martes, 1 de mayo de 2018

Héroe


Papá corriendo para que no me caiga,
papá en la camilla del hospital contándome historias para que deje de llorar,
papá discutiendo conmigo por un ejercicio de matemáticas,
papá regalándome libros,
papá durmiéndose en las películas.

Desde muy niña lloraba un montón cuando tenías que irte de viaje,
cuando volvías pasaba horas mirando la puerta por si llegabas.

De niña eras mi héroe, mi superhumano, el mejor hombre del planeta,
han pasado veinte años y las cosas siguen exactamente igual.

Creo que eres la persona a la que más escribo,
es que de ti; se puede hacer un libro, con mínimo 1000 páginas,
letra arial, tamaño nueve,
y aún así,
me quedaría corta de todo lo que puedo contar.

Eres la persona por la que más he llorado,
solo con verte,
ahí;
acostado leyendo el periódico,
o ver como observas a mamá y le tomas mil fotos en nuestros viajes,
o que pases en las ferreterías como niño pequeño,
solo eso,
me provoca derramar lágrimas,
porque me parece tan absurdo que entre millones de personas,
sea yo,
la afortunada de tenerte.

Me parece injusto que el mundo no te conozca,
no sepa de tu magia,
de tu bondad,
de todo lo que puedes llegar hacer con una simple mirada,
con un solo abrazo, porque yo en tus brazos siento que de repente el mundo cobra sentido.

Y amo la forma en la que te miro, no como tú me observas,
capaz de alcanzar la luna si me lo propongo,
amo la manera en la que tú me haces mirarte y que podría pasar vidas haciéndolo.

Amo la forma en la que te amo papá,
tan desmedidamente,
tan irracional,
como si una parte de mi cuerpo haya sido creada solo para eso,
para quererte así,
no se me ocurre hacerlo de otra manera.

Que nadie tiene que explicarme qué es el amor,
yo ya lo sé,
claro que sé que es el amor
¿acaso no me has visto descubriéndolo cuando te miraba y tú estabas sonriendo?

Y aunque los años no pasan en vano, yo a ti, te veo cada vez más guapo.

No puedo imaginarte de otra forma,
no se me ocurre hacerte más perfecto.

No tengo nada más que decirte, porque todo esto ya lo sabes de memoria.

Papá, quédate aquí por siempre.

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