lunes, 26 de octubre de 2020

¿Qué le dirías hoy?

 Me han preguntado por ti,
como siempre.

Y entre copa y copa hemos recordado años pasados,
que el primer amor a los quince,
la primera borrachera a los dieciséis,
recuerdos que se me antojan de otra vida.

Y me contaron de ti,
de tu vida,
que tienes un nuevo amor,
que adoptaste un perro,
y te mudaste de departamento.

Y entre copa y copa hablamos de mi vida,
de como todo parece tener sentido ahora,
de mi viaje a Madrid,
de mis entrevistas de trabajo,
de que por fin, siento que mis sueños los toco con las manos.

Me dijeron que ibas en serio con ella,
que hablaban de hijos,
de viajes juntos,
que te veían feliz.

Y entre copa y copa les conté que la vida es mejor de uno,
que no quería compartirla con nadie,
que me acostumbré a dormir sola,
a tomar vino,
a bailar en la sala,
que ya no me hacías falta.

¿Y si se casa?
¿no te importaría?

Pues me emborracharía unos tres días seguidos,
y después seguiría,
adelante,
como siempre
-respondí-

Y al día siguiente,
cuando la cabeza pesa,
y solo te queda la mala noche de ayer,
pensé en ti,
y en la última pregunta de la noche.

Y cuál es la respuesta correcta a semejante tontería:
¿Qué le dirías hoy, al amor de tu vida,
si se casa mañana,
con el amor de su vida?


miércoles, 21 de octubre de 2020

Eres tú, aún

 Necesito vivir
-te dije-
aquel agosto
de hace tres años.

Necesitaba volar,
crecer,
saber cómo era la vida
sin tu mano sosteniendo a la mía.

Y funcionó.

Me encontré,
riéndome un martes en la tarde,
escuchando música y leyendo poesía.

Me hallé.
consiguiendo trabajo,
estudiando,
pagando mis deudas,
aprendiendo idiomas,
planeando viajes,
yendo a conciertos que prometimos ir juntos.

Me di todas las oportunidades,
que alguna vez le di al resto.

Y funcionó.

Navegué en otros cuerpos,
reí en otras bocas,
me aprendí otras muecas,
otras manías.

Fui feliz.
Mucho.

Y ha pasado mucho tiempo.

Pero hoy, 
mientras recogía mis libros,
se ha caído aquella carta que escribiste para mi
y de título decía:
"para el amor de mi vida"

Y te vi,
nos vi, 
bailando a la salida de un restaurante,
tomando cerveza en el carro,
yendo a la playa escuchando mi canción favorita,
nos vi en la primera fila de un concierto,
en las madrugadas estudiando,
en mi primera entrevista de trabajo y que tú estuvieras afuera esperando.

Te vi,
nos vi.

Sigues siendo tú,
aún,

Y aunque ya no sea yo,
para mi,
siempre serás tú.

miércoles, 14 de octubre de 2020

Quiero culparte

Quiero culparte,
quiero decirte que todo lo hiciste mal,
que no me quisiste lo suficiente,
que faltaron detalles,
conciertos,
viajes,
que no fue el momento.

Quiero culparte,
quiero recitarte los nombres
de todas las que vinieron después de mi,
mientras yo me quede en ti,
ahí,
atorada.

Quiero culparte,
porque después de ti,
nadie.

Quiero culparte,
a ti,
y a tus canciones,
y a tus malos chistes,
y a tu perfume mezclado con tabaco,
a tu afición por el ron,
a tu guitarra,
a tu camisa azul.

Quiero culparte,
a ti y a estos 50 meses sin ti.

Quiero culparte,
porque gracias a ti,
no he podido olvidarte,
porque aún resuena la canción que bailamos en el patio trasero,
aún están todos los planes,
todos los boletos de ida
y ni uno de regreso.

Quiero culparte,
de todo lo que hiciste bien,
y de lo que hice mal.

Pero no es tu culpa,
es mía,
por esperarte,
por aún pensarte,
por creer que algún día de octubre,
dirás que aún lees todo lo que escribo,
que aún te sabes de memoria todos mis poemas,
 que he sido yo tu escritora favorita de todos los tiempos,
y en una servilleta arrugada escribirías:
"feliz día, cariño"

jueves, 8 de octubre de 2020

Un día.

Hoy pido un día, 
uno solo.

De esos en los que estás rodeada de todos los que quieres,
tomando cerveza, 
contando anécdotas,
viendo un lindo atardecer.

Hoy pido un día,
uno solo.

De esos en lo que hay solo luz,
y se refleja un arcoíris precioso,
de esos en los que sientes que la tormenta ya pasó.

Quiero volver a ser feliz,
volver a cantar,
volver a escribir.

Quiero sentir que los días malos han quedado atrás.
y que ha valido la pena llorar,
porque ahora solo queda reír.

Quiero que la casa vuelva a estar llena de música,
de juegos,
y risas por doquier.

Pido un día,
uno solo.

De esos en los que descansas,
en lo que te llenas de energía,
para poder seguir luchando,
seguir peleando,
seguir venciendo.

Quiero despertar y pensar que he llegado,
que por fin todo ha pasado.

Pido un día,
uno solo,
bandera blanca,
hoy me rindo,
pero solo hoy.

sábado, 3 de octubre de 2020

Falta.

 He vuelto a casa y te he encontrado.

En el bar de nuestra primera cita,
en el atardecer de nuestro primer beso,
en el semáforo en rojo cuando hablábamos de un futuro juntos.

He vuelto a casa y todas las calles llevan tu apellido.
 
Es más fácil ¿sabes?
haber empezado en una ciudad nueva
donde ningún lugar se haya inundado
nunca de tu risa.

Pero vuelvo a casa,
y hasta parece que vuelvo a escucharte,
a ti y a tu guitarra.

Si supieras que este año ha sido el que más lágrimas me ha hecho derramar,
tal vez estuvieras a lado mío
enseñándome a caminar de nuevo,
tal vez todo pesara menos contigo.

Pero no estás y el mundo se me cae,
y quiero rendirme,
y deseo tanto un día en el que pueda
darme el lujo de perder,
pero se que no puedo.

Y no estás.

Y todo es más difícil así.

Ojalá no la estés pasando mal,
ojalá en tu vida esté encendido el sol,
ojalá estés cumpliendo tus sueños,
ojalá me estés echando de menos.

Ojalá lo tengas absolutamente todo,
y aún así te esté faltando yo.

Porque a mi me haces falta,
muchísima falta.