lunes, 3 de abril de 2017

Karma



Mamá siempre dice:
"no escupas al cielo porque se te regresa",
y yo me empapé todita.

Yo siempre fui muy realista;
de romántica nunca tuve ni un poco,
era cruel,
mucho;
criticaba,
hablaba,
juzgaba,
total: "a mi nunca me va a pasar"
-decía-

Y me pasó,
me pasaste.

Y así;
tuve que aprender a tragarme cada palabra que dije,
cada "yo nunca",
que yo misma enterré en cada una de sus tumbas

Y me tocó escuchar:
el "yo te dije";
el que más duele,
el propio;
el que te dices después de tantas madrugadas sin dormir;
aquel que te acusa
por no aprender a cuidarte.

Es que no pude,
todo pasó tan de repente,
que cuando planeé hacer algo;
ya era muy tarde,
ya te quería.

Siempre fui muy metódica,
yo de las palabrerías,
estaba bastante harta;
entonces las esquivaba.

Recuerdo muy bien lo que dije,
cuando apareciste en mi vida:
"ni siquiera me agrada, no entiendo que tanto le ven",
y es que hasta risa me da.

Porque después de todo,
uno no sabe que brazos va anhelar,
en las noches de frío;
y yo estoy aquí,
pidiendo un deseo,
para que algo,
alguien,
me conceda un último abrazo tuyo.

Y si eso del karma existe,
yo debo estar pagando cuentas
muy altas;
no lo sé.

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