Salió mal,
como todo aquello que deseas con tantas fuerzas,
que salga bien.
Salió mal,
como todo el mundo esperaba,
como los demás sabían que iba acabar,
como esas veces que me advertían de ti.
Así,
salió mal.
Escogiste huir,
navegar en otras bocas,
descubrir nuevos mundos,
mas allá de mis conversaciones.
Escogiste faldas,
tacones,
y lápiz labial.
Bares,
whisky,
cigarrillos,
y polvos casuales.
Cuando yo a ti,
te daba domingos eternos,
días de sol y playa.
Salió mal,
porque cuando volteaba a ver,
tú mirabas otras piernas,
y así
¿cómo esperabas que saliera bien?
Ya,
que no voy a reprocharte nada,
que tú no eres de los que se enamora,
que no haces promesas,
que a ti el "para siempre" te queda demasiado grande.
Pero
dime,
cómo no iba a pensar que sería diferente
si al decir mi nombre
reías como un niño de secundaria.
Si te ponías nervioso cada que me acercaba,
si mirándome a los ojos,
juraste nunca hacerme daño.
Pero salió mal.
Y ¡qué bueno!
Me diste la oportunidad,
para que alguien más,
sí que me saliera bien.
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