dormitar,
y cuando es así;
me toca poner las dos manos en el suelo,
y vamos,
que me levanto de golpe.

Porque a veces así es.

Gabriela,
que es una de las personas más independientes de este mundo
me dijo una vez:
al final del día nos tenemos solo a nosotros,
y más vale que tu compañía sea agradable.

Y he pensado mucho en eso.

Y vamos,
que pasar conmigo;
está de muy puta madre.

jueves, 14 de febrero de 2019

San Valentin


Volverse intensa,
niña,
adolescente caprichosa,
pero por primera vez
descubrirse siendo uno mismo.

El amor es muy extraño.

Lo descubrí un día,
cuando regresé a casa y la cama estaba tendida;
porque Gabriela por fin entendió que no podía dormir
si no estaba así;
es decidir seguir compartiendo habitación
aún pudiendo tener cada una su cuarto.

Es que en mi casa nunca preparen jugo de maracuyá
porque saben que lo detesto,
es encontrar un libro que leer en la cómoda cada que regreso a casa.

Que Cami compre cervezas,
que mis mejores amigas cocinen en mi casa,
y que Paúl compre pastillas de dolor de cabeza a altas horas de la noche.

Por fin,
he aprendido que el amor,
sí que está en las simples cosas,
y espero no olvidarlo en los otros días que vienen.

Y está ahí,
en las llamadas de papá,
en el "me avisas cuando llegues",
en mi favorito:
"pero mira, que eres guapísima"
estando en pijama y con ojeras.

De verdad que el amor es el motor que mueve al mundo;
y a veces,
lo olvidamos,
o priorizamos otras cosas
como los likes de Facebook,
no lo sé.

En fin.

Que hoy nadie me regaló flores,
ni me dedicaron canciones,
o me prepararon alguna cena romántica,
pero me sorprendí
mandando mensajes de amor,
y recibiendo muchos de ellos.

Descubrí que hay personas
que me adoran y que yo amo a muchos más,
y creo que ese es el objetivo de este día.

Y aunque siempre me he considerado una persona
con muy poco que ofrecer;
hay gente que me quiere tan pero tan bonito;
que supongo que algo debo estar haciendo bien,
ojalá no lo deje de hacer nunca.

Supe que papá llevo a cenar a mamá,
y eso es lo bonito de este catorce de febrero,
que él sigue presumiendo a su esposa como un colegial enamorado.

El amor existe,
y está ahí
a ladito nuestro.

No lo dejemos escapar.

No otra vez.

Feliz San Valentín.


jueves, 7 de febrero de 2019

El amor es...


Es un cliché.

Pero en esta historia van a escuchar muchos de ellos.

Lo conocí,
en los días más grises de mi vida,
y aquel que dice
que en los bares uno no conoce
a las personas que de repente marcan tu camino.

Díganle que se ha equivocado.

Yo a él lo conocí
con varios tragos de vodka encima,
él,
olía a cerveza,
y a esa aroma que ahora reconozco
como casa.

Como es de costumbre,
empecé hablar de cosas sin sentido,
él dijo que esos lugares
no eran frecuentados por poetas.

¡Qué suerte, porque yo no soy escritora!
-mientras luchaba con mantenerme en pie-

A partir de ese día
cada viernes
eran un: ¿te apetece una cerveza?

¿Y a quién no se le apetece una cerveza?
o seis,
y con esa sonrisa,
yo encantada.

Paisajes,
sonrisas;
los días con él
eran una eterna película de amor.

De esas con finales felices.

Es como cuando escuchas una canción,
y te gusta mucho,
y la tarareas,
y la tarareas.

Y jamás te cansas.

Tú,
mi canción en la cabeza.

Es ese cómplice que ni siquiera sabías que necesitabas.

Pero desde él,
solo él.

Hasta sentarme a leer,
mientras él luchaba con sus videojuegos,
que sonara de fondo alguna canción de Michael Bublé.

Para mí era,
Navidad,
Año Nuevo
y Carnavales;
todo en uno,
solo con verlo llegar.

Mi festividad favorita.

Y sí,
tal vez no sea el amor de mi vida,
pero se le parece muchísimo.


viernes, 1 de febrero de 2019

Tonterías.


Una vez leí algo así:
"si quieres ser eterno,
haz que una escritora se enamore de ti"

La buena noticia:
es que yo no soy escritora.

La mala:
es que sin serlo,
tú,
para mí,
eres inmortal.

He escrito tanto de ti,
que tranquilamente pudiera hacerte un libro,
o dos,
tal vez una saga,
con un desenlace terrible.

A veces leo,
y releo,
lo que alguna vez escribí,
como te describí,
como te soñé,
y te versee.

Que a veces
no sé,
si no eres más que la ilusión
de lo que quería que fueras.

Y no lo sé.

Ojalá pudiera dejar de escribir(te)
y extrañar(te)
esto de no encontrar más inspiración que tu risa,
es una verdadera mierda.

Mira lo horrible que escribo,
desde que no estás.

Ojalá dejaras de jugar con mis letras
y vinieras a decirme que me echas de menos,
que me quieres de más.

Hay cervezas,
por si se te antoja.

Tonterías.

Voy a dormir,
mejor.