Estoy escribiendo esto
en medio de los regalos
que alguna vez me hiciste,
entre el abrigo que me prestaste
aquella noche helada,
escuchando
Photograph,
mientras destapo una cerveza,
tu favorita.
¿Que te diré?
contigo
las palabras me quedan cortas,
las miradas siempre hablaron de más,
cuando de nosotros se trataba.
Me hacías feliz ¿sabes?
eras calma,
paz,
eras lo que yo siempre había deseado.
Eras.
La tormenta pasó,
las noches de echarte de menos,
acabaron,
logré borrar tus mensajes,
tu número,
pero
¡qué putada!
los recuerdos siguen intactos.
No es que hayas sido perfecto,
no lo eras,
eras un idiota
la verdad,
pero me viste,
me miraste
como nunca nadie antes lo hizo.
"Ya encontrarás
alguien a tu altura,
te lo mereces todo."
-me decías-
yo en ese instante
debí haber sabido que tú no tenias
planeado quedarte.
Pero es que me tenías ciega,
tonta,
me tenías completamente
loca por ti,
y yo que siempre presumía
mi cordura.
Mi karma,
te decía.
Porque todo lo que sufrí
me lo tenía bien merecido,
o no lo sé,
creo que el amor no se trata de eso,
pero es que yo de sentimientos
sé muy poco.
Estoy sanándome,
y todo está saliendo a la perfección,
me estoy conociendo,
ahora tengo claro lo que quiero,
mejor aún,
lo que merezco;
y esto no es.
Ya se acaba el año,
y con el,
esto de quererte también.
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