Ha llovido todos los días estando en casa,
y hoy,
mientras papá manejaba,
vi cómo un arcoiris se formaba entre los árboles.
Era precioso.
Ahí entendí que
las lluvias,
las tormentas,
también crean cosas bonitas.
Y he pensado en todo el año que he llevado a cuestas,
que después de tanto daño,
de tantas noches llorando,
un día voy a poder salir de la cama,
admirar el hermoso arcoiris que he formado.
Cuando te rompes,
y te rompen,
y te destruyes,
y te destruyen;
no hay marcha atrás,
siempre las personas se llevan una parte tuya con ellos,
a veces las partes bonitas,
y es ahí,
cuando duele.
Pero también puedes crear cosas preciosas
a partir del daño,
cosas muchísimo mejores después de eso.
Aún sigo lloviendo.
aún hay días en los que me descubro sintiéndome chiquita,
que mis sueños,
que mis planes,
me quedan enormes.
Pero también estoy convencida que el tiempo
arregla y repara,
y un día me encontraré siendo un verano precioso,
donde nacen arcoiris.
Donde les pides deseos
y flotan dientes de león,
me encontraré siendo feliz,
cosa que he olvidado con el tiempo.
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