Eres el punto de partida,
el lugar de llegada,
el camino que he recorrido,
y lo que me falta por andar también.
Eres mi amor por la literatura,
la lágrima que se me escapa escuchando música,
eres mi pasión por el arte,
lo eres todo.
Amarte así,
hace que me estremezca toda,
que me de miedo el tiempo,
y que me asuste la distancia,
pero es que no encuentro
otra forma de amarte.
Si tú también me lo has dado todo.
A veces me siento a observarte,
mientras lees,
mientras cocinas,
o cuando vas recogiendo conchas cada que vamos a la playa;
y pienso: ¿cómo puede ser tan perfecta?
y que yo sea así,
tan torpe,
tan imprudente,
tan amargada a veces;
tú tienes la paciencia que tanto pido,
la bondad que a veces envidio,
y la tenacidad que quisiera tener.
Estoy segura que aún piensas que tengo quince,
con tus: "me llegas a las doce" cada vez que salgo,
tu miedo irracionable a que alguna vez me enamore,
tranquila todo está bajo control,
mi corazón sigue estando intacto.
Llevas grabadas en tu piel tres batallas,
de enero a diciembre luchas por conseguir
todo aquello que nos hace sonreír,
nos muestras cada día que el mundo no se acaba por un problema,
y pase lo que pase tu siempre estarás allí;
cayendo al precipicio si es necesario,
sólo por nosotros.
Pero en un silencio intentaremos demostrar
que destruiremos toda marea que acabe con tu paz,
haremos arder todo incendio que acabe con tus fuerzas
y ojalá siempre sepas que en ningún lugar del mundo,
nadie jamás podrá reemplazarte.
Quiero ser el motivo de tus sonrisas,
el sonido de tus risas,
y la calma de tus lágrimas;
no quiero que pienses que el tiempo pasa volando
y ojalá nunca te asuste el futuro por muy incierto que este sea.
Es que en el libro de mi vida
ya sé con qué pronombre empezar,
el "nosotras" porque hemos sido la mano compañera
cuando las noches parecían más largas de lo normal,
el equipo incondicional para malos ratos
y los miles pañuelos de lágrimas para momentos desafortunados.
Sé que este escrito no se puede comparar con todo lo que hemos vivido
porque es imposibles
a veces ni todas las palabras del mundo
pueden acoger todas las vivencias compartidas;
en ocasiones se necesita un "te quiero"
dicho de frente y a viva voz,
un hombro o un abrazo,
y créeme que tu no has sido sólo eso.
Aunque el tiempo me ha obligado a conocer lo que es ser adulta,
nunca quiero experimentar qué es perderte;
es que de nada sirve pintar un futuro sino es contigo a mi lado.
siempre me enseñaron que el oxígeno es vital para la vida,
sin embargo, mi respiración siempre se verá acompasada de todas las veces que caí
y tú estuviste para levantarme.
Es cierto lo que dices "la vida es una montaña rusa, a veces arriba,
a veces abajo"
pero nada importa,
si eres tú la que va en el vagón contiguo.
Gracias una vez más.
