lunes, 7 de agosto de 2017

Real.


No me enseñes a volar,
ni a soñar;
que eso lo sé de sobra.

Devuélveme a tierra firme,
demuéstrame que el mundo real,
no está tan en la mierda
como suelo pensar.

Que un equipo de dos
es más que suficiente para cualquier travesía.

Enséñame que la soledad
sigue siendo bellísima,
y más si la comparto contigo.

Demuéstrame que los libros,
las canciones,
y que hasta la mismísima poesía,
podría quedarse corta,
con todo lo que tú tienes para enseñarme.

No me bajes el cielo,
ni estrellas;
que de eso me puedo encargar yo.

No te disfraces de un príncipe azul,
porque de esos,
ya tengo dos.

Muéstrate humano,
imperfecto
y muy real.

Porque yo no pido un cuento de hadas,
de esos ya he vivido muchos.

Que la realidad es mucho más bonita,
si abro la puerta,
y me encuentro con tu sonrisa.


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