Escribo esto después de un ataque de ansiedad.
El segundo en esta semana.
No se como explicarlo, lo siento en el pecho, ahí en la mitad del pecho, y se extiende a mis manos, y a mis piernas, y se apodera de todo, de todo.
Ansiedad hija de puta.
La detesto, no me deja en paz.
Debería estar feliz, saltando en un pie, deseaba tanto esto y solo puedo pensar: "y si", "y si algo sale mal" y empiezan mis pensamientos intrusivos adueñarse de todo, de todo.
Ya no se qué parte queda de mi sin ella.
Hija de puta.
La vida no debería pesar de esta forma, no debería sentirse así.
No.
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