Querida Alejandra de 16
Soy yo, la Ale de 23 , te escribía para decirte que estoy muy feliz por ti, orgullosa; sobretodo orgullosa.
Quiero contarte que ya no me encierro en el baño a llorar, que ya no me siento horrible cuando me veo en el espejo, que ahora me gusta mi sonrisa, y me río un montón.
Que ya no me compro ropa que disimule mi peso, y que estoy muy feliz de ser menos delgada, que ahora leo por diversión y no porque lo necesite, que encontré la poesía y ahora me siento un poquito más parte del mundo.
Que ya no me juzgo, que puedo hablar con desconocidos sin ponerme tan nerviosa, que ahora frecuento lugares nuevos y me fascina.
Ahora hablo de mis problemas, y le cuento mis inseguridades a mis hermanos, y ya no me avergüenzo de ellas.
Tengo carácter Ale ¿te imaginas? ya no agacho la cabeza, y cuando algo no me gusta, lo digo; no me callo, ahora opino y grito un montón, creo que es porque pase callada mucho tiempo.
Ya no me hago daño, Ale; sobretodo ya no me hago daño.
Querida Alejandra de 18.
Soy yo, la Ale de 23; mami está mejor; sé que todo esto es muy nuevo para ti, pero ella va a estar bien, y tú también lo estarás.
Debiste haberlo hablado más.
Debiste haber escuchado más a Paúl y a Gaby.
Debiste haber estado más.
Pero mami no te lo reprocha, deja de castigarte tú.
Las cosas están de maravilla.
Disfruta más de la Universidad, el tiempo vuela; créeme.
Las cosas van a estar bien.
Ya no llores.
Anda más a la playa, luego no tendrás tiempo.
Disfruta de las olas, cuéntale tus secretos.
Cúrate, límpiate; pídete perdón.
Abraza a papá, él lo necesita.
Tienes a mucha gente que te ama, deja de creer que no.
Soy más positiva Ale ¿te imaginas?
Ahora soy más optimista.
Querida Alejandra, de 20.
Soy yo, la Ale de 23, a mi vida, ya no entran personas que me hacen daño.
Toditas las deseché.
Ale, permitiste que te hicieran mucho daño.
Te dejaron rota y tú no hiciste nada al respecto, solo te quedaste a recoger los pedazos,
mientras estos te seguían cortando;
y eso, eso no está bien.
Pero lo aprenderás, con el tiempo lo aprenderás.
Ale, mereces más que personas a medias, que un cariño a medias, que un "te quiero, pero mañana no sé"
porque tú sí sabes.
Deja de decir; "sé que no soy bonita, pero..."
porque sí lo eres.
Ale, eres preciosa.
Deja de medir tu valor en base a las opiniones de los demás,
de si eres del agrado de uno que otro tarado.
Porque no es eso lo que mereces.
No lo mereces, deja de creer que sí.
Querida Alejandra, de 22.
Soy yo, la Ale de 23.
¿Te duele mucho el corazón verdad?
Deja de llorar pequeña, deja de esconderte en los rincones del trabajo, no te hieras más; por favor.
Vas a estar bien.
Muchísimo mejor.
Te reconstruirás de cero, y serás una obra de arte preciosa.
Siempre lo has sido.
Vas aprender un montón.
Sobretodo que eres capaz de todo, de todo y más.
Que tú has tenido el poder desde siempre, solo que no lo has querido ver.
Solo hace falta de que quieras sanar, y sanar en serio; y solo así un día despertarás y tendrás arcoiris por doquier, la lluvia habrá pasado.
Hola Ale de 23.
Te pido disculpas, te pido perdón chiquita; por haberte herido tanto, por haber dejado que te desangraras, pensando que sanarías sola.
Lamento haberte dejado olvidada.
Lo siento tanto.
No lo merecías, no merecías todo el daño que te causé.
Que te causé por mis miedos, por mi falta de cariño, por no abrazarte cuando lo necesitabas,
por no decirte que estabas preciosa cuando lo estabas, por compararte siempre con las demás, por no creer que eras suficiente cuando siempre fuiste más que eso, más que "solo suficiente"
Te amo Ale, y lo siento tanto.
Soy yo, la Ale de 23 , te escribía para decirte que estoy muy feliz por ti, orgullosa; sobretodo orgullosa.
Quiero contarte que ya no me encierro en el baño a llorar, que ya no me siento horrible cuando me veo en el espejo, que ahora me gusta mi sonrisa, y me río un montón.
Que ya no me compro ropa que disimule mi peso, y que estoy muy feliz de ser menos delgada, que ahora leo por diversión y no porque lo necesite, que encontré la poesía y ahora me siento un poquito más parte del mundo.
Que ya no me juzgo, que puedo hablar con desconocidos sin ponerme tan nerviosa, que ahora frecuento lugares nuevos y me fascina.
Ahora hablo de mis problemas, y le cuento mis inseguridades a mis hermanos, y ya no me avergüenzo de ellas.
Tengo carácter Ale ¿te imaginas? ya no agacho la cabeza, y cuando algo no me gusta, lo digo; no me callo, ahora opino y grito un montón, creo que es porque pase callada mucho tiempo.
Ya no me hago daño, Ale; sobretodo ya no me hago daño.
Querida Alejandra de 18.
Soy yo, la Ale de 23; mami está mejor; sé que todo esto es muy nuevo para ti, pero ella va a estar bien, y tú también lo estarás.
Debiste haberlo hablado más.
Debiste haber escuchado más a Paúl y a Gaby.
Debiste haber estado más.
Pero mami no te lo reprocha, deja de castigarte tú.
Las cosas están de maravilla.
Disfruta más de la Universidad, el tiempo vuela; créeme.
Las cosas van a estar bien.
Ya no llores.
Anda más a la playa, luego no tendrás tiempo.
Disfruta de las olas, cuéntale tus secretos.
Cúrate, límpiate; pídete perdón.
Abraza a papá, él lo necesita.
Tienes a mucha gente que te ama, deja de creer que no.
Soy más positiva Ale ¿te imaginas?
Ahora soy más optimista.
Querida Alejandra, de 20.
Soy yo, la Ale de 23, a mi vida, ya no entran personas que me hacen daño.
Toditas las deseché.
Ale, permitiste que te hicieran mucho daño.
Te dejaron rota y tú no hiciste nada al respecto, solo te quedaste a recoger los pedazos,
mientras estos te seguían cortando;
y eso, eso no está bien.
Pero lo aprenderás, con el tiempo lo aprenderás.
Ale, mereces más que personas a medias, que un cariño a medias, que un "te quiero, pero mañana no sé"
porque tú sí sabes.
Deja de decir; "sé que no soy bonita, pero..."
porque sí lo eres.
Ale, eres preciosa.
Deja de medir tu valor en base a las opiniones de los demás,
de si eres del agrado de uno que otro tarado.
Porque no es eso lo que mereces.
No lo mereces, deja de creer que sí.
Querida Alejandra, de 22.
Soy yo, la Ale de 23.
¿Te duele mucho el corazón verdad?
Deja de llorar pequeña, deja de esconderte en los rincones del trabajo, no te hieras más; por favor.
Vas a estar bien.
Muchísimo mejor.
Te reconstruirás de cero, y serás una obra de arte preciosa.
Siempre lo has sido.
Vas aprender un montón.
Sobretodo que eres capaz de todo, de todo y más.
Que tú has tenido el poder desde siempre, solo que no lo has querido ver.
Solo hace falta de que quieras sanar, y sanar en serio; y solo así un día despertarás y tendrás arcoiris por doquier, la lluvia habrá pasado.
Hola Ale de 23.
Te pido disculpas, te pido perdón chiquita; por haberte herido tanto, por haber dejado que te desangraras, pensando que sanarías sola.
Lamento haberte dejado olvidada.
Lo siento tanto.
No lo merecías, no merecías todo el daño que te causé.
Que te causé por mis miedos, por mi falta de cariño, por no abrazarte cuando lo necesitabas,
por no decirte que estabas preciosa cuando lo estabas, por compararte siempre con las demás, por no creer que eras suficiente cuando siempre fuiste más que eso, más que "solo suficiente"
Te amo Ale, y lo siento tanto.
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