miércoles, 13 de enero de 2016

Días negros

Hoy llovió, llovió mucho
y yo no tenía paraguas
ni una de mis sonrisas
para detener este huracán de emociones
que llegó con este invierno anticipado.

Hoy llovió, llovió mucho
y no tuve en quien refugiarme
cuando las gotas arruinaron todo lo que había construido en estos días.

Volvió a lloviznar en mi interior
y yo no tenía idea de qué hacer,
así que me senté a mirar,
me quedé callada hasta que todo pasara.

Pero no ha acabado, el invierno recién inicia.

Y a pesar de eso, he decidido no tirar la toalla
no por optimista o ingenua
porque creo que es una vil mentira;
eso de que es suficiente cinco minutos de felicidad para que todo haya valido la pena
y qué se hace mientras todo parece derrumbarse en esas malditas 23 horas?

Y no sé, no sé qué se hace; pero yo quiero esos cinco minutos
esos cinco minutos de poesía, de música
de escuchar cantar a mi mamá alguna canción de Queen
de esas conversaciones matutinas con mi papá
de ver series con mi hermano
y escuchar "el Alejandra estás loca" de Gabriela;
quiero cada uno de esos minutos.

Y a pesar de esos días en los que la vida parece reírse a mis espaldas
sigo pensando que mientras Alborán siga cantando,
la cerveza nunca se acabe,
y aún recuerde el camino de regreso a casa
el mundo seguirá siendo un lugar bonito.

Y tú deberías pensar igual.





No hay comentarios.:

Publicar un comentario