martes, 29 de agosto de 2017

Voy a quererte.


Voy a quererte por las que te quisieron y tú no quisiste,
por las que te quisieron bien,
y por las imbéciles que te quisieron mal.

Voy a quererte como el fin de una dieta,
como un sábado en la noche,
como inicio de vacaciones,
como a una cerveza después de tantos meses sobria.

Voy a quererte al estilo de una canción de Bryan Adams,
como un solo de guitarra,
como la primera pieza de arte de un pintor.

Como el amor de jardín,
como el primer desliz de algún adolescente,
como una viejita que a pesar de los años
jura seguir enamorada de la misma persona,
todos y cada uno de los días.

Voy a quererte porque no se me ocurre qué más hacer contigo a lado,
me reviento la cabeza pensando en cómo alguien se ha atrevido a hacerte daño,
y no lo sé,
ojalá que el karma las atrape a las muy hijas de puta.

Voy a quererte,
porque sí,
porque me da la gana,
porque me das las ganas,
porque me ha parecido una completa estupidez,
no haberte querido antes.

domingo, 27 de agosto de 2017

Ojalás


Ojalá algún día tropiece con una sonrisa como la tuya,
ya que la original se encuentra en manos de otra.

Ojalá me cuide,
me cure,
me tenga paciencia,
sepa que lidiar conmigo jamás será sencillo,
pero que una vez rotos los muros,
todo habrá valido la pena.

Ojalá él no tenga la necesidad de vivir en otra risa
que no sea la mía,
ojalá yo para él sí sea suficiente.

Ojalá intercambiemos libros,
sepamos leer miradas,
que por fin alguien me enseñe a estacionar,
a cocinar,
a confiar.

Que el mundo nos quede diminuto
para tanta vida.

Ojalá él sí se quede,
sabiéndome desastre,
huracán y tormenta,
ojalá aprenda a llover conmigo.

Ojalá nos ríamos tanto
que el resto se pregunte:
¿cómo lo hacen?
¿cómo es que son tan felices?
pero que ni él,
ni yo,
tengamos puta idea.

Ojalá alguien me quiera de la manera en que yo solía hacerlo,
ojalá se le haga tan difícil olvidarme,
y ojalá nunca lo consiga,
ojalá siga pensando que soy especial,
así no esté a su lado.

Ojalá me quiera bien,
como yo sigo queriéndote.

lunes, 21 de agosto de 2017

No estás sola.


Te han roto el corazón ¿verdad?
te han lastimado,
lo puedo ver en tus ojos.

"Tranquila, que yo ya estoy acostumbrada a esto"
cariño,
nadie,
debería acostumbrarse al daño.

No quiero que lo hagas.

¿Qué te han hecho?

Dónde ha quedado tu risa a mediodía,
tus bailes de salón
tus zapatos de tacón,
tu vestido negro cada noche de viernes.

Dónde ha quedado tu mirada coqueta,
tu sonrisa indiscreta,
tus saltos de niña terca
cuando jurabas que algún día atraparías la luna.

Que le ha pasado a tu poesía,
ya no te veo escaparte en la noche,
mientras te sentabas en la banca del parque
diciendo que con las estrellas podías escribir mejor.

Dices que sigues siendo la misma,
que creciste,
y que eso era inevitable.

Sé que hay algo más,
lo sé,
pero te niegas a decir su nombre en alto,
aún duele.

Me encantaría poder tomar ese dolor,
y hacerlo un poquito mío,
porque nada me enoja más
que verte ahí sentada,
con los mirada en la nada,
y yo aquí,
cruzado de brazos.

Quisiera gritarte,
hacerte despertar,
y decirte,
que aquello,
no era amor.

Que si duele, que si sangras, que si hace tantísimo daño,
eso ni de cerca,
es amor.

Quisiera vendar esas alas,
y volar contigo,
atrapar esa estrella fugaz,
y desear
que te devuelva esa sonrisa.

Esa que me enamoró un 29 de febrero.

Sé que es difícil,
que ahora los días se te antojan negros,
que no quieres volver a fallar.

Pero vamos cariño,
que no estás sola,
y si eso depende de mí,
jamás lo estarás.



martes, 15 de agosto de 2017

"Guapa"


No soy guapa,
lo sé,
no,
no vean esta afirmación
como falta de autoestima,
o como el típico:
"está esperando que alguien la elogie".

No,
no soy guapa,
porque no me interesa serlo.

Según sus estándares de belleza,
ustedes definen a alguien como
"atractivo"
por como luce,
dependa o no
de herramientas adicionales:
maquillaje, un buen vestuario,
fotos editadas,
y ya,
eres guapa/o.

A mi no me apetece ser "guapa".

Me han definido varias veces
como "fea"
pensando que eso puede ser una ofensa para mí,
já,
ilusos.

Mi belleza,
la de verdad,
no se opaca,
no se obstruye,
porque no se observa,
se siente,
y qué bonito aquello.

A mí díganme inteligente,
fuerte,
amable,
valerosa,
a mí díganme que valgo la pena.


domingo, 13 de agosto de 2017

Quiero decirte.


Quiero decirte que tu sonrisa me encanta,
que adoro esa forma tuya de mirarme cuando intentas hacerme reír,
que me gustan tus manos y la forma en la que aprietas cuando agarras las mías.

Quiero decirte que adoro la manera en que frunces el ceño,
que me gusta tu forma de peinarte,
y que miento cada vez que digo
que detesto escucharte cantar.

Quiero contarte que hasta mi almohada
se ha grabado tu nombre,
que llevo tu apellido en mis cuadernos,
y que parezco una niña de quinceaños,
cuando dices que me quieres.

Quiero decirte que mi piel cobra vida propia,
cuando eres tú quien la roza;
porque algo mío se desprende,
para volverse tuyo.

Y creo que eso,
también,
significa libertad.



lunes, 7 de agosto de 2017

Real.


No me enseñes a volar,
ni a soñar;
que eso lo sé de sobra.

Devuélveme a tierra firme,
demuéstrame que el mundo real,
no está tan en la mierda
como suelo pensar.

Que un equipo de dos
es más que suficiente para cualquier travesía.

Enséñame que la soledad
sigue siendo bellísima,
y más si la comparto contigo.

Demuéstrame que los libros,
las canciones,
y que hasta la mismísima poesía,
podría quedarse corta,
con todo lo que tú tienes para enseñarme.

No me bajes el cielo,
ni estrellas;
que de eso me puedo encargar yo.

No te disfraces de un príncipe azul,
porque de esos,
ya tengo dos.

Muéstrate humano,
imperfecto
y muy real.

Porque yo no pido un cuento de hadas,
de esos ya he vivido muchos.

Que la realidad es mucho más bonita,
si abro la puerta,
y me encuentro con tu sonrisa.


martes, 1 de agosto de 2017

No quiere irse.


Un día se levanta y piensa:
no puedo seguir así,
ya no.

Pasa y entiende muchas cosas,
con lágrimas en los ojos,
y la convicción por delante
se dice:
esto no merezco,
y se va,
sin la idea de volver.

A mitad de camino se da cuenta
que no quiere irse,
pero no voltea a mirar,
sabe que no lo encontrará detrás de ella.

No seas idiota,
ella aún está dispuesta a darte una oportunidad,
una que no mereces.

No dejes que cruce esa esquina,
porque si lo hace,
te aseguro que no volverá,
y te arrepentirás.

Ella encontrará a alguien más
y no será difícil,
lo sabes.

Se enamorará de su risa,
hará de todo porque esta nunca se apague,
la escuchará horas hablar de poesía,
le comprará Cd´s,
la invitará a cenar,
la sorprenderá con cerveza todos los viernes,
hará lo que ella esperaba que tú hicieras.

Qué imbécil eres.

Te arrepentirás,
pero será demasiado tarde.

No seas idiota,
ella no quiere irse,
pero tú la estas empujando a que lo haga.