jueves, 8 de diciembre de 2022

Si la ves

                                                                                                 Léelo mientras suena "si la ves" de Morat.

Te fuiste aquella tarde de miércoles
diciendo que era lo mejor para los dos,
sobre todo para mí,
pasé un año pensando que todo eso había sido una completa estupidez,
que fue una mentira para esconder tu cobardía,
que tal vez no me quisiste ni la mitad de lo que yo a ti,
te quería.

Un año después, 
tocó volver a casa,
y empecé a encontrarte en todas las calles,
en todas las cafeterías,
se que has preguntado por mí,
estoy segura que supiste el horario de mi vuelo,
cuándo volví,
y sé que me viste saliendo de aquel taxi y te pusiste nervioso.

Dile a Rodrigo que sea menos obvio la próxima vez,
y mira te voy a responder todo lo que hoy,
te estás preguntando:
¿mi trabajo?
va bien,
supongo,
no estoy enamorada de lo que hago pero sirve para cubrir mis gastos,
me cambié de piso,
aquel departamento era muy nuestro,
y olía mucho a ti,
tuve que dejarlo,
y dejarnos.

Sí,
he vuelto a escribir,
llevo ya cuatro meses sin que mis letras viajen hacia ti,
¿si aún me dueles?
la verdad,
no estoy muy segura,
tengo una certeza:
que hay un antes y un después de ti,
para bien o para mal no volveré a ser la misma después de aquella tarde de miércoles,
y ya acepté esa verdad.

Sí,
estoy con alguien más,
alguien que me quiere,
que se ríe de mis chistes y me compra poemarios,
¿lo quiero como a ti?
no,
para bien o para mal no volveré a querer a nadie como te quise a ti.

Sí,
aún llevo conmigo tu taza de café,
me la llevé a Nueva York,
llegué a la conclusión que era una estupidez deshacerme de todo lo que alguna vez formó nuestra historia,
porque puedo,
vaya que puedo;
puedo quemar las flores eternas que me regalaste el día de mi cumpleaños, botar a la basura esa luna llena que me bajaste en nuestra primera navidad juntos,
puedo cortar esa camisa azul que dejaste un día, 
y regalar todos los vinilos que escuchamos juntos,
pensando que eso, de alguna forma lograría que por arte de magia lo nuestro ya no existiera,
porque existió,
y aunque dolió,
fue real,
para bien o para mal somos de esos amores que nunca,
nunca se olvidan.

Mira,
por qué no me invitas a una cerveza y te digo todo esto mirándote a los ojos,
y le ponemos un punto final,
un final a la altura de esta historia que fue tan gigante.

miércoles, 2 de noviembre de 2022

Con el corazón roto.

No voy a escribir de política,
porque bueno,
yo no soy escritora,
ni política.

Pero es que me duele el corazón,
estoy rota,
mis sueños siempre han sido volar lejos,
hacer algo grande,
tener dos o tres best sellers,
volver a estudiar,
ver el mundo,
y volver;
mi sueño siempre fue volver al nido,
volver a casa,
porque esta siempre fue mi casa; 
pero es que ya no lo siento así,
o al menos ya no quiero que esta sea mi hogar,
porque no quiero vivir de esta forma,
con miedo,
con miedo a que me roben,
a que me maten,
o peor,
que un día no sea yo,
sea alguien a quien amo.

Eso es lo que me aterra todas las noches,
recibir una llamada en la que me dicen
que me arrebataron todo.

Nunca desee tanto poder irme,
como ahora,
coger el primer vuelo y no regresar ni a ver.

Porque me han quitado,
mis deseos de un futuro mejor,
porque ya no creo que existe eso,
al menos no aquí.

Estoy con el corazón tan roto.

Y escribo,
como siempre.


viernes, 21 de octubre de 2022

La forma en la que me miras




Ya no escribo, 
ni leo,
mis días empiezan a las seis de la mañana,
trabajo los sábados,
estoy cansada ¿sabes?

A veces siento que me ahogo,
que necesito un descanso,
que mi mal humor se apodera de todo,
estoy cansada ¿sabes?

Pero tú tienes esta forma de transformar las cosas,
en uno de esos viernes,
de cerveza y música en vivo,
te pregunté qué significaba para ti:
"esperanza"
-respondiste-
eres como esa promesa de días mejores,
¿no te parece eso peligroso?
-pregunté-
no,
te explico;
no me voy a morir sino estás,
eso lo sé,
la vida va a seguir girando;
pero es que todo está bien cuando está cerca,
sonriendo,
con esa cara de niña traviesa.

Mira, no he tenido una vida fácil,
eso tú ya lo sabes;
pero tú me haces creer que hasta eso ha valido la pena.

Tragué a seca y no pude responderte por varios segundos,
y como viste mi indecisión en la cara,
te apresuraste:
-mira,
para mí;
eres un barcito e medio de la nada,
con música que nadie escucha,
y al que casi nadie va,
ese bar que siempre cierran temprano,
pero cuando llegas te hace sentir en casa,
y quieres ir ahí todos los viernes,
y los sábados,
y domingos,
y los lunes,
*ya entendí
-dije riendo-

Mira, sé que un día ese barcito podrá nunca más abrir,
y encontraré un letrero enorme diciendo: CLAUSURADO
y me va a doler,
y pasaré mis viernes buscando un lugar que me haga sentirla mitad
de lo que ese barcito tan lindo me ha hecho sentir,
pero eso no me importa,
sabes por qué;
porque por días,
por meses o por años;
pude disfrutar del mejor puto bar de la historia.

Asentí, porque eso es lo que uno puede hacer
cuando alguien le dice te quiero de la forma más bonita que ha escuchado,
-otra cerveza- dije
esta la pago yo;
ves que sí eres la mujer de mi vida,
-respondiste riendo-

Y sí,
tal vez lo sea,
y si no
¿a quién le importa?
nos tenemos hoy.

jueves, 8 de septiembre de 2022

De esas.



Ella era de esas ¿sabes?
de las que se ríen y tú memorizas sus carcajadas,
de las que nunca piensa antes de hablar,
de las que corre gracioso,
y casi siempre se cae,
de las que se sabe todas las canciones que suenan en la radio,
de las que baila en lugares públicos, 
de las que lee poesía,
y ve series basura los domingos.

Ella era de esas ¿sabes?
de las que no se olvidan,
de las que todo el mundo quiere,
la que tiene pocas amigas y todas parecen una sola,
la niña de papá,
la que siempre pelea con su madre,
la que se queja de su trabajo y siempre llega puntual,
la que quiere estudiar diez maestrías,
la que cree en Dios y no en la iglesia,
la que llora por cualquier cosa,
y ríe por cualquier cosa,
la que siente mucho,
todo,
hasta los huesos.

Ella era de esas ¿sabes?
de las que creen en el amor,
de las que te hacen creer en él,
es tan mágica,
lo disfruta todo,
todo,
se maravilla con la luna,
con los días de sol,
de lluvia,
le gusta los atardeceres,
y beber cerveza,
y se ríe,
un montón,
hubiera matado por esa risa,
y ella nunca lo supo.

Yo la conocí un viernes cualquiera
con una copa de vino y su labial rojo
riendo,
porque ella siempre se reía,
y lo sabía,
era perfecta,
y yo,
un cabrón.

No la voy a olvidar nunca,
lo sé,
porque es de esas,
de las que se quedan,
siempre.

No se mucho de ella,
que se mudó a Madrid,
que alquila un pisito con una amiga,
un trabajo que le apasiona,
y que sigue vistiéndose como actriz de cine;
se que algún día se casará,
porque es de esas,
de las que merece que alguien la quiera hasta el último día de su vida,
tal vez tendrá hijos,
un perro y dos gatos,
alguno tendrá un nombre estúpido como solía contarme,
lo sé,
tendrá un librero,
una colección de tazas de café,
y discos de vinilo,
lo sé,
bailará en la sala 
y donde pise olerá a su perfume,
lo sé;
a veces me la imagino en su casa con vista al mar,
la imagino riendo.

Ella es de esas,
de las que no se olvidan,
ahora lo sé.

lunes, 29 de agosto de 2022

Me gustaría


Me gustaría que fuera más fácil ¿sabes?
me gustaría que si no respondes los mensajes, 
no se me ocurran 101 escenarios en donde estés haciendo las cosas mal,
me gustaría levantarme y no tener la sensación de que un día llamas y dices:
que ya no puedes hacerlo más.

Me gustaría que mi mente no divague,
no me diga unas 20 veces al día que no soy suficiente, 
que un día cualquiera te cansarás de lidiar con todo esto.

Me gustaría ser siempre aquella que conociste aquel viernes noche,
que bebía vino y decía que algún día iba a ser escritora,
que se reía mucho,
y tenía ganas de comerse al mundo.

Pero es que no soy ella,
no todo el tiempo,
yo soy la de los domingos y netflix,
la que se gasta su quincena en libros que no va a leer,
que se queja de su trabajo pero igual no va a dejarlo,
la que se salta las comidas y tiene ataques de ansiedad.

Se que no soy fácil, y te lo advertí.

Me gustaría que alguien se enamorara de ella también,
que me quisieran "con"
y no " a pesar de"
que me repita todos los días que no se va,
porque es eso lo que yo necesito,
que yo soy de planes,
y de vivir organizada,
que la vida a veces se me viene grande
y habrá días en los que yo solo quiera llorar.

Me gustaría que respetara mi espacio
pero que también me abrazara,
que aunque a veces no lo entienda,
porque no lo va a entender,
este ahí,
siempre.

Me gustaría que alguien quisiera con toda su alma lo que yo me empeño en odiar.

Me gustaría que esa persona fueras tú.

domingo, 14 de agosto de 2022

pero yo te miraba más bonito.

 


Te he visto con ella y a escondidas he sonreído.

Que sí,
que es más guapa,
que tiene un trabajo estable,
muy probablemente no tenga deudas,
y no llegue con las justas a fin de mes.

Tal vez a ella no le atormente mil y un cosas a la vez,
ni tenga problemas para dormir,
tal vez su autoestima no esté tan rota que necesite escucharte 
decir que la quieres una y otra vez,
ni tengas que andar en puntillas por si nuevamente vuelva a colapsar.

Tal vez ella no tenga que ir a terapia cada mes,
tal vez ella sea más paciente,
y puedan hacer planes,
ir de viaje,
y asistir a conciertos,
tal vez a ella no le de miedo las multitudes
ni se quede sin aire con los cambios.

Tal vez quererla sea algo tan fácil.

Pero te he visto con ella y no he podido evitar sonreír.

Porque es perfecta,
porque lo tiene todo,
sí;
pero yo te miraba más bonito.

jueves, 4 de agosto de 2022

Ya no te tengo miedo.



Han sido ocho meses de subidas y bajadas,
de aprendizaje,
de no siempre hacerlo bien,
de olvidarme
y recordarme otra vez.

No ha sido fácil,
mi cabeza me sigue jugando malas pasadas,
a veces no duermo,
lloro un montón,
imagino los peores escenarios,
y solía tener miedo,
muchísimo.

Ya no.

Recuerdo que una vez me dijeron:
"la ansiedad viene a enseñarte muchas cosas"
y en una de esas crisis en las que pensaba que iba acabar conmigo;
pensé:
pero yo no quiero aprender un carajo.

La odio,
la maldigo,
y obvio,
no agradezco su llegada,
pero hoy,
ya no le tengo miedo.

Ya no.

Ya no me da miedo que un día llegue y se instale una temporada,
porque se que un día me voy a levantar de esa cama y lucharla,
porque se que puedo,
siempre puedo,
no me da miedo que las personas se vayan porque un día,
todo esto les quedó grande;
porque los que me dan la mano y me ayudan a respirar en medio de una crisis,
sé que serán las que se queden,
y esas personas son las que quiero que caminen conmigo en este viaje.

Mira,
ya no te tengo miedo,
puedes llegar,
nos tomamos un café,
y te explico por qué te detesto a veces,
y también lo mucho que me has enseñado estos meses,
de mí,
y de todos los que me rodean,
y eso,
sí que ha sido un viaje maravilloso,
me has hecho agradecida,
me has enseñado a vivir en el presente,
yo,
que siempre he vivido en el futuro,
me has enseñado a perdonar(me)
a respirar,
a saber que soy mucho más valiente de lo que pensaba.

Yo quiero ser grande,
gigante,
y ahora entiendo que para eso es necesario derrumbarse,
caerse,
equivocarse,
una y otra y otra vez,
hasta aprender hacerlo bien.

"No hay mejor maestro que el dolor"
-suele decir mi madre-
y hoy,
yo le creo.

Escribiré un libro que nació desde mi dolor,
desde mi incomprensión
y desde mi soledad,
porque eso es lo bonito del arte,
cuando la tormenta pase (porque pasará)
tendré pruebas de que sobreviví,
que lo logré,
que puedo,
porque yo siempre puedo.






domingo, 31 de julio de 2022

El acto revolucionario de regalarse flores.



 Hoy,
de regreso a casa,
he visto una floristería,
y como quien no quiere la cosa:
he entrado,
y he comprado un ramo precioso,
me he marchado con la sensación que después de algunos días,
por fin,
he hecho algo por mí.

He llegado,
las he puesto en un jarrón y las he visto como esa señal
que necesitaba para empezar de nuevo.

Que yo no he sido de mirar atrás,
y no voy a empezar ahora,
estoy herida,
frustrada,
pero no voy a permitirme un día más en pensar: "y si".

No gano nada,
y a mí me gusta ganar,
pero eso tú ya lo sabes.

No voy a pensar de nuevo en lo que hice mal,
porque ya me he castigado mucho,
y la verdad como dice aquella canción
que sonó en el trayecto de esa vez que nos dijimos adiós:
"es probable que lo merezca pero no lo quiero y por eso me voy"
y me voy.

Y yo soy de las que no vuelven;
pero eso tú ya lo sabes.

Así que sí,
viendo esas flores que compré;
pensé:
en todo lo que quería que me des tú,
que hicieras tú,
en todos los viajes,
planes,
tardes que quería contigo,
ahora me las daré yo.


domingo, 12 de junio de 2022

Coincidencias



¿Han conocido a una persona, que de repente la vida
te la pone de frente,
y tú no puedes parar de preguntarte,
por qué ahora,
y no antes?

Misma universidad,
amigos en común,
viviendas cerca,
frecuentábamos los mismos lugares,
y ni una sola vez coincidimos.

Nos conocimos en uno de esos días en los que parecía no haber nada especial,
seguí a cabalidad mi rutina de los domingos,
levantarse temprano,
tomar una taza de café,
leer un poco,
nada parecía indicar que sería diferente.

Y así,
con una frase entre risas,
y ninguna cosa en común,
llegaste a mi vida para desbaratarla,
cuatro años,
cuatro años,
en donde había desarrollado un mecanismo de defensa,
en donde el amor se había limitado a las películas de viernes,
a los poemas,
y a las conversaciones con mis amigas.

Te hiciste un hueco en mis tardes,
en mis fines de semana,
en mi vida que había jurado ya no tener espacio para nadie más.

Jugaste bien tus cartas,
me hiciste creer que yo llevaba el mando todo este tiempo,
cuando has sido tú el que manejaba en el camino,
a esa puta sonrisa ya no puedo decirle que no.

Tengo miedo,
tengo miedo,
que un día te aburras de este cúmulo de inseguridades,
de esta barca en altamar que parece ser mi vida últimamente,
de mis indecisiones,
y mi inestabilidad.

Pero me has escrito un poema,
y ahora lo sé,
que seremos una historia que contaremos a los demás,
que hablaremos de nosotros como una extraña coincidencia.

Que pudiste haber llegado antes o después,
pero no,
has tenido que arribar justo ahora,
cuando no tengo nada claro.

Qué extraña es la vida a veces.

Ojalá te quedes,
ojalá me quede yo,
y podamos saber por qué te has cruzado,
justamente aquella tarde de domingo,
cuando no te esperaba,
ni te buscaba.

martes, 31 de mayo de 2022

Conversación con mi psicóloga.

 -Pensamientos fatalistas.
-Sobrepiensas mucho las cosas.
-Evitas las relaciones interpersonales.
-Baja autoestima.

-¿Me olvido de algo?

*No, creo que eso es todo.

-Es una lista larga si la analizamos bien.

*Si, supongo.

- ¿Te sientes mejor?

*Si, creo

-Ale recuerda que no podremos avanzar sino me cuentas lo que ocurre.

*Es que no sé muy bien que ocurre.

-Bueno, puedes contarme eso también.

*Pasa, que no sé, estoy haciendo algo que suelo hacer siempre, tender la cama, cocinar,
trabajar; y de repente todo me pesa, solo quiero volver a dormir, mis manos tiemblan, y yo solo quiero llorar, y llorar, y que el mundo se detenga un ratito.

-¿Y qué pasa después?

*Que no se detiene, y eso me causa mucha tristeza.

-Es que no se va a detener, pero tú puedes parar ¿sabes?

*Já, eso dígale a mi cabeza, ella nunca para.

-¿Haz hecho lo que te dije para dormir? ¿Compraste la agenda?

*No.

-Ale.

*Es que tengo miedo.

-¿A qué?

*De intentarlo todo, darlo todo y fracasar.

-Entonces lo cambiamos y ya está. 
Cambiamos de estrategia, de técnicas, lo intentamos una y otra vez hasta que funcione.
¿Sabes que está permitido fallar, verdad?

*Sí.

-Entonces inténtalo, falla; y vuelve hacerlo.

*Sí, tal vez.

-Suéltalo, Ale.

*¿Qué cosa?

-Todo, suelta tus pensamientos, esa idea que tienes de querer hacerlo todo bien, ese miedo que tienes a equivocarte; todo lo que te carcome la cabeza, el corazón; eso que te produce pesadillas y te genera ansiedad, suéltalo.

*Es que no se cómo.

-Escríbelo, píntalo, cuéntaselo a alguien, sino lo sueltas acabará por dañarte.

*¿Y después?

-Te sanas, Ale; con un poco de paciencia te juro que te sanas.

lunes, 30 de mayo de 2022

Contigo.



Mi vida va bien ¿sabes?
nuevo trabajo,
mejor sueldo,
más tiempo en casa,
escribo más,
leo más,
sueño más.

Voy a terapia cada mes,
la psicóloga dice que voy avanzando,
dejé las pastillas para dormir,
mi ansiedad me ha dado tregua estos meses.

Mi vida va bien ¿sabes?

Un poco mejor cada día.

Es extraño que aún sueñe contigo,
que algunas noches me levante de golpe
buscándote a un lado de la cama,
que cuando pasa algo bueno,
busco tu número de inmediato,
y me azota la realidad que ya no estás a un mensaje de distancia.

Dicen que es normal,
que está bien,
que me tome mi tiempo.

¿Será normal que después de tres años aún piense que eres al amor de mi vida?

Prefiero la vida contigo,
para serte sincera.

Ojalá un día llames y digas:
que estás harto de fingir,
de buscar a alguien como yo,
de no encontrar mi risa en la sala,
mis poemas,
y mis comentarios absurdos.

Ojalá fueras de esos amores que uno deja libre,
y vuelve.

jueves, 14 de abril de 2022

Temporal.



Todo es temporal, todo.

Me digo esto mientras atravieso una nueva crisis
que me impide levantarme de la cama,
que me obliga a cancelar planes,
que me tiene en un sube y baja de emociones ya varios días.

Todo es temporal, todo.

La felicidad,
los amores de verano,
las amistades,
el café caliente,
los viernes noche.

Pero también el dolor, el dolor también es temporal.

Y los domingos,
y las ganas de no hacer nada,
y los corazones rotos.

Todo es temporal.

Una de las cosas que más me ha costado entender es que ningún proceso es lineal,
los días buenos me hacen pensar que ha acabado,
que estoy de subida,
que todo quedará como una mala pasada.

Pero llega,
como si alguien de repente apagara la luz,
y todo quedara a oscuras,
y me toca aprender a caminar a ciegas,
de nuevo.

 Qué putada todo esto.

Ojalá mi mente entendiera eso:
que todo,
todo siempre es temporal.

Tú solo sigue nadando.

domingo, 27 de marzo de 2022

Pero si nos queríamos tanto.



He leído un libro,
precioso, 
he tenido que pasar en cama este domingo
para darle el luto que merece.

He llorado,
me ha dolido,
y he pensado en ti,
en "nosotros",
es raro conjugar esa palabra que ya no existe,
pero la escribo porque si la escribo,
existe,
y es real,
es tú y yo.

He pensado, y he pensado en todas esas historias que no tienen final feliz,
que se quedan ahí,
en dos protagonistas queriéndose mucho,
que no pueden ser,
y me ha parecido una putada.

Siempre he creído que el amor lo puede todo,
por eso,
cuando te marchaste,
comprendí que nos faltaron ganas,
y sueños,
y cariño,
que con el tiempo llegaríamos a otros puertos,
a otras camas, 
a otros brazos;
y entenderíamos por qué tú y yo,
no.

Pero el tiempo ha pasado y yo sigo empeñada en quererte,
de lejos;
por supuesto,
en verte crecer por las conversaciones de mis amigos,
de nuestros encuentros cada año,
en imaginarte,
en soñarte,
en inventarme una vida tuya,
que tal vez no es real.

No puedo olvidarte,
no del todo,
pasan meses, en los que no te pienso,
en los que no imagino tu risa,
ni pienso en tu nombre cuando suena una canción de amor.

Pero siempre acabas volviendo,
a veces como un susurro,
y otras tantas como un terremoto dispuesto a llevarte todo.

Los protagonistas de la novela no quedan juntos,
queriéndose con toda el alma,
y he pensado en nosotros.

Una vez me dijeron que a veces,
el acto más real de amor es también dejar ir,
y antes me parecía una estupidez
porque el amor lo puede todo ¿no?
porque por amor se lucha ¿verdad?

El amor tendría que poderlo todo.

Ahora no lo sé,
ahora entiendo que a veces irse a tiempo,
es mejor que quedarse en el minuto equivocado,

Me pregunto si me amaste tanto,
tantísimo que te fuiste,
de lejos me hacías menos daño,
entonces si,
a veces
¿el dejar ir es la mejor forma de demostrar amor?
o cuando uno quiere,
en serio lo hace,
se queda
siempre se queda.

domingo, 20 de marzo de 2022

La vida después de la tristeza.



Hoy, oficialmente son dos semanas en la que la psicóloga decidió
darme el alta,
y yo sigo caminando en puntillas,
con miedo de si hago mucho ruido,
algo se vuelva a romper.

Nadie habla de esto ¿verdad?
todos se preocupan cuando ocurre,
cuando las crisis son pan de cada día,
cuando no logras reconocerte,
cuando es un triunfo pararte de la cama cada amanecer.

Y ¿después?

Nadie te habla del miedo,
del terror de que vuelva a pasar,
de cómo confundes la felicidad,
con "no estar triste"
porque no es lo mismo,
no señor,
pero has tenido días tan oscuros,
que te conformas con que no llueva.

Me he descubierto pidiéndole a Dios,
que no vuelva a ocurrir,
respirando,
contando del 1 al 10,
hablar con mi cabeza,
pedirle paciencia.

A veces no menciono su nombre, 
porque pienso que si no hablo de ella,
no existe,
solo fue una mala pasada.

Ahora me descubro haciendo planes,
tomando decisiones,
en torno a ella,
preguntándome si verdaderamente estoy lista para seguir adelante,
y he tenido que llorar,
porque aún no puedo creer que esto me esté pasando a mi.

Y la burbuja en la que llevas viviendo varios años,
te explota en la cara,
y empiezas de cero,
con tu vida hecha un desastre.

Pero tienes que,
replantearte lo que haces,
empezar a velar por ti,
darle prioridad a otras cosas,
agradecer por tantas otras que dabas tanto tiempo por sentado.

A veces me pregunto si es posible que vuelva a ser la misma,
y he llegado a la conclusión que no,
y ¿por qué tiene que ser un problema?
ahora me preocupo mucho más por mí,
he sanado tantas heridas,
he soltado tantas personas,
me he pedido perdón tantas veces,
no puedo creer que a mis 26 años recién estoy descubriendo
como quererme,
como sanarme,
como perdonarme.

Llevar a cuestas una enfermedad mental
es como cargar con una sombra que te persigue todos los días,
y a veces sin que te des cuenta,
te abraza y se queda contigo.

Me da tanto miedo que vuelva abrazarme.

Pero no puedo ignorarla,
debo aprender a escucharla,
a prevenirla,
a saber qué hacer cuando vuelva a visitarme.

A entender que no es el fin de nada,
y que puede ser el comienzo de muchísimas cosas buenas,
de ser más consciente de la felicidad,
de todo lo que te rodea,
ser ese abrazo que yo alguna vez necesité para buscar ayuda.





miércoles, 9 de marzo de 2022

Teenage dream



Yo no tuve un amor adolescente.
a los dieciséis mientras a varias de mis amigas ya le habían roto el corazón,
yo lo tuve intacto.

Mis rupturas amorosas más cercanas, las viví a través de los libros.
no tuve ese amor loco, inmaduro, ese que crees que será para toda la vida con solo quince años.
mejor egresada, buenas notas, clases de siete a siete; la cabeza siempre en su lugar, la hija ejemplar.

Pensé que mi tiempo había pasado,
con veinticinco años siempre imaginé que en caso de que llegará alguien a mi vida,
sería de manera tranquila,
como de esos susurros que apenas percibes.

Hasta que llegaste,
como un huracán.

A ponerme de cabeza:
la cama, y la vida.

Fue de esas noches,
no muy especiales,
de aquellas que recuerdas dentro de unos años y te preguntas ¿cómo?

Amigo de mis amigos,
el típico hombre que yo siempre esquivo,
muy seguro de sí,
con esa sonrisa que pertenece a más mujeres,
con un vaso de whisky en la mano.

Economista,
gerente de una empresa,
músico frustrado,
alérgico a las relaciones serias.

Apenas y te miré ese día.

Pero tú me observabas,
toda la noche.

lunes, 14 de febrero de 2022

¿Cómo sabes que es amor?



Hace días me han hecho una pregunta extraña,
la cual me ha tenido dando vueltas y vueltas
y la verdad eso no es extraño;
yo le suelo dar muchas vueltas a casi todo.

En fin,
como afuera dicen que hoy es el "día de los enamorados"
he decidido escribir de eso.

Hace días me preguntaron: ¿cómo sabes que es amor?
y he pensado en una frase que leí hace mucho tiempo:
tal vez sea de Borges,
pero no lo recuerdo bien,
si tú sabes el autor:
me lo dices.

"si te preguntas si amas a alguien,
es porque lo has dejado de amar para siempre"
me he venido preguntando estas semanas si él tenía razón.

¿Cómo sabes que es amor?
si tú tienes alguna idea,
me mandas un mensaje y me lo dices,
porque la verdad no lo sé.

Pero mientras escribía esto,
he pensado en ti,
como siempre,
y me pregunté cómo sabía que te quería,
y yo si lo sé,
el día exacto.

Tú manejabas y en un semáforo en rojo,
cogiste mi mano y cantabas a viva voz la canción que sonaba en la radio
era Belerofón de Taburete,
y yo pensé: esto se le debe parecer muchísimo al amor,
tal vez.

Lo dudé,
muchísimo;
yo nunca había querido a nadie antes de ti,
al menos no así,
lo dudé mucho,
y no por eso te dejé de amar algún día.

¿cómo sé que esto que late en mi pecho,
que me hace tartamudear cada vez que te veo,
que me hace sonreír todos los días que amanezco a tu lado,
es amor?
no tengo idea.

Pero sé que te he dado todo,
todo para que me lastimes,
y aún así tú decides todos los días no hacerlo.

Y por eso tú,
por eso siempre tú.



domingo, 30 de enero de 2022

Te escogería para siempre.



Hoy me han entrado unas ganas locas de llamarte,
de contarte las novedades,
de que pasaran cuatro, cinco horas y ninguno de los dos se aburriera del otro;
cuando pasa eso,
cuando quiero buscarte,
y sentir que a pesar de los años y los kilómetros;
de alguna forma extraña sigues estando,
me pregunto si lo hicimos mal,
si fue un error desde el principio iniciar una historia
que sabíamos tenía fecha de expiración.

Me pregunto si hubiéramos funcionado como amigos,
solo como amigos,
tal vez seguirías en mi vida,
tal vez hoy podría llamarte y estuvieras aquí,
haciéndome reír.

Se que si te lo dijera ahora,
me mirarías,
hicieras esa mueca que tanto extraño,
y sonriendo dirías:
tu y yo jamás,
jamás seremos amigos.

Si pudiera retroceder el tiempo,
te escogería para siempre,
si nuestros caminos nunca se han de cruzar,
tenerte ahí,
de vez en cuando,
para llamarte con noticias buenas,
para sostener tu mano si tu mundo se cae,
para escucharte mientras me cuentas que has conocido al amor de tu vida,
para estar en los días importantes,
y los no tan importantes,
para estar,
siempre.

Si pudiera retroceder el tiempo,
te escogería para siempre.


miércoles, 26 de enero de 2022

Desaprender



Cambié de trabajo,
empecé a ir a terapia,
retomé mi rutina de ejercicios,
y escribí,
como siempre.

Dejé de ver las películas de siempre,
abandoné los libros que leía todas las mañanas,
empecé a caminar distinto,
por otro camino,
desaprendiendo.

Era de rutinas,
de manías,
de amigos que tengo desde la infancia,
de amores viejos.

Siempre me ha costado los cambios,
siempre,
llevo toda mi vida comprando el mismo café,
frecuentando a las mismas personas,
soñando con los mismos lugares.

El cambio siempre viene bien,
a veces la felicidad,
el amor,
el éxito;
está a un ladito de lo que uno acostumbra hacer.

Entonces estoy aprendiendo a desaprender,
a soltar muchas cosas y a sujetar unas nuevas,
de otra manera,
de esas que no lastiman.

He mencionado tu nombre en terapia,
pensaba que aún estabas aquí,
rondando de alguna forma.

Y lo raro de empezar un camino nuevo,
es darte cuenta que no es tan aterrador como creíamos,
que todo eso que pensamos que aún nos ataba,
lo habíamos soltado hace ya mucho tiempo,
pero nos costaba admitirlo,
porque decirlo en voz alta 
significaba que te habías ido,
para siempre.

La verdad es que te fuiste hace ya muchos años,
y ahora,
que el pasado ya no suena tan tentador
que el futuro anuncia cosas muy buenas,
he entendido que estoy mucho mejor sin ti.

Voy a dejar de comparar tu sonrisa con la de los demás,
tu forma de querer con la manera que me han querido después de ti,
ya no serás la razón del por qué nunca sale bien.

Y te voy desaprendiendo.


viernes, 7 de enero de 2022

Soltar



He venido ya varias semanas tratando esto en terapia;
soltar,
que palabra tan rara,
s o l t a r,
y en este tiempo he entendido su importancia.

Cuando todo se derrumbó empecé a preguntarme:
¿qué ocurre?
¿qué pasó?
y todo se resume a una cosa:
no supe soltar a tiempo.

Aún no lo sé, pero lo estoy intentando.

Creía que iba a ser más sencillo,
pero la realidad es que es una putada.

Soltar también significa abrir heridas que parecían sanadas,
admitir errores,
aprender a perdonarme.

Yo siempre he sido de las que se van,
sin chistar,
si voltear.

Pero eso solo ha hecho más difícil porque he llevado a cuestas tantos:
"y si.."
"tal vez"
y hoy he decidido quemarlos,
abrirles un agujero,
echarles tierra,
y dejarlos morir,
porque me he hecho esta pregunta ya varios días y es: ¿qué carajos gano yo, con tantos "ojalás"?
y la verdad es que nada.

He sido desdichada ya mucho tiempo.

Dejando acumular resentimientos,
el deseo que no les vaya tan bien,
no sin mi,
que me extrañen un poco.

Con el tiempo,
y en terapia,
entendí que es el cúmulo de todas mis inseguridades,
de nunca creerme suficiente,
de que los demás sientan mi ausencia,
de sentir que no hay nadie como yo,
de la necesidad de aprobación.

Ahora lo he entendido,
que hay caminos que no coinciden,
nuevas rutas,
nuevos planes,
y eso no tiene nada que ver conmigo,
de ser mejor o peor que aquella,
yo soy yo,
y ya.

He puesto en un papel aquellos nombres,
que he tenido atorado todos estos años en la garganta,
me he perdonado,
y los he soltado.

Y no solo eso,
he soltado todas esas etiquetas,
esas versiones de mi que resultaron ser el producto
de todos esos miedos y rencores que cargué por mucho tiempo,
pero ya no quiero ser ella.

Quiero soltar mi manía de siempre querer vivir en el mañana,
en los "por si acaso"
en los "tal vez"
quiero soltar el control
mi inseguridad
y todo lo que me impide convertirme en la mujer que quiero.

En la mujer que me haga sentir  orgullosa,
no para nadie más,
para mi.

Hoy soy una persona completamente rota,
que se derrumbó para armarse de nuevo,
de cero,
ha sido un camino durísimo,
pero he vuelto a andar,
por mi cuenta,
paso a paso.

Qué orgullosa estoy de mi.

Suelta Ale,
suelta,
y vuela.

miércoles, 5 de enero de 2022

Siempre.



Te voy a querer siempre,
ahora lo sé,
después de todos estos años
lo he asumido,
he dejado de intentar olvidarte,
porque ahora se que es tiempo perdido.

Acabo odiándote,
deseándote lo peor,
para darme cuenta que detrás de toda esa rabia,
estoy ahí,
queriéndote,
como el primer día.

Verte,
hablar contigo como si fuéramos amigos que por cosas de la vida,
dejaron de frecuentarse,
hizo que la realidad entrara como una fuerte cachetada:
te voy a querer siempre.

No te asustes,
tú y yo no somos definitivos,
y no por falta de cariño,
por falta de coraje,
porque nos excusamos que no puede volver a salir mal,
pero en realidad nos morimos de miedo de que salga bien,
y que ya,
que se acabó,
que no más camas,
no más noches de viernes,
no más bocas,
porque tú y yo,
hemos llegado a puerto seguro.

Que no,
que nos morimos de miedo.

Y eso,
te pido que no vuelvas,
a medias no,
a medias los amores de verano,
los vasos de whisky,
historias que nada tienen que ver con nosotros,
a medias no.

Que puede salir mal,
darnos cuenta que hemos llegado tarde,
que tu y yo ya no bailamos la misma canción,
pero eso jamás lo sabremos,
y eso,
eso sí que da un poco de pena.

Nos quedaremos a vivir en un eterno: "y si..."
pero yo he asumido mi cobardía,
espero lo hagas tú también,
que cualquier día que te pregunten por mi
respondas que te faltaron cojones,
nada más.

Ayer entre copas y risas,
hablé de ti,
a viva voz grité:
"que te iba a querer siempre,
y a la mierda todo"
-¿en serio? ¿después de todo este tiempo?
preguntaron,
*siempre.
atiné a responder.