Una vez,
en un intento de ser romántico
preguntaste:
¿a dónde viajas cuando me miras?
Y yo respondí:
a los domingos en la mañana,
con aroma a café,
de esos días soleados en la playa,
con la brisa sacudiendo mi cabello.
Cuando te miro,
yo viajo al pecho de papá,
donde él me contaba historias,
y decía lo mucho que me amaba.
Cuando te miro,
suena mi canción favorita,
Monet pinta un cuadro,
y Elvira escribe otro libro.
Todo esto,
cuando te miro.
Cuando te miro,
yo vuelo a los días más felices de mi vida,
todo resumido a ti.
Cuando te miro,
yo voy a casa.
Tú eres casa.
Siempre pensé que el olor a casa,
sería una taza de café recién hecho,
un libro nuevo,
o flores por doquier decorando la sala.
Y no sé,
pero tú hueles mucho a hogar.
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