martes, 29 de junio de 2021

Después de ti.



Pasé mucho tiempo estancada en tu recuerdo,
sacándolo a bailar de vez en cuando,
invitándolo a una cerveza.

Me costó tanto dejarlo ir,
dejarte ir.

Eras todo lo que alguna vez conocí del amor,
del primer amor,
del que hace bien,
del que te abraza
 y pone tu canción favorita.

Pero cuando lo hice,
cuando por fin te dejé volar,
entendí que el amor siempre es algo más,
ahora entiendo por qué te fuiste,
y por qué ahora no quiero que regreses.

Fuiste ese amor con fecha de caducidad,
el que me enseñó tantas cosas,
y una de ellas a cómo decirte adiós,
a cómo levantarme cada día con el alma hecha añicos,
a cómo reconstruirme paso a paso.

Siempre pensé que el amor era infinito,
pero no siempre es así,
ahora sé que puedo enamorarme mil veces
y eso no significa que no te amé con todo mi ser.

Pero se que después de ti,
hay más,
mucho más.

Está el amor que se queda,
que no se va,
que vuela contigo y te cose las alas cuando lo necesitas.

Está el amor que prepara la cena,
y saca los perros a pasear,
el amor de hogar,
y fogata,
y  convivencia.

Está el amor de viernes,
de cama,
ron,
y labial rojo,
de conversaciones en la madrugada.

Está el amor que no pudo ser,
pero no por eso deja de ser amor.

Ahora me da menos miedo esa palabra
"amor"
¿recuerdas como solía esquivarla?
mis lágrimas al decirte por primera vez
lo que sentía.

Ahora la adoro,
la repito un montón,
ahora quiero llenarme de todo el amor posible,
de todos los que pueda.

Después de ti,
hay más,
muchísimo más.

martes, 15 de junio de 2021

Hoy oré.



 Hoy oré,
pareció tan natural, 
como si nunca lo hubiera dejado de hacer.

Oré como cuando tenía diez años,
de rodillas y con el corazón en la mano.

El sábado me enojé mucho
mucho con Dios,
le hice un poema del que mamá estaría horrorizada.

Le dije de todo,
tenía mucha rabia,
y mi cabeza era un nido,
e hice lo de siempre,
escribir.

Le escribí,
le exigía respuestas,
y lloré,
mucho,
de miedo,
de enojo, 
lo maldije,
una y otra vez.

Hoy se que me perdona.

No soy buena escribiendo,
y mucho menos de esto.

Mi relación con Dios ha sufrido algunos destrozos,
ha tenido buenos momentos,
y otros no tanto.

Se quebró hace algunos años,
y a veces me esfuerzo tanto por recomponerla,
por recomponerme.

A veces tengo esa sensación de alejarme por completo,
de no buscarlo más,
de desechar mi Biblia,
de buscar respuestas en otro lado.

Pero siempre vuelvo a Él,
de alguna u otra forma,
se me hace imposible no pensar en Él
en cualquier momento del día.

Cuando hay luna llena,
cuando llueve,
cuando hace sol,
cuando hay un arcoíris apareciendo entre las montañas.

Pienso en Él.

Mi cabeza sigue dando vueltas,
pero ha sido Él,
el que me ha puesto en camino,
como siempre,
con una serie que nunca pretendí ver,
y me empezó hablar de su palabra,
cuando al poner música en modo aleatorio,
me sorprendí adorándolo.

Después de cuatro días de llorar sin parar,
he encontrado paz,
alivio en el corazón,
he orado,
y he pedido una y otra vez lo que quería que Él me regalara
más que nada en el mundo.

Al final,
antes de ponerme en pie le susurré:
"que se haga tu voluntad,
pero por favor,
por favor,
ayúdame aceptarla"

Y creo que Él,
me sonrió;
un poquito.



lunes, 14 de junio de 2021

Tú y yo



Empezaré diciendo que tú y yo,
siempre seremos una historia mal contada,
un cuento cortito,
con un final no tan feliz.

Tú y yo fuimos muchas cosas,
fogata en invierno,
sombrita de verano,
domingo en el sofá.

También fuimos ruido y silencio,
canción favorita a las cuatro de la tarde,
fuimos hora pico,
y también semáforo en verde.

Fuimos tanto,
que acabamos siendo nada.

Ahora pienso que ese fue nuestro error:
querer enjaular,
encasillar,
darle nombre a algo tan pero tan grande,
que tuvo que huir para ser libre.

A veces lo sigo visitando ¿sabes?
a eso que tuvimos,
lo saludo,
lo invito a tomar un vino y me río con él,
a veces dice que nos extraña,
otras,
no tanto,
que esta mejor sin nosotros.

Tú y yo fuimos un secreto tan pero tan bonito,
que a veces me gustaría contárselo a alguien,
pero me aterra que eso,
lo lleve a perder su magia.

No sé si te he idealizado,
si en realidad juntos,
no éramos tan maravillosos,
pero el pasado suele tener ese truco.

Me quiero seguir quedando ahí,
pensar que fuimos perfectos,
que seremos inmortales en esa risa
que me diste aquel verano de hace tres años.

Dejé de pintarte en mi futuro,
de pensar que algún día,
la vida me sorprende y nos tropezamos un martes cualquiera
para iniciar en donde nos quedamos.

Dejé de pensarlo porque simplemente dejé de conocerte,
porque ya no recordaba tu color favorito,
la canción que te hacía cantar a todo pulmón,
olvidé tu fecha de cumpleaños,
y a qué le tenías miedo.

Y entonces el amor,
empezó a tener otros ojos,
otras manías,
y otra manera de hacerme reír.

Pero hay momentos,
días,
fugaces,
en los que cierro los ojos
y juro que puedo escucharte,
tarareando la misma canción siempre.

Ahora entiendo,
que pueden haber millones de tú y yo,
pero nadie como tú,
ni como yo.

lunes, 7 de junio de 2021

Amor es.



Siempre pensé que el amor se trataba de grandes gestos,
que llegaba como un tsunami,
un terremoto,
a arrasarlo con todo,
a poner toda la casa patas arriba,
creí que era ruidoso,
y altanero.

Con el tiempo,
he entendido que el amor es suavecito,
que llega como brisa en primavera,
que es la sombrita que te tapa de un día extremadamente caliente,
que es callado,
y abrigado.

El amor no es complicado,
ni conciertos bulliciosos,
a veces es que los dos estén en silencio y puedan leer cada uno su libro.

Es el aroma a café,
y el beso de buenos días de mamá,
es que se levante a las dos de la mañana
para hacerte compañía porque odias la oscuridad.

Amor es que la noche esté helada y me calientes los pies,
que esperes paciente para ver juntos el capítulo de aquella serie que mueres por ver.

Amor es pedirle a Dios, al universo, o cualquier cosa en la que crees,
que por favor la vida conspire a su favor,
y los ponga en el mismo camino.

El amor es ligero,
no aprieta, 
se hace un lugar.

Es compromiso,
sí,
es saber ceder,
es saber cuando retirarse.

Pero no duele,
no es un campo de pelea,
nadie pierde,
cuando es amor,
siempre se gana.

Siempre había pensado que el amor
te corta las alas,
te asienta en tierra,
pero no,
te da más impulso para volar,
es un copiloto maravilloso
y pone música extraordinaria.

Pienso en mis cosas favoritas,
la cerveza helada,
el mar,
los dedos entre la arena,
She will be loved a todo volumen en la sala,
el vino con papá de los viernes,
mi colección de poemario,
pienso en eso,
y que eso también es el amor,
compartir todo aquello que nos enciende el corazón,
y dárselo a alguien más,
en bandeja de oro.

Amor es reír,
y llorar,
y orar de rodillas por el bienestar del otro.

Amor es que yo esté escribiendo esto,
tú no tengas idea y aún así estés sonriendo del otro lado de la sala.