miércoles, 26 de abril de 2017

Clase de amor



No eres mi primer amor,
ni el segundo,
tal vez ni el décimo;
porque en esta vida he amado tanto,
más veces de las que puedo contar..

Pero eres esa clase de amor
que me hace preguntarme
constantemente si realmente estuve enamorada antes,
porque contigo en frente es imposible no cuestionarme
si realmente estaba viva antes de que llegaras.

Eres esa clase de amor,
que se mete hasta en la piel,
y hasta eso le queda tan corto
a todo lo que siento
con el simple hecho
de que regreses la cabeza,
sólo para mirarme una vez más.

Es esa clase de amor
que te besa los raspones en las rodillas,
que te peina cuando estás cansada,
y te prepara el almuerzo cuando estás enferma.

Esa clase de amor
que te hace cuestionar acerca de todo,
de absolutamente todo,
porque sólo a él lo tienes claro.

Eres esa clase de amor,
que te deja sin aire,
literalmente hablando;
porque yo solo siento respirar,
cuando eres tú quien me da aliento
en cada cosa que hago.

Eres esa clase de amor,
tan difícil de explicar,
tan fácil de vivir,
tan tú,
tan solo tú.

Esa clase de amor
que convierte todos los días
en viernes por la noche,
con música a todo volumen,
y cerveza sin cesar.

Me tiemblan las letras,
porque nada parece hacerte justicia.

Esa clase de amor,
que no se olvida
ni en 500 noches,
ni con otros labios,
ni con nada de nada
porque estará ahí,
contigo,
siempre.

miércoles, 19 de abril de 2017

Te escribo a ti.



He despertado,
son las tres de la mañana,
y no consigo conciliar el sueño,
te he soñado,
de nuevo.

Suena extraño,
ni te conozco
y ya te estoy echando de menos,
pues te he confundido varias veces,
he besado otros labios creyendo que eran los tuyos,
he sostenido otras manos,
con la idea que encajaban a la perfección,
he creído mirar centenares de pestañas,
creyendo que por fin,
te había encontrado.

He muerto un poco,
cuando con el pasar del tiempo,
me daba cuenta,
que no eras tú.

Ahora creo que cada error,
me acerca un poco más a ti,
y solo por eso,
las lágrimas
han valido la pena.

A veces sospecho que te estás escondiendo,
cuando estoy a punto de dar contigo,
desapareces.

Tal vez porque hasta ahora,
ningún tiempo ha sido el adecuado.

Te escribo a ti,
y ni siquiera sé tu color de cabello,
si te gusta el café,
o prefieres el té,
si tienes algún vicio,
o si alguna vez te han roto el corazón.

Imagino que te gusta leer,
que tocas la guitarra,
y que tienes un montón de perros
con nombres ridículos.

Tal vez tropezaremos en la calle,
tal vez yo entraré en una librería
y te reconoceré porque tendrás en tus manos
mi libro favorito,
no lo sé,
sé que llegarás en el momento preciso,
en el tiempo correcto.

Te escribo a ti,
quien quiera que seas
luzcas mal,
luzcas bien;
porque a partir del día que te conozca
hasta mis letras sonarán diferentes,
pensaré:
que ha sido una pérdida de tiempo
no haberte encontrado antes,
pero estará bien,
todo siempre estará bien.

Mira que ni te conozco,
y ya te estoy queriendo.


jueves, 13 de abril de 2017

21.

FOTO: Fernando Moreno

Cuando nació cuentan
que no lloró,
pero que el suelo se tambaleó un poco.

A los dos años,
ya sabías hablar con fluidez,
pero rara vez
articulabas alguna palabra.

Casi nunca dices algo,
pero tienes una opinión con respecto a todo,
detestas que te digan
que eres madura para tu edad,
porque una vez confesaste
que no sabías aún
lo que era la vida.

A los cinco años
pedías que te regalaran libros
en vez de juguetes.

Me gusta la forma en que ordenas
tu librero,
y que aunque nunca te lo he dicho
te ves hermosa
cuando hablas de corrientes literarias.

Cuando cumpliste siete
le dijiste a tu mamá:
"que no te podía decir
lo que tenías o no que hacer."

Nunca oyes ningún consejo,
aunque aprecio que siempre
digas que valoras mi opinión,
siempre terminas haciendo lo que quieres;
"nadie sabe lo que es mejor para mí,
solo yo misma"
-me dijiste una vez-

A los diez
le preguntaste a tu mamá;
¿qué era ser bonita?
y ella te dijo
que no sabía exactamente,
pero que tú lo eras.

Me gustan tus pestañas,
la forma en que frunces el ceño,
cuando no estás de acuerdo conmigo,
me gusta tu manera de sonreír
cuando te digo un elogio,
me gusta que no sepas maquillarte,
y que no tengas idea
lo preciosa que te ves usando vestidos.

A los once
escribiste en tu diario
que el mundo te parecía muy extraño.

Nunca escuchas las noticias,
porque te hacen llorar;
te sientes extraña cuando estás alrededor
de mucha gente,
y nunca hablas con desconocidos.

A los quince
besaste por primera vez a un chico,
y no te gustó ni un poco.

Aprendí que no te gustan las muestras
de afecto,
pero que jamás te resistes a una conversación;
prefieres que te bese en la frente,
y te encanta que te abrace cuando todo va mal;
te molestan los besos en el cuello,
y pateas cuando estás dormida.

A los dieciséis  te emborrachaste,
y te empezó a gustar el vodka.

Detestas el olor a cigarrillo,
adoras el sabor de la cerveza,
no te gustan las fiestas,
ni las discotecas,
prefieres los bares,
y te gusta que haya música en vivo.

A los diecisiete 
le dijiste a alguien
que lo querías,
y él te rompió el corazón.

Me dijiste que nadie te había gustado
como tu primer novio,
y que ahora no entiendes la razón;
dijiste: "ojalá las personas 
siempre quieran a alguien como la primera vez"

A los diecinueve
le dijiste a tu mejor amiga:
que seguías sin entender el mundo,
pero que eso estaba bien.

Detestas hacer planes,
y te pones muy nerviosa
cuando alguien te pregunta sobre el futuro,
te encantan las personas rotas,
y siempre creas excusas
para creer que puedes repararlas.

A los veinte
besaste a alguien que no conocías,
y ahora él está escribiendo esto.

Te encanta el amor,
pero tienes terror vivirlo en carne propia,
dices que eres una romántica de primera,
pero huyes de cualquiera
que intente conquistarte.

A los veintiuno
me dijiste:
"que me querías como la primera vez"
y ahora recién entiendo lo que eso significa.


viernes, 7 de abril de 2017

13 Reasons Why


1. Por la sonrisa de mi madre.
2. Por los consejos de mi padre.
3. Por los triunfos de mis hermanos.
4. Porque algún día mi mejor amiga se casará.
5. Porque algún día conoceré Londres.
6. Porque algún día me enamoraré de alguien.
7. Porque algún día alguien se enamorará de mi.
8. Porque me gustaría publicar un libro.
9. Por los atardeceres en la playa.
10. Por todos los libros que me quedan por leer.
11. Porque algún día disfrutaré de un concierto de Ed Sheeran, John Mayer, o James Bay; o de todos ellos.
12. Porque Jonathan dentro de unos años regresará a casa.
13. Porque aún me quedan muchas canciones por escuchar.

lunes, 3 de abril de 2017

Karma



Mamá siempre dice:
"no escupas al cielo porque se te regresa",
y yo me empapé todita.

Yo siempre fui muy realista;
de romántica nunca tuve ni un poco,
era cruel,
mucho;
criticaba,
hablaba,
juzgaba,
total: "a mi nunca me va a pasar"
-decía-

Y me pasó,
me pasaste.

Y así;
tuve que aprender a tragarme cada palabra que dije,
cada "yo nunca",
que yo misma enterré en cada una de sus tumbas

Y me tocó escuchar:
el "yo te dije";
el que más duele,
el propio;
el que te dices después de tantas madrugadas sin dormir;
aquel que te acusa
por no aprender a cuidarte.

Es que no pude,
todo pasó tan de repente,
que cuando planeé hacer algo;
ya era muy tarde,
ya te quería.

Siempre fui muy metódica,
yo de las palabrerías,
estaba bastante harta;
entonces las esquivaba.

Recuerdo muy bien lo que dije,
cuando apareciste en mi vida:
"ni siquiera me agrada, no entiendo que tanto le ven",
y es que hasta risa me da.

Porque después de todo,
uno no sabe que brazos va anhelar,
en las noches de frío;
y yo estoy aquí,
pidiendo un deseo,
para que algo,
alguien,
me conceda un último abrazo tuyo.

Y si eso del karma existe,
yo debo estar pagando cuentas
muy altas;
no lo sé.