-Feliz día de las escritoras.
*Yo no soy escritora.
-Sí lo eres, me escribiste un poema.
*Jamás te he escrito un poema.
-Es cierto ¿por qué no lo has hecho?
*Porque no sirvo para escribir de lo que me hace feliz.
-¿Y yo te hago feliz?
*Muchísimo.
La vida entre todas las cosas que me ha enseñado,
tengo una que se me ha grabado permanentemente en la cabeza:
"las cosas nunca, nunca resultan como uno quiere"
pero a veces,
y solo a veces,
es muchísimo mejor.
Enamorarse,
es que todos los clichés de repente se cumplan,
que la poesía siempre hable de tu vida,
que las películas de amor se sientan reales,
y que todas las canciones,
sean la banda sonora,
de cientos de recuerdos preciosos.
Y toda esa cursilería.
-Estás preciosa.
*¿Cómo lo sabes?
-Porque tú siempre estás preciosa
*No cuando pase días sin dormir por aquella horrible gripe.
-También esa vez; es más, nunca te he visto tan guapa como ese día.
*Mientes.
Pero también,
es que las cosas más cotidianas,
las acciones más sencillas,
sean tu actividad favorita del día;
que yo esté cepillándome los dientes,
y tú estés haciendo muecas al espejo.
O como aquel día que enfermé,
y tu hiciste una sopa horrorosa,
y te acurrucaste conmigo aquel domingo,
y olvidaste ese correo que debías enviar a media noche.
Cosas así.
-Ya en serio, ¿me escribirás un poema?
*No lo sé, tal vez; probablemente cuando me rompas el corazón.
-Yo no te romperé el corazón.
Ya sé, sábado, iremos a un museo, tomaremos un café, y ahí me leerás el poema que escribirás para mí.
*Tú odias los museos.
-Pero tú los amas.
*Igual no te escribiré un poema para el sábado.
-¿Por qué no?
*Porque así no funciona esto.
-Entonces ¿cómo?
No sé como va esto
¿sabes?
esto de querer alguien,
a veces me faltan las palabras,
a veces no sé que hacer,
a veces no respondo las llamadas,
o los mensajes,
porque no sé que hacer,
porque aún me aterra lo mucho que te quiero.
Porque ese día mientras acariciaba tu cabello,
y lloraba escuchando aquel audiopoema,
que tú decías que era aburrido,
era porque ella también me hablaba de ti.
Porque desde el día en que tu mirada tropezó con la mía.
Todos,
y todo,
me hablan de ti.
"Fue en ese segundo exacto,
cuando al mirarte le pedí al cielo, al destino y a la suerte,
a cualquiera que sea el hilo que mueve este puto mundo,
que no te fueras jamás,
que te quedaras a mi lado siempre."
Lo dijo Loreto.
Pero como yo no soy escritora te digo:
que lo haré mal,
que me equivocaré tantísimas veces,
pero que siempre,
acabaré queriendo que nos salga bien,
que me salgas bien.
Que me faltarán versos,
y escritos sin sentido,
para que entiendas que si dejo que rayes mis libros,
es porque te quiero,
que si dejo que tú elijas el vino,
es porque no quiero que nadie más lo vuelva a elegir,
que si comparto contigo mis canciones favoritas,
es porque quiero que la última canción que escuches antes de dormir,
te recuerde siempre a mi.
Porque tal vez no te de besos inesperados,
ni te dedique canciones,
ni haga regalos sorpresas,
ni te escriba poemas de amor.
Pero que te voy a querer,
toda,
todita la vida,
así
no estés.
Así,
un día te vayas.
Y ahí sí,
que te voy a escribir una antología completa.
-Te quiero.
*Lo sé.
-¿Me estás escribiendo un poema cierto?
*Así es, tendrás que poner cara de sorprendido.
-Más vale que me haga llorar.
*Más vale que traigas cervezas.
-Ya las compré, llego en diez.
*Vale, te quiero.
Dicen que la vida,
siempre pone a cada quien en su lugar.
Y yo he terminado aquí,
contigo.
Ten, tu poema.
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ResponderBorrarEstoy pensando hacer lo mismo que tú, tal vez lo haga, tal vez deje mis pensamientos por aqui.
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