lunes, 21 de agosto de 2017

No estás sola.


Te han roto el corazón ¿verdad?
te han lastimado,
lo puedo ver en tus ojos.

"Tranquila, que yo ya estoy acostumbrada a esto"
cariño,
nadie,
debería acostumbrarse al daño.

No quiero que lo hagas.

¿Qué te han hecho?

Dónde ha quedado tu risa a mediodía,
tus bailes de salón
tus zapatos de tacón,
tu vestido negro cada noche de viernes.

Dónde ha quedado tu mirada coqueta,
tu sonrisa indiscreta,
tus saltos de niña terca
cuando jurabas que algún día atraparías la luna.

Que le ha pasado a tu poesía,
ya no te veo escaparte en la noche,
mientras te sentabas en la banca del parque
diciendo que con las estrellas podías escribir mejor.

Dices que sigues siendo la misma,
que creciste,
y que eso era inevitable.

Sé que hay algo más,
lo sé,
pero te niegas a decir su nombre en alto,
aún duele.

Me encantaría poder tomar ese dolor,
y hacerlo un poquito mío,
porque nada me enoja más
que verte ahí sentada,
con los mirada en la nada,
y yo aquí,
cruzado de brazos.

Quisiera gritarte,
hacerte despertar,
y decirte,
que aquello,
no era amor.

Que si duele, que si sangras, que si hace tantísimo daño,
eso ni de cerca,
es amor.

Quisiera vendar esas alas,
y volar contigo,
atrapar esa estrella fugaz,
y desear
que te devuelva esa sonrisa.

Esa que me enamoró un 29 de febrero.

Sé que es difícil,
que ahora los días se te antojan negros,
que no quieres volver a fallar.

Pero vamos cariño,
que no estás sola,
y si eso depende de mí,
jamás lo estarás.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario