Ha pasado tiempo,
entonces entenderás que ya no me encuentro maldiciendo a tu recuerdo,
no me entran unas ganas enormes de mandarte a la mierda
cada que te veo con una nueva conquista.
Los días pasan,
y las lágrimas han cesado,
el insomnio se ha ido,
y las ganas de emborracharme
cada fin de semana
han ido disminuyendo.
Dueles menos,
cada día un poco menos.
Pero qué manera la tuya
para ponerme nerviosa con sólo una mirada.
Tu presencia la sienten hasta mis huesos,
mis ganas de cantarte se encienden solo con escuchar tu voz,
tu risa me la sé de memoria,
y a veces bailo a su ritmo
qué jodido es querer a alguien como tú.
¡Qué jodido!
Eres un maldito hijo de puta,
qué te diré,
pero hasta en eso,
eres el mejor.
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