Tengo cientos de preguntas atoradas en la garganta.
Y se que me va a tocar seguir con esas dudas revoloteando en mi cabeza.
Primero, porque yo no tengo el coraje de que me digas la verdad en la cara;
y pues a ti, no te interesa; lo se.
Lo voy a escribir por aquí, porque probablemente nadie lo lea,
y porque de alguna forma tengo que sacarlo,
no quiero que se quede dentro y me envenene,
de verdad que no.
Así que ahí va:
¿me quisiste?
algún momento ¿lo hiciste?
es que ahora,
después de unos meses se me hace imposible
pensar que una persona que te quiera
se marche de una manera así.
Que lo que más me duele no es que te hayas ido,
porque lo entiendo,
y lo respeto,
que te hayas ido de esa forma es lo que nunca te voy a perdonar.
¿Me extrañas?
en algún momento de tu día
¿piensas en mi?
o ¿ya soy solo un mal recuerdo?
Porque yo te pienso todos los días,
no todo el tiempo,
ya estoy durmiendo bien,
y al menos ya no lloro siempre que te recuerdo.
Pero es que estos días he sentido tanta rabia,
que me consume,
que me hace odiarte,
y no quiero odiarte.
Odio que no me hayas querido
y que me hayas hecho creer que sí.
Odio que aunque tu no lo hagas
yo estoy aquí,
como una perfecta idiota.
queriéndote,
porque sí,
porque aún te quiero.
Te dije dónde me dolía,
cómo me habían herido,
y ahí es donde me heriste.
No te preocupes,
ya lo tengo todo claro.
Tranquilo,
no te asustes,
no me muero sin ti,
eventualmente voy a estar bien,
pero es que me has hecho odiarte,
y no quiero odiarte.
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