viernes, 7 de enero de 2022

Soltar



He venido ya varias semanas tratando esto en terapia;
soltar,
que palabra tan rara,
s o l t a r,
y en este tiempo he entendido su importancia.

Cuando todo se derrumbó empecé a preguntarme:
¿qué ocurre?
¿qué pasó?
y todo se resume a una cosa:
no supe soltar a tiempo.

Aún no lo sé, pero lo estoy intentando.

Creía que iba a ser más sencillo,
pero la realidad es que es una putada.

Soltar también significa abrir heridas que parecían sanadas,
admitir errores,
aprender a perdonarme.

Yo siempre he sido de las que se van,
sin chistar,
si voltear.

Pero eso solo ha hecho más difícil porque he llevado a cuestas tantos:
"y si.."
"tal vez"
y hoy he decidido quemarlos,
abrirles un agujero,
echarles tierra,
y dejarlos morir,
porque me he hecho esta pregunta ya varios días y es: ¿qué carajos gano yo, con tantos "ojalás"?
y la verdad es que nada.

He sido desdichada ya mucho tiempo.

Dejando acumular resentimientos,
el deseo que no les vaya tan bien,
no sin mi,
que me extrañen un poco.

Con el tiempo,
y en terapia,
entendí que es el cúmulo de todas mis inseguridades,
de nunca creerme suficiente,
de que los demás sientan mi ausencia,
de sentir que no hay nadie como yo,
de la necesidad de aprobación.

Ahora lo he entendido,
que hay caminos que no coinciden,
nuevas rutas,
nuevos planes,
y eso no tiene nada que ver conmigo,
de ser mejor o peor que aquella,
yo soy yo,
y ya.

He puesto en un papel aquellos nombres,
que he tenido atorado todos estos años en la garganta,
me he perdonado,
y los he soltado.

Y no solo eso,
he soltado todas esas etiquetas,
esas versiones de mi que resultaron ser el producto
de todos esos miedos y rencores que cargué por mucho tiempo,
pero ya no quiero ser ella.

Quiero soltar mi manía de siempre querer vivir en el mañana,
en los "por si acaso"
en los "tal vez"
quiero soltar el control
mi inseguridad
y todo lo que me impide convertirme en la mujer que quiero.

En la mujer que me haga sentir  orgullosa,
no para nadie más,
para mi.

Hoy soy una persona completamente rota,
que se derrumbó para armarse de nuevo,
de cero,
ha sido un camino durísimo,
pero he vuelto a andar,
por mi cuenta,
paso a paso.

Qué orgullosa estoy de mi.

Suelta Ale,
suelta,
y vuela.

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