domingo, 14 de marzo de 2021

Quererme bien.



Me había rendido,
lo juro.

Estaba cansada de amores de viernes,
de besos sin sentido,
de copas de más,
de abrazos de menos,
de nunca estar sola,
pero siempre sentirme de esa manera.

Lo decidí,
iba a encontrarme,
iba a darme todas las oportunidades que alguna vez le di a alguien más.

Le cerré la puerta a todos esos amores de bares,
y abrí todas las ventanas para poder meterme por las rendijas.

Trabajo estable,
mi propio departamento,
una terraza preciosa,
copas de vino.

Una vida buena.

Había aprendido a disfrutarme,
a caminar por mi cuenta,
sentía que no había espacio para nadie más.

Entonces tu cavaste uno, 
uno que solo lleve tu nombre,
y decoraste ese lugar,
y ahora huele como tú,
y sé que nunca,
nadie va a ocupar ese espacio,
porque es completamente tuyo.

Te dije que estaba harta que me quisieran mucho,
ahora prefiero que me quieran bien
y tú asentiste,
y lo entendiste,
no podías romperme,

Y por eso me quieres mucho,
muchísimo,
y también me quieres bien.

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