Las manos temblando,
las lágrimas en el escritorio,
una voz susurrando:
"estás muy flaca, pareces un palo".
Otra que dice:
"que gorda estás ¿qué te paso?"
No eres muy inteligente,
ni guapa,
ni valiente,
ni divertida.
No eres suficiente.
No.
"Nunca encontrarás.
alguien que se quede,
eres rara."
Y te lo empiezas a creer.
Todo.
Un grupo de chicas
riéndose,
apuntando con el dedo.
El peso,
el maquillaje de marca,
la ropa de moda,
y el chico más guapo.
Tonterías.
Tonterías que alguna vez pensé que eran importantes.
A veces aún escucho esas risas.
A veces aún siento que me apuntan con el dedo.
A veces aún escucho el: "pero si está bien fea."
Pero ahora,
esas chicas con el cabello perfecto,
con la sonrisa triunfadora,
con el maquillaje impecable,
me dan pena.
Me dan muchísima pena.
Me pregunto si con esa misma boca
que pronunciaron comentarios maliciosos,
dijeron alguna vez te quiero.
Si con el mismo dedo que alguna vez me apuntaron,
dibujaron un corazón a escondidas.
Si con esa misma sonrisa de maldad,
se rieron de algo bonito.
No lo sé.
Pero ojalá sí.
Ojalá alguna vez sus madres les haya acariciado el cabello,
su padre pase por ellas a la salida del trabajo,
y tengan una mejor amiga que las sorprenda con un abrazo.
Ojalá alguna vez sientan que el amor no les cabe el pecho,
y tengan que ponerse a llorar de lo bonito que es todo.
Porque eso es lo que les falta,
les hace tantísima falta.
Un poco de amor.
Ojalá algún día se quieran tanto,
como dicen hacerlo.
Ahora me río,
ahora no arreglo mi cabello,
ni me maquillo,
ni me visto bonito.
Pero hay veces,
pequeñas veces,
en las que veo mi reflejo y pienso:
"bueno, total no puedo hacer nada al respecto"
y en esa milésima de segundos,
me siento tan culpable,
tanto.
De aún no poder quererme como me merezco.
De aún no poder decir:
"al carajo todo, soy preciosa":
Porque no,
porque aún no puedo.
Pero algún día saldré a bailar,
y sentiré como todo se ha reparado,
por fin.
Espero que ellas,
algún día,
también puedan decir lo mismo.
las lágrimas en el escritorio,
una voz susurrando:
"estás muy flaca, pareces un palo".
Otra que dice:
"que gorda estás ¿qué te paso?"
No eres muy inteligente,
ni guapa,
ni valiente,
ni divertida.
No eres suficiente.
No.
"Nunca encontrarás.
alguien que se quede,
eres rara."
Y te lo empiezas a creer.
Todo.
Un grupo de chicas
riéndose,
apuntando con el dedo.
El peso,
el maquillaje de marca,
la ropa de moda,
y el chico más guapo.
Tonterías.
Tonterías que alguna vez pensé que eran importantes.
A veces aún escucho esas risas.
A veces aún siento que me apuntan con el dedo.
A veces aún escucho el: "pero si está bien fea."
Pero ahora,
esas chicas con el cabello perfecto,
con la sonrisa triunfadora,
con el maquillaje impecable,
me dan pena.
Me dan muchísima pena.
Me pregunto si con esa misma boca
que pronunciaron comentarios maliciosos,
dijeron alguna vez te quiero.
Si con el mismo dedo que alguna vez me apuntaron,
dibujaron un corazón a escondidas.
Si con esa misma sonrisa de maldad,
se rieron de algo bonito.
No lo sé.
Pero ojalá sí.
Ojalá alguna vez sus madres les haya acariciado el cabello,
su padre pase por ellas a la salida del trabajo,
y tengan una mejor amiga que las sorprenda con un abrazo.
Ojalá alguna vez sientan que el amor no les cabe el pecho,
y tengan que ponerse a llorar de lo bonito que es todo.
Porque eso es lo que les falta,
les hace tantísima falta.
Un poco de amor.
Ojalá algún día se quieran tanto,
como dicen hacerlo.
Ahora me río,
ahora no arreglo mi cabello,
ni me maquillo,
ni me visto bonito.
Pero hay veces,
pequeñas veces,
en las que veo mi reflejo y pienso:
"bueno, total no puedo hacer nada al respecto"
y en esa milésima de segundos,
me siento tan culpable,
tanto.
De aún no poder quererme como me merezco.
De aún no poder decir:
"al carajo todo, soy preciosa":
Porque no,
porque aún no puedo.
Pero algún día saldré a bailar,
y sentiré como todo se ha reparado,
por fin.
Espero que ellas,
algún día,
también puedan decir lo mismo.
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