martes, 9 de febrero de 2016

Reproches.


He acabado un libro sobre una chica que es maltratada en los patios de su colegio,
al final del libro; como epílogo asomó su carta de suicidio,
agradeciendo a todos los responsables de ese acto.

Mi mamá entró en mi cuarto y me preguntó que ahora por qué lloraba,
le conté la historia de esa pobre chica,
y de mi indignación de saber que esto no es una historia ficticia;
que ocurre a diario; y que las personas no hacen nada por detenerlo;
después de que mi mamá me consolara, yo solo atiné a decirle: la sociedad es una mierda,
y ella me respondió: así es, y eso también es nuestra culpa.

Esas palabras me han estado rondando por la cabeza, y he decidido escribir esto:
un reproche, un grito a esas personas: aquellas que se pasan quejando y opinando;
y no hacen absolutamente nada al respecto,
déjenme decirles algo: que aquellos que ven lanzar la piedra sin objetar, son igual de culpables que los que la avientan.

Escribo desde la tristeza que me ha provocado escuchar What a wonderful world,
y pensar que todo lo que nos dice Louis Armstrong es una vil mentira.

Gritamos a la televisión, reímos con nuestros celulares, y le contamos nuestros secretos a una computadora, e ignoramos a los que nos rodean,
nos refugiamos en redes que dejaron de ser sociales hace mucho tiempo, para convertirse en trampas que nos tienen como prisioneros a todos.

Niños que juegan a ser adultos, cobardes que creen ser valientes, ignorantes que repiten opiniones de algún sitio del internet y se creen los próximos presidentes de la República.

Tú, si tú; el que critica la política, el que está a favor o en contra de la adopción de los homosexuales, el que cita a filósofos en sus conversaciones, el que se cree "diferente" por estar al tanto de los acontecimientos del mundo, a parte de revisar twitter ¿que es lo que haces cuando llegas a casa?

Es que estoy harta de tanto escuchar el adjetivo "joven" para justificar tanta rebeldía, tanto egoísmo;
que no es la edad para preocuparnos del mundo; y entonces ¿cuándo?
y bien, si quieres seguir con la venda en los ojos, viviendo en esa ciudad de papel que tú mismo construiste; hazlo, pero mantén la boca cerrada cuando afuera de tu burbuja el mundo entero explote; porque eso a ti no te compete.

Hoy no me importa; hoy les digo: SE PUEDEN IR TODOS A LA MIERDA;
a esos que esconden sus ideales por no ser parecidos a los del resto, 
a esos que no salen de sus casas los viernes 13,
a esos que tienen tanto miedo de que los vuelvan a lastimar y por eso dañan al resto
COBARDES
esos, esos que se peguen de inmediato un tiro en la sien, y que no jodan más
porque la vida no se hizo para eso
se hizo para cuestionar, para nunca estar de acuerdo;
y salir de nuestras camas para que el mundo sepa que nosotros también podemos gritar;
se hizo para amar, para rompernos el corazón, y para aprender como repararlo;
la vida se hizo para muchas otras cosas; y estar de brazos cruzados no es una de esas.




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