viernes, 23 de noviembre de 2018

Cosas sin mucho sentido.


Hubo feria de libros,
black friday en mi librería favorita,
deberías ver mi escritorio,
a mamá le va a dar un infarto.

He leído,
un montón.

No puedo beber,
por un mes,
cirugía,
ya sabes.

¿Te imaginas?
Un mes sin cerveza,
voy para loca.

Acabé mi contrato,
firmo otro,
el año que viene.

Todo bien por aquí,
¿por allá?

No lo sé,
es muy extraño que hubo días en los que lo sabías todo,
y hoy,
pues,
hoy no sabes qué hago un maldito viernes por la noche,
y estoy aquí,
escribiendo esto sin sentido.

Un poco sola,
un tanto feliz,
y un poco nostálgica.

He abierto un libro al azar,
y ha salido tu poema,
nuestro,
tuyo,
lo que sea,
da igual.

Estoy bien,
que no estoy brincando en un pie,
porque ambos sabemos que el equilibrio no fue cosa mía,
pero que estoy bien.

Solo que he puesto en modo aleatorio mi playlist,
y ha sonado tu canción favorita,
y todo a la mierda.

Ojalá hubiera sido distinto.

No lo sé un adiós
que valiera la pena,
ya sabes
cuando en la última página del libro
de repente pasa algo que te deja en el limbo,
y aunque no hay segunda entrega,
en tu cabeza,
los protagonistas están juntos.

Hay cosas que no se pueden cambiar,
y no pretendo eso tampoco,
solo que hoy,
alguien ha dicho tu nombre,
y pues nada,
que estoy escribiendo esto.

Tranquilo que estoy bien,
y espero tú también lo estés.

Llevaba días sin pensarte,
pero ha sonado tu canción favorita 
y todo a la puta mierda.

Mi esquina doblada,
ese libro que me empeño en abrir buscándole otro final,
porque debería haberlo,
debería haber otro final.




1 comentario: