domingo, 10 de octubre de 2021

Corazón roto.


 
Llevas años cuidándolo, construyes un muro,
lo mimas, lo proteges, huyes de todo aquel que pudiera hacerle daño.

Te vuelves selectiva, observadora; y después de tanto tiempo,
todo esto no te ha servido para un carajo.

Porque ocurre.

Te rompen el corazón.

Un chico de 1.80, cabello castaño, mirada oscura,  y de pocas metas en la vida,
pero con una sonrisa que parece tener mil amaneceres.

Y lo maneja a su antojo, y lo parte en cientos de pedazos, te hace creer que nunca podrás reconstruirlo,
porque sabes ¿qué es lo peor de un corazón roto? que por un largo tiempo,
crees que te va a doler toda la vida,
y te pesa,
todo,
y te duele,
el corazón,
y al tomar aire sientes que no volverás a ser la misma,
y no,
te juro que no.

Que te repones,
que vuelves a sonreír,
a cantar tu canción favorita,
a bailar,
y a creer en las personas.

Ya ha pasado mucho tiempo de ese dolor,
y cuando lo recuerdo,
se me eriza la piel,
me he prometido jamás volver a pasar por lo mismo.

Y me he encerrado,
de nuevo,
como siempre.

A veces me pregunto si volveré a sonreírle a alguien,
y si esa persona va a querer reírse conmigo.



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