-¿Cuándo fue la última vez que te enamoraste?
*No me he enamorado aún.
-¿Debería sentirme ofendido?
*Probablemente.
Nunca fui de coleccionar amores,
de citas,
y encuentros casuales.
Llena de relaciones cortas,
noches largas,
y viernes interminables.
Siempre fui de vuelos,
altos y largos.
Mujer independiente
-decía yo-
una miedosa
-diría mi madre-
De mis amigas,
la soltera del grupo,
la que nunca habia festejado un San Valentín,
ni aniversarios,
ni beso de año nuevo,
ni nada de esos clichés.
Libre
-me repetía una y otra vez-
*Compré gorros iguales para usarlos esta Navidad.
-Tenemos abrigos, guantes e incluso camisetas para estas festividades.
*Estoy emocionada.
-Aún no puedo creer que nunca hayas celebrado nada en pareja.
*Pues créelo.
-¿Debo asustarme para cuando llegue San Valentín?
*No celebro ese tipo de festividades, pero para Halloween tengo una idea increíble.
-Okey por primera vez aceptaste que vamos a durar más de un año, hemos avanzado.
*Probablemente, pero por si las dudas nada de fotos familiares.
-Aghhh eres un caso perdido.
*Lo sé.
Siempre iba de puntillas,
con mi corazón en la mano,
por si me tocaba esconderlo,
nada de te quieros,
ni de compartir música,
ni fechas especiales.
Siempre supe
que lastimarme era algo muy sencillo
y por eso siempre me protegí,
fui cautelosa,
e inteligente.
Pero no se que has hecho tú,
que me tienes pintando corazones en las paredes,
dejándote escritos a escondidas,
y leyéndote poemas
cada que tengo la oportunidad.
-Amor, llegaré tarde, recién salgo del trabajo.
*Demórate todo lo que quieras.
-¿Quemaste la cena, cierto?
*Solo a ti se te ocurre que es muy romántico que yo cocine.
-Pide pizza, ya llevo las cervezas
*Te amo.
-Ni te creas, vas a tener que cocinar el próximo fin de semana.
Pensé que cuando llegara,
cuando tú llegaras,
todo cambiaría,
que pondrías mi mundo al revés,
y yo,
dejaría de ser un poco yo.
Eso pensé.
Pero,
contigo a mi lado,
conozco más versiones de mi,
versiones que me gustan.
Como cuando consigues mejorar un día con uno de tus chistes malos,
o cuando me enseñas canciones que jamás pensé que me gustarían,
porque me enseñas otra parte de mi vida
que también es buena.
Que el amor no siempre significan corazones rotos,
decepciones,
y despedidas tristes.
Que el amor también es ver a alguien sonreír,
y que de repente todo pueda estar en calma.
Me río pensando que también me conmueven las historias de amor,
que si tú conduces y pones la música,
también está bien,
porque eres tú quién lo hace.
Porque yo sigo manejando mi vida,
pero tu estás a lado sosteniendo el timón por si choco,
y entonces todo parece tener sentido,
porque tú estas ahí,
a mi lado.
-Me he percatado de algo hoy.
*¿De qué?
-Cuando estabas leyéndome el poema de...., ay bueno no recuerdo.
*Loreto.
-Bueno, te brillaban los ojos de una forma muy bonita.
*Eres la primera persona que me lo dice.
-Ese brillo es propio de aquellos a los que no les rompen el corazón.
*¿Ah si?
-No dejes que nadie te rompa el corazón ¿vale?
*¿Ni siquiera tú?
-Mucho menos yo.
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