No eres mi primer amor,
ni el segundo,
tal vez ni el décimo;
porque en esta vida he amado tanto,
más veces de las que puedo contar..
Pero eres esa clase de amor
que me hace preguntarme
constantemente si realmente estuve enamorada antes,
porque contigo en frente es imposible no cuestionarme
si realmente estaba viva antes de que llegaras.
Eres esa clase de amor,
que se mete hasta en la piel,
y hasta eso le queda tan corto
a todo lo que siento
con el simple hecho
de que regreses la cabeza,
sólo para mirarme una vez más.
Es esa clase de amor
que te besa los raspones en las rodillas,
que te peina cuando estás cansada,
y te prepara el almuerzo cuando estás enferma.
Esa clase de amor
que te hace cuestionar acerca de todo,
de absolutamente todo,
porque sólo a él lo tienes claro.
Eres esa clase de amor,
que te deja sin aire,
literalmente hablando;
porque yo solo siento respirar,
cuando eres tú quien me da aliento
en cada cosa que hago.
Eres esa clase de amor,
tan difícil de explicar,
tan fácil de vivir,
tan tú,
tan solo tú.
Esa clase de amor
que convierte todos los días
en viernes por la noche,
con música a todo volumen,
y cerveza sin cesar.
Me tiemblan las letras,
porque nada parece hacerte justicia.
Esa clase de amor,
que no se olvida
ni en 500 noches,
ni con otros labios,
ni con nada de nada
porque estará ahí,
contigo,
siempre.
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