miércoles, 26 de febrero de 2020

Querida Alejandra.

Querida Alejandra de 16
Soy yo, la Ale de 23 , te escribía para decirte que estoy muy feliz por ti, orgullosa; sobretodo orgullosa.
Quiero contarte que ya no me encierro en el baño a llorar, que ya no me siento horrible cuando me veo en el espejo, que ahora me gusta mi sonrisa, y me río un montón.
Que ya no me compro ropa que disimule mi peso, y que estoy muy feliz de ser menos delgada, que ahora leo por diversión y no porque lo necesite, que encontré la poesía y ahora me siento un poquito más parte del mundo.
Que ya no me juzgo, que puedo hablar con desconocidos sin ponerme tan nerviosa, que ahora frecuento lugares nuevos y me fascina.
Ahora hablo de mis problemas, y le cuento mis inseguridades a mis hermanos, y ya no me avergüenzo de ellas.
Tengo carácter Ale ¿te imaginas? ya no agacho la cabeza, y cuando algo no me gusta, lo digo; no me callo, ahora opino y grito un montón, creo que es porque pase callada mucho tiempo.
Ya no me hago daño, Ale; sobretodo ya no me hago daño.

Querida Alejandra de 18.
Soy yo, la Ale de 23; mami está mejor; sé que todo esto es muy nuevo para ti, pero ella va a estar bien, y tú también lo estarás.
Debiste haberlo hablado más.
Debiste haber escuchado más a Paúl y a Gaby.
Debiste haber estado más.
Pero mami no te lo reprocha, deja de castigarte tú.
Las cosas están de maravilla.
Disfruta más de la Universidad, el tiempo vuela; créeme.
Las cosas van a estar bien.
Ya no llores.
Anda más a la playa, luego no tendrás tiempo.
Disfruta de las olas, cuéntale tus secretos.
Cúrate, límpiate; pídete perdón.
Abraza a papá, él lo necesita.
Tienes a mucha gente que te ama, deja de creer que no.
Soy más positiva Ale ¿te imaginas?
Ahora soy más optimista.

Querida Alejandra, de 20.
Soy yo, la Ale de 23, a mi vida, ya no entran personas que me hacen daño.
Toditas las deseché.
Ale, permitiste que te hicieran mucho daño.
Te dejaron rota y tú no hiciste nada al respecto, solo te quedaste a recoger los pedazos,
mientras estos te seguían cortando;
y eso, eso no está bien.
Pero lo aprenderás, con el tiempo lo aprenderás.
Ale, mereces más que personas a medias, que un cariño a medias, que un "te quiero, pero mañana no sé"
porque tú sí sabes.
Deja de decir; "sé que no soy bonita, pero..."
porque sí lo eres.
Ale, eres preciosa.
Deja de medir tu valor en base a las opiniones de los demás,
de si eres del agrado de uno que otro tarado.
Porque no es eso lo que mereces.
No lo mereces, deja de creer que sí.

Querida Alejandra, de 22.
Soy yo, la Ale de 23.
¿Te duele mucho el corazón verdad?
Deja de llorar pequeña, deja de esconderte en los rincones del trabajo, no te hieras más; por favor.
Vas a estar bien.
Muchísimo mejor.
Te reconstruirás de cero, y serás una obra de arte preciosa.
Siempre lo has sido.
Vas aprender un montón.
Sobretodo que eres capaz de todo, de todo y más.
Que tú has tenido el poder desde siempre, solo que no lo has querido ver.
Solo hace falta de que quieras sanar, y sanar en serio; y solo así un día despertarás y tendrás arcoiris por doquier, la lluvia habrá pasado.

Hola Ale de 23.
Te pido disculpas, te pido perdón chiquita; por haberte herido tanto, por haber dejado que te desangraras, pensando que sanarías sola.
Lamento haberte dejado olvidada.
Lo siento tanto.
No lo merecías, no merecías todo el daño que te causé.
Que te causé por mis miedos, por mi falta de cariño, por no abrazarte cuando lo necesitabas,
por no decirte que estabas preciosa cuando lo estabas, por compararte siempre con las demás, por no creer que eras suficiente cuando siempre fuiste más que eso, más que "solo suficiente"
Te amo Ale, y lo siento tanto.

martes, 25 de febrero de 2020

Arcoiris


Ha llovido todos los días estando en casa,
y hoy,
mientras papá manejaba,
vi cómo un arcoiris se formaba entre los árboles.

Era precioso.

Ahí entendí que
las lluvias,
las tormentas,
también crean cosas bonitas.

Y he pensado en todo el año que he llevado a cuestas,
que después de tanto daño,
de tantas noches llorando,
un día voy a poder salir de la cama,
admirar el hermoso arcoiris que he formado.

Cuando te rompes,
y te rompen,
y te destruyes,
y te destruyen;
no hay marcha atrás,
siempre las personas se llevan una parte tuya con ellos,
a veces las partes bonitas,
y es ahí,
cuando duele.

Pero también puedes crear cosas preciosas
a partir del daño,
cosas muchísimo mejores después de eso.

Aún sigo lloviendo.
aún hay días en los que me descubro sintiéndome chiquita,
que mis sueños,
que mis planes,
me quedan enormes.

Pero también estoy convencida que el tiempo
arregla y repara,
y un día me encontraré siendo un verano precioso,
donde nacen arcoiris.

Donde les pides deseos
y flotan dientes de león,
me encontraré siendo feliz,
cosa que he olvidado con el tiempo.

lunes, 17 de febrero de 2020

Se llamaba.


Se llamaba Ingrid,
Fátima,
Marta,
Lorena,
incluso una se llamaba como yo,
Alejandra.

Se llamaba,
ya no.

Tal vez también le gustaban los libros,
o tomar vino con sus amigas,
tal vez le gustaba reírse un domingo en pijama,
tal vez estaba a punto de graduarse,
como yo.

Tal vez creía que sí,
que era el amor de su vida,
que la iba a querer cien años más.

Tal vez no.

Tal vez tenía miedo.

Tal vez salía del trabajo,
de la universidad,
y cogió un taxi para llegar pronto a casa,
y abrazar a mamá.

Tal vez llevaba encima unas cervezas,
una falda corta,
y una amiga esperando por ella en el departamento.

Y ella igual,
no lo estaba pidiendo,
no lo imploraba,
no lo quería.

Tenía siete años,
Dios,
me dan ganas de llorar,
porque tenía solo siete años.

Tenía dieciséis,
tal vez no se ha enamorado aún,
tal vez quería ser doctora,
o abogada,
tal vez.

Me falta el aire,
se me forma un nudo en la garganta,
porque hoy,
ya no están,
las mataron.

Una más,
otra en la estadística.

¿Saben lo horrible que es?
¿Lo saben?

Gabriela tiene clases de portugués en las noches,
miles de sueños,
y una carita preciosa.

¿Saben el miedo que me da,
que pueda ser ella?
que un día no me llegue su ubicación,
las llamadas se desvíen,
y sea ella.

Ella que es tan perfecta.

¿Saben lo mucho que me duele ser mujer,
y tener una hermana,
amigas,
primas,
una madre extraordinaria?

¿Lo saben?

¿Saben el miedo de ver alguna vez su foto,
con el título de:
"desaparecida"?

¿Lo saben?

Si lo saben,
entonces déjennos en paz de una puta vez.

viernes, 14 de febrero de 2020

Conversación de whatsapp; parte IV


-Feliz San Valentin, amor.
*Sabes que no celebro esas fechas.
-¿Porque es una fecha totalmente comercial,
en donde los negocios aprovechan las mentes vacías del consumidor,
los cuales piensan que el amor debería celebrarse un día?
*Básicamente.

No puedo creer que después de tanto tiempo juntos,
todavía sigas sorprendiéndome,
aún siento que no te conozco del todo,
pero tú pareces saberme de memoria.

Aún me asusta todo lo que logras hacerme sentir,
con solo mirarme,
a veces,
me da ganas de llorar,
verte,
me da ganas de llorar,
porque todas las emociones se mezclan,
y mi corazón late a mil,
y no puede creer aún,
lo mucho que te ama.

Lo mucho que teme perderte.

-He hecho una reservación, pasaré por ti a las ocho.
*No iré a cenar en San Valentin.
-No iremos a cenar por San Valentin, solo llevaré a mi hermosa novia, un casual 14 de febrero,
para que todos se mueran de envidia.
*Casi, pero no.

Porque no me bajaste la luna,
me enseñaste a volar y a subirme en ella,
y hacer lo que yo quisiera ahí.

No me regalaste libros,
pero me hiciste escribir los poemas más lindos
mientras reías.

Porque por ti,
soy gigante.

Porque me enseñaste a quererte,
amándome,
con todas las ganas que existen.

Acariciaste mis miedos,
y los hiciste tuyos,
para empujarlos,
y que se fueran.

Nunca he sido tan yo,
desde que tú.

Porque no me da miedo mostrarte mis rarezas,
mis libros guardados,
mis poemas en servilletas,
mis ganas de cerveza un lunes al mediodía.

Porque soy yo,
contigo.

Siempre contigo.

-¿Si irás, verdad?
*Lo estoy considerando.
-Vamos, dejaré que pongas "she will be loved" las veces que tú quieras.
*Suena tentador.
-E iremos por cervezas, después.
*Estás a punto de convencerme.

Desde que llegaste,
la música jamás volvió apagarse,
canto todos los días en la ducha,
y al mirarme,
veo alguien completa.

Porque bailaste sobre los pedazos rotos de mi corazón,
pusiste mi canción favorita,
y mientras yo lloraba por todo lo que dejaba atrás,
tú,
me estabas curando.

Después de tantos intentos fallidos,
me encontré equivocándome contigo.

Pero a diferencia de todos los demás,
me enseñaste,
te quedaste,
mientras yo aprendía por primera vez
a entregarle el corazón a alguien.

Me demostraste que:
el amor
no rompe,
no duele,
no daña,
sana,
repara,
alivia,
y canta tu canción favorita en el carro.

-Dime que estás lista.
*Sí.
-Qué alivio, llegué a pensar que me dejarías plantado.
*Oye yo no haría eso.
-Sí lo harías.
*Bueno, sí.

Feliz día de los enamorados,
amor.

jueves, 13 de febrero de 2020

Cuando te miro.


Una vez,
en un intento de ser romántico
preguntaste:
¿a dónde viajas cuando me miras?

Y yo respondí:
a los domingos en la mañana,
con aroma a café,
de esos días soleados en la playa,
con la brisa sacudiendo mi cabello.

Cuando te miro,
yo viajo al pecho de papá,
donde él me contaba historias,
y decía lo mucho que me amaba.

Cuando te miro,
suena mi canción favorita,
Monet pinta un cuadro,
y Elvira escribe otro libro.

Todo esto,
cuando te miro.

Cuando te miro,
yo vuelo a los días más felices de mi vida,
todo resumido a ti.

Cuando te miro,
yo voy a casa.

Tú eres casa.

Siempre pensé que el olor a casa,
sería una taza de café recién hecho,
un libro nuevo,
o flores por doquier decorando la sala.

Y no sé,
pero tú hueles mucho a hogar.