martes, 3 de enero de 2023

Y no vuelves.

 


El día que te fuiste, colgué el teléfono respiré tres veces y lo supe,

habían pasado tres minutos,

y yo quería que vuelvas,

y pensé que eventualmente lo harías,

que encontrarías una risa por la cual volver

y a pesar de todo,

ese día empecé a caminar,

sola,

de nuevo.


El día que te fuiste,

sabía que iba a doler,

que no duraría un día o dos,

que me iba a costar.


Pero,

el día que te fuiste,

también me levante y escribí

y baile y me reí,

el día que te fuiste,

el mundo no se paró,

ni yo tampoco.


Dijiste que yo era demasiado,

que necesitaba mucha atención,

que sentía mucho,

que pedía mucho,

y no.


Ahora se algo,

yo no te necesito,

nunca te necesite,

yo te elegí,

aposté por ti.


Porque te fuiste y yo no dejé de andar,

ni de vivir,

ni de reír.


Y mira,

un día tal vez volvamos a coincidir,

y a reír,

y a bailar;

y quiero que lo sepas,

me gustaría elegirte,

de verdad que si.


Pero hay algo,

algo que me duele y me corta en pedacitos.


Porque entiendo que te hayas ido,

de verdad que si,

lo que realmente me duele es que no hayas pensado en volver 

que no hayas encontrado una razón,

para regresar a mi.


¿Por qué no vuelves?

podrías responderme eso al menos.

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