viernes, 29 de diciembre de 2017

Palabras.


En mi vida todo está planeado,
ordenado,
y bien pensado.

Me gusta tener el control.

Soy de las que usa reloj con diez minutos de adelanto,
porque detesta los atrasos,
quien hace planes con semanas de anticipación,
tengo hora de despertar,
hora de dormir,
agenda,
recordatorios.

Soy así.

Obviamente cuando llegaste,
no me percaté de nada,
mis sentimientos al igual que todo,
son medidos,
controlados,
y por primera vez:
hice caso omiso a mis alertas de "precaución"
total,
no te ibas a quedar,
o eso pensaba.

Y no te vas,
pero tampoco estás.

Te quiero,
y el resto es pura introducción,
lo siento,
por siempre darle vuelta a todo.

Pero creo que te quiero,
creo que lo hago,
y puta madre
que las palabras me quedan cortas.

Que te quiero,
y al carajo,
los porqués, el para qué y el hasta cuando.

Te quiero,
fin,
que tal vez deje de quererte en una semana,
en un mes,
o tal vez no deje de hacerlo nunca.

Pero que hoy te quiero,
y espero que mañana también.

Te quiero,
y ojalá algún día,
eso,
sea suficiente.

lunes, 25 de diciembre de 2017

Querido Santa.


A los diez, recibí de regalo de Navidad un libro, recuerdo haberme enojado un montón, obviamente yo esperaba el último modelo de la tan conocida "Barbie"; mamá esa noche me susurró al oído: que algún día entendería el verdadero significado de estas fechas, y  esperaba que la vida no me lo enseñara a base de heridas.
Crecí, me hice mayor, con más daños encima, y unos tantos años después; escribo esto mientras espero que lleguen mis padres, con la misma ilusión de cuando tenía nueve, pero por motivos diferentes.
La vida ha sido buena, no siempre, no tanto; a veces se ha pasado de hijueputa, tal vez no conmigo, y creo que eso es lo peor, que he visto sufrir a los míos tanto, que suelo olvidar cómo fue que llegamos hasta aquí juntos, pero lo estamos y esa, es una razón para sonreír todos los benditos días.
E irónicamente ese regalo que desprecié alguna vez, terminó cambiándome la vida, literalmente, no tengo idea de qué sería de mí sin las letras ¿se imaginan una Alejandra Ayala sin poesía, y sin un poco de literatura? ¿No verdad? Porque yo tampoco, y qué bueno.
En fin, lo que quiero decir es que esas pequeñas cosas que no apreciamos, son las que realmente llegan a darnos luz a nuestra vida, y por favor, se los pido, agárrense de ellas, del "buenos días" de su padre, de la sonrisa de su madre, de las peleas sin fin de sus hermanos, de la cerveza con su mejor amiga, de esas pequeñas cosas que les aseguro extrañarán el día que les falte, no esperen a que eso ocurra, para darse cuenta de la felicidad que éstas les dan.
Cuentan que afuera es invierno, pero en mi interior florecen girasoles hermosos cual verano, mi jardín está creciendo, otra vez; y aunque ni yo misma me crea que venga acá a dar lecciones de optimismo, siento que la vida merece una oportunidad, todas las malditas oportunidades que existan.
He cerrado los ojos y he pedido un deseo, eternas noches de veranos, para ti, que me lees, o que tal vez no, pero por algo has llegado acá, ¿entonces? que sonrías, solo eso.

Querido Santa:
Gracias, una vez más.

domingo, 17 de diciembre de 2017

Tarde


He entendido que desearlo,
y quererlo tanto;
no significa nada,
si solo viene de uno.

No he venido a recriminarte nada,
nunca he sido de exigir,
y mucho menos ahora.

Me voy.

He llegado al punto exacto,
en donde mover un paso hacia adelante,
solo significaría cortarme más,
abrir la herida que había dado por cerrada.

Paso.

¿Y entonces?
Por primera vez,
estoy rogando que no me detengas,
solo que agaches la cabeza,
me digas adiós,
y me dejes partir.

Esa manía tuya de darte cuenta
lo que represento en tu vida,
cada que decido dejarla,
entiende,
se hizo tarde,
me tengo que ir.

Me despido con una sonrisa preciosa,
y esos deseos de que a partir de ahora,
tu vida,
se convierta en la mejor fiesta del año,
que tu compañera de baile,
sea todo lo que siempre has anhelado,
y que tú estés dispuesto a guiarla.

Yo, he decidido volar,
la vida en la tierra,
ya no se me antoja,
lo haré sola,
las alas me pesan,
cuando alguien va a mi lado.

Toma esto
como una carta de despedida,
como una de esas notas
que dejaba a escondidas en el bolsillo de tu pantalón,
esta de encabezado tiene:
adiós, y buena suerte.

Se ha hecho tarde amor,
nos vemos,
espero,
que no tan pronto.

lunes, 11 de diciembre de 2017

Perfecta.


Es bonita,
muy bonita; 
aunque ella siempre lo niegue.

Ama el olor a café,
le encanta que la cocina esté inundada de ese aroma.

Es de esas personas que está dispuesta a cualquier plan,
aunque muera por quedarse en su cama leyendo poesía.

Sólo hace falta un: "te necesito"
para que ella esté bajo tu casa en máximo veinte minutos.

Da más de lo que recibe,
siempre.

Es muy puntual,
demasiado,
siempre termina irritada;
no aprende.

Terca,
como la peor de las mulas,
dice su mamá.

Nunca escucha a nadie,
jamás,
siempre es dueña de sus propias decisiones.

Libertad,
le llama.

Necia,
eso es.

Tiene una sonrisa preciosa,
no sé como lo hace,
ríe como si su vida dependiera de ello,
como si le pagaran por eso,
y qué bien le sale.

Es diferente,
se lo digo siempre.

"Todos lo somos"
responde,
mientras revolotea los ojos.

Baila,
canta,
ella es lo más parecido a la magia,
que he encontrado en el mundo.

"Es porque no conoces el arte"
me dice.

Tan inútil
para recibir elogios.

Tan ella,
tan solo ella.

Disfruta de la cerveza,
y tiene esa manía de quitarle las etiquetas
cuando va nerviosa,
se muerde el labio inferior,
y siempre dice estupideces
en los lugares menos apropiados.

Torpe,
dice ella.

Dice que cree en el amor,
cuando le preguntan por su inclinación religiosa.

Amante de los tatuajes
y de la velocidad,
un desastre al volante,
siempre está a punto de chocarse.

No la entiendo jamás.

Dice quererme,
pero no se queda nunca;
cuando le pregunto la razón.

Responde que ella jamás se va,
aunque parezca,
"estoy aquí, ¿no es cierto?"
me dice
con esa carita de no saber nunca de qué hablo.

Mierda,
es tan jodidamente perfecta.

Y la odio por eso,
la odio con cada partecita de mi ser,
de lo único que me ha quedado,
ahora,
todo parece ser de su pertenencia.

Díganle que la espero,
tengo cervezas en la heladera.


miércoles, 6 de diciembre de 2017

Podría decirte


Podría decirte que escribiré de ti
todos los putos días,
que te recitaré poesía cada mañana al despertar.

Podría decirte que serás mi norte,
mi sur,
mi centro,
y el que equilibre toda mi vida.

Podría decirte también,
que jamás sabré vivir sin ti,
que no me da la gana de hacerlo,
que el día en que te marches,
dejaré de ser yo.

Podría decirte tantas estupideces,
tantas,
solo para lograr que te quedes,
pero hay ciertas cosas que no se pueden,
ni se deben pedir.

Por el contrario,
te voy a decir,
que hay muy pocas cosas que yo puedo ofrecer.

Mira,
yo guapa no soy,
paciente tampoco,
romántica,
mucho menos.

Entiende,
yo soy una niña pequeña,
que a sus veintiún años,
necesita aprender mucho,
pero quería que tú me enseñaras.

Está bien,
hay cosas que no se pueden exigir,
y yo no he venido hacer eso.

Solo decirte que hay cosas bonitas en el mundo,
y que verte reír es una de ellas,
que tal vez coincidimos,
tropezamos en el momento incorrecto,
pero espero que aunque tu camino no te lleve hasta mi,
te aterrice en brazos correctos.

Mira,
qué bonito es desearte lo mejor,
así no sea conmigo
¿eso se llama querer, verdad?

Mucho gusto, te quiero.

martes, 28 de noviembre de 2017

Me reinicias


Soy una persona solitaria,
un tanto apagada,
aburrida y madrugadora.

Amante de Sinatra,
al teatro y al café,
nada interesante.

Chica de rutina.

Estudiante de derecho,
buenas notas,
series y películas románticas.

Princesa de papá,
compañera incondicional de mamá,
hija única,
amiga de pocos.

Tú,
cuyo nombre conoce todo el mundo.

Tú,
de ruidos a las cuatro de la mañana,
al trago fuerte con hielo,
al rock en español,
a la multitud los viernes noche.

Tú,
un desastre al volante,
imprudencia por sobre todas las cosas,
impaciencia,
y mal humor.

Tú,
dueño del mundo.

Y vienes,
a convertirme en nómada,
en mochilera,
en capaz de recorrer el mundo en ochenta días,
solo si es de tu mano.

Vienes,
para enseñarme a bailar al ritmo del viento,
a escuchar el silencio,
a disfrutar de los atardeceres,
y de un buen vino.

Ahora,
todos mis switch están en "on",
mis responsabilidades en modo: pausa,
y mis ganas de quedarme contigo en su máximo nivel.

Eres como esa descarga eléctrica,
que te deja en estado de inconsciencia por un rato,
solo para agarrar más fuerza,
y empezar a vivir,
a vivir,
como si hubiera estado dormida todo este tiempo,
hasta hoy.

Llegas a indicarme que la vida,
también se trata de romper un poco las reglas,
de desafiar a la muerte,
y de reírnos de aquello.

Es como si todo este tiempo hubiera estado riéndome a medias,
queriendo de a mentiras,
viviendo de a poco,
y que tú llegaras a darle la vuelta a todo.

Me reinicias.

lunes, 20 de noviembre de 2017

Imperfecto.


Yo no hablaré de girasoles,
ni de cortejos a media tarde,
ni de las palabras exactas,
en el momento preciso,
escuchando la canción perfecta,
como cualquier filme estadounidense
lleno de clichés,
arcoiris,
y mariposas.

Les contaré de las veces que me sacas de quicio,
por nunca saber a dónde quieres ir,
de tu afición por las fiestas,
cuando yo prefiero quedarme en casa.

De tu manía de fumar cuando estás nervioso,
de tus malas palabras viendo un partido de fútbol,
de que nunca quieras ir al teatro,
o de que te niegues a leer poesía
de todas esas cosas que a veces no soporto.

Tus ronquidos,
tu poca paciencia hacia los niños,
que no te gusten los gatos,
tus alergias,
y de que siempre seas un adefesioso a la hora de comer.

Les hablaré de todo lo que no aguanto
de todas esas ocasiones en las que he querido matarte,
de las peleas,
de los desacuerdos.

Porque no,
porque no siempre te quiero,
porque no siempre sonrío cuando estás a mi lado,
porque no siempre es perfecto

Les contaré que nunca es un cuento de hadas,
que no todo son risas,
ni canciones de Ed Sheeran,
pero lo vale,
que tú siempre lo vales.

Porque yo a ti,
te quiero hasta con tus defectos.

Porque a pesar de todo,
yo regreso a ti,
a ti,
y a cada uno de tus errores.

domingo, 19 de noviembre de 2017

No sé querer.


No sé querer,
hago parecer que así es,
porque siempre me he caracterizado de ser de aquellas
que hablan de amor,
porque no creen saber más que de eso.

Pero no sé querer.

Soy una romántica sin remedio,
siempre he preferido las películas de amor,
los poemas que te sacan ciertas lágrimas,
Alborán siempre es lo primero en sonar en mis mañanas,
y así;
yo amo demasiado el amor.

Pero,
no sé querer.

No se si me entiendes,
que me gusta el amor
cuando se encuentra muy lejos de mí,
me aterra la idea de que se acerque mucho.

Para mí,
es más fácil correr en dirección opuesta,
antes que decir:
"bien, me voy arriesgar"

No puedo,
lo siento.

Pero es que no sé querer,
y tú tienes toda la cara de querer hacerlo.

Siento tanto estar jodida y no tener ninguna razón
por la cual estarlo,
pero así es.

No cariño,
no me han hecho daño,
no tengo el corazón roto,
lo mío es mucho más complicado que eso.

Tengo miedo,
tengo tantísimo miedo.

Me dirás que no debo tenerlo,
que tú no pudieras hacerme daño,
que a una carita como la mía
no se la puede apuñalar.

Dirás eso,
porque,
ya me lo han dicho;
porque me han ofrecido 20 poemas de amor,
y una canción desesperada,
en bandeja de plata.

Me ofrecían calma,
paz,
y calor.

Cuando eso,
yo ya lo tenía,
estando sola.

Pero tú,
a diferencia de los demás
has jurado que he de ser yo,
la que aclamará a tu puerta.

Dijiste:
"está bien, pero a partir de hoy,
no vas a poder vivir sin mí."

Mira tú,
que estoy a punto de creerte

No sé querer,
¿me enseñas?

domingo, 12 de noviembre de 2017

Quería.


Quería que me dijeras: "quédate"
cuando dije que me iría,
porque no lograba comprenderte.

Quería una llamada,
un: "te echo de menos".

Quería Alborán,
Drexler,
Morrison,
Medrano,
sonando de fondo,
un domingo cualquiera.

Quería lunas llenas,
paseos interminables,
quería tu sonrisa por las mañanas,
por las tardes,
y las noches,
y los años bisiestos,
y los 365 días de mi vida.

Quería Noruega,
Suiza,
Brasil;
y todos esos planes absurdos
que hacíamos
como si fuéramos dos niños,
con toda la vida por delante.

Quería auroras boreales,
estrellas fugaces,
tréboles de cuatro hojas,
solo por el simple hecho de burlarme de la suerte,
al tenerte a ti,
como mi amuleto preferido.

Quería conciertos,
obras de teatro,
ferias de libros,
y cualquier excusa para tomar tu mano,
y presumirte con todos por la ciudad.

Quería que me dijeras que estabas en el mismo lugar de siempre,
esperándome,
que habías comprado un par de cervezas,
y que guardabas una botella de vino en el carro,
por si estaba de humor.

Quería que me dijeras que estabas.

Quería,
ay,
yo te quería.

domingo, 5 de noviembre de 2017

No me acostumbro a ti.


Ya es mucho tiempo despertando con esa misma sonrisa,
agarrando esas mismas manos,
escuchando tu voz,
aguantando tus manías,
sorprendiéndome cada día,
de esa forma tan peculiar de pensar.

Tienes como mil personalidades,
cada una de ellas,
no se cansa de ser perfecta.

Resulta tan extraño,
que aún siga descubriendo cosas tuyas,
hace unas semanas me enteré que sabías cantar,
que de niño tocabas la guitarra,
que no duermes con almohadas,
y que sueles tener pesadillas muy extrañas.

Y no me acostumbro a ti.

Cuando estoy a punto de entenderte,
de descifrar todos tus secretos,
tú de repente me cambias la jugada,
y a veces no sé si gano o pierdo,
pero entonces te veo a lado mío,
con esa cara de niño travieso,
y nada parece estar mal.

Magia.

Y no me acostumbro a ti.

Imposible hacerlo,
si a mí esto del amor
siempre se me ha dado fatal,
sí he dicho amor,
creo que ninguna palabra cabe de manera más perfecta,
a esa manía tuya
de querer cuidarme incluso cuando estoy a salvo.

Después de tantos errores de una noche,
o de dos,
o de tres,
al final,
nadie se quedaba al amanecer;
imagínate lo que se siente que seas lo primero de ver al despertar.

Cómo acostumbrarme a los lunes de lasaña,
a los viernes de teatro,
a los domingos de sofá y películas;
cómo tenerte a mi lado,
sin pensar que ha sido producto de una broma,
o de algún pacto con el diablo.

Es que la soledad había sido una compañía incondicional,
durante ya varios años,
yo pensaba que ella era todo lo que necesitaba,
pero apareciste tú.

No me acostumbro a la suerte que supone tenerte conmigo,
a que de ahora en adelante
te cargue a ti
como mi trébol de cuatro hojas,
entiéndeme,
no me acostumbro a ser tan feliz.

Cuando el mundo se me antoja un tanto oscuro,
estás tú,
inventándote colores,
alumbrando todos esos rinconcitos que creía olvidados.

viernes, 27 de octubre de 2017

Te hubieras quedado


Te hubieras quedado,
tenía poemas para cada ocasión,
para cada risa,
para cada lágrima,
para cuando no tenga ganas de soportarte,
para cuando no me soporten las ganas.

Lo hubieras hecho,
en serio;
he aprendido a ordenar mi cuarto,
ahora cocino,
y he dejado la cerveza los viernes,
bueno,
eso no.

Te hubieras quedado,
tendrías una antología completa para ti,
la pudieras vender,
sacar unos cuántos dólares,
yo que sé,
presumir con cada visitante de tu cama,
que una loca, deseosa de ser poeta
se moría por ti,
lo hacía;
solo para recalcar.

Te hubieras quedado;
no canto tan mal,
doy conciertos privados,
me sé todas las de Alborán,
tú solo pide.

Te susurraría cualquier estupidez antes de dormir,
calentaría tus pies,
soportaría tus ronquidos,
tus insoportables hábitos al dormir,
yo que sé.

De ser tú;
me habría sujetado fuerte a mí,
a alguien que me quisiera como yo lo hacía.

Te hubieras quedado
hijo de puta,
lo hubieras hecho.

domingo, 22 de octubre de 2017

Blanco y negro.


Somos un desastre,
los dos.

Bailamos en tiempos diferentes,
yo avanzo tres pasos,
tú retrocedes cinco.

Así, siempre.

No nos entendemos jamás,
a veces somos tan diferentes,
y otras tantas tan iguales.

Porque ninguno de los dos
nunca se anima a perder la razón.

Y peleamos,
una y otra y otra vez;
y trato de rendirme,
de convencerme
que no puedo seguir así.

Luego apareces de sorpresa,
afuera de la universidad,
con tu sonrisa de mediodía,
con alguna estupidez tuya.

Y ya,
de repente todo está bien.

Es que me haces tan bien.

Luego te vas,
y yo no contesto el teléfono,
o tú llegas tarde;
y hacemos exactamente lo que no soportamos.

Y volvemos al ciclo de nunca acabar.

De no poder estar contigo,
pero volverme una completa loca al estar sin ti.

Y entonces llega,
un simple mensaje,
un "te quiero"
y ¡qué putada todo esto!
porque no hay nada más perfecto,
nada mejor que tú,
que tú queriéndome.

Voy a intentarte,
hasta que me salgas bien,
hasta que nos salga bien,
hasta que nos hagamos bien.

No me voy a rendir
¿tú?

lunes, 16 de octubre de 2017

Asunto pendiente


Volvías,
y te ibas,
volvías,
y te ibas.

Debí haberte cerrado la puerta en la cara,
para ver si así,
sentías un poco del dolor
que a mí me ahogaba en ese momento.

Volvías,
con la misma sonrisa,
con las mismas manías,
con la misma forma de hacerme tan feliz,
y te ibas,
te aterraba la idea de quedarte;
decías que no lograbas olvidarla.

Y así,
el reloj corría,
las hojas cambiaban de color,
y yo había encontrado otro amor.

No iba a esperarte toda la vida tampoco.

Tú,
saltabas de boca en boca,
cambiaste el ron por el whisky,
dejaste de fumar,
y creo que te graduaste,
aún así,
no la dejabas ir.

Yo,
me había enamorado,
me pinté el cabello,
conseguí trabajo,
y había dejado de escribir.

Tú,
con su recuerdo a cuestas,
yo,
pensando que quería a alguien más.

Qué ingenuos.

Qué tercos.

Así,
un día cualquiera,
como si el tiempo no pasara en vano,
reconociste mi risa,
y te decidiste entrar a aquel museo;
te habías dejado la barba,
y llevabas aquella camisa azul que te regalé alguna vez,
olías a vida,
a tanta vida.

Me invitaste a un café,
y se te notaba nervioso,
toda la tarde hablando de trivialidades,
como si fuéramos un par de amigos,
que habían dejado de contactarse,
extraño,
muy extraño;
después de todo lo que vivimos.

Al dejarme en casa,
susurraste que teníamos algo pendiente.

Y así era.

Quién diría que estaría escribiendo esto,
mientras te veo cocinar,
escuchando rock en español,
tomando cerveza un domingo.

Qué ironía pensar en todo lo que tuvimos que pasar,
hasta llegar aquí,
gracias al cielo que pasó,
que nos costó,
ahora no te suelto,
así que te aguantas,
y me aguantas.

Por cierto,
te quiero.

jueves, 12 de octubre de 2017

No soy yo, eres tú.


No soy yo,
ni mis risas mañaneras,
ni mi gusto al café,
ni mi costumbre de madrugar;
eres tú,
tu sonrisa,
tu luz,
que alimenta más que cualquier desayuno.

No soy yo,
ni mi vicio a leer,
es el roce de mis manos
recorriéndote,
se siente exactamente igual
que pasar página a página,
con la ilusión de encontrar otros mundos,
así,
a través de tu cintura.

No soy yo,
ni mi amor a la música,
es tu voz,
que se me antoja a coros de Drexler,
canciones de Morrison,
y a todas esas letras que antes de ti,
no tenían sentido alguno.

Eres tú,
y tu gusto por el whisky.

Eres tú,
y tu olor a tabaco,
tu adicción a viajar,
y repudiar la tecnología.

Eres tú,
tan viernes de noche.

Eres tú,
y tu gusto por el chocolate,
tu ilusión de conocer Roma,
y de ver un partido en Madrid.

No soy yo,
eres tú,
definitivamente eras tú,
sólo tú;
¡y qué suerte!




domingo, 1 de octubre de 2017

Si tan solo miraras.


Si tan solo miraras,
miraras cómo te veo cuando ríes,
cuando llegas,
cuando te vas,
cuando susurras "que nos veremos más tarde"

Si miraras
mi manera de buscar tus ojos en el tumulto,
donde sea,
con quien sea,
en la mirada de otra gente,
estás,
siempre.

Si tan solo miraras cómo mis dedos
se mueven en el teclado
cuando intento hablar de ti,
cuando busco cientos versos que definan
tu manera peculiar de caminar.

Si miraras
que ni siquiera me percato en la mirada de alguien más
ni en la sonrisa de nadie,
y que detesto la forma que alguien dice mi nombre,
sino lo haces tú.

Si tan solo miraras,
me miraras.

Si miraras mis manos,
capaces de sostener el mundo,
el tuyo,
para que así,
no tengas excusa alguna de huir.

Si tan solo miraras,
que te observo,
que te anhelo,
te juro,
que no te daría ganas
de mirar en otra dirección.

domingo, 24 de septiembre de 2017

Cliché, parte I.


Llevabas chaqueta de cuero,
olías a cigarrillo,
a whisky añejo,
y a veinte besos de diferentes bocas.

Te ignoré,
intenté tantas veces pasar de largo,
pero tu risa,
tu puta risa,
suena a rock del 70,
a éxito de los billboard,
a una maldita sonata digna de todos los grammy.

Yo nunca fui muy aficionada
a los que traían pinta de chico malo,
que cliché,
siempre odie eso.

La niña que lee poesía
y disfruta del café,
enamorada de un chico con tatuajes,
y de vocabulario vulgar.

Qué aburrido.

Pero pasó.

Me pasaste.

lunes, 18 de septiembre de 2017

Musa.


Entraste en aquel bar con el vestido negro de siempre,
zapatos de tacón
y labios color sangre.

Juro que de no ser por tu cabello,
tan rizado como siempre,
no te hubiera reconocido.

Sonreíste,
como si fueras cliente frecuente,
pediste que cambiaran de música,
y de repente sonaba Frank Sinatra de fondo,
y tú parecías un poco drogada mientras bailabas.

"No hace falta ninguna sustancia,
para aquellos que sabemos escuchar"
-me dijiste esa vez-

Parecía imposible que esa niña de mirada triste,
de corazón roto,
y caminar lento;
sea aquella mujer que vi aquella vez.

No la volví a encontrar,
aunque admito
que ella sigue siendo la razón por la que voy aquel bar
cada viernes
a las diez de la noche
y pido que suene jazz,
por si lo escucha y le da curiosidad entrar.

No sé que tenías esa vez,
no sé si sigues luciendo como aquella noche,
pero mujer,
qué guapa te ves siendo feliz.

lunes, 11 de septiembre de 2017

Best seller


Tengo tantos,
tantísimos poemas escritos para ti,
uno por cada lágrima que provocaste,
de felicidad,
de tristeza,
no importa ya;
son tuyos.

Si tuviera más coraje,
más talento,
más yo no se qué,
te escribiría un libro,
una antología completa.

Se titularía "Consecuencias de vivir muerta de miedo"
y hablaría de todo lo que nos hicimos,
y de lo que no,
de todos los sueños juntos,
de las conversaciones a las tres de la mañana
mientras nos reíamos ebrios,
y actuábamos como si fuéramos a estar juntos una eternidad y media.

Escribiría de cómo yo misma me rompí el corazón,
por no decir "yo también" a tiempo,
de cómo ahora sé cuánto cuesta una jaba de cerveza,
o una buena botella de vino,
que ya sé diferenciar entre cabernet y merlot,
en la soledad de mi habitación.

Sería un best seller,
las personas se enamorarían de ti,
¿cómo no hacerlo?
maldita sea
¿por qué no hacerlo?
¿por qué no lo hice?
¿por qué no te lo dije?

Yo sería la villana,
la cobarde,
la que no se dejó querer,
porque así fue,
pero tú no insististe;
y ya no sé a quién echarle la culpa.

Culpemos a la poesía,
por no hablarme de ti mucho antes,
a Benedetti por convencerme de esperarte
después de haberte marchado hace tanto tiempo,
a Sabines,
a Neruda y hasta Mistral.

A Vicente García,
a Medrano,
a Pablo Alborán,
a todo el mundo,
porque el mío se paró,
desde que no estás.

Entonces,
tal vez éste sea el epílogo,
la carta de despedida,
la segunda parte que no salió tan bien.

No lo sé.

Hagamos un nuevo trato,
tu solo sonríe para mí,
finge un ratito;
y yo,
yo solo quiero escribir
¿dale?

lunes, 4 de septiembre de 2017

Tips para enamorarla.


Escúchala,
escúchala cuando diga que quiere desaparecer,
cuando quiera matar a sus hermanos,
o cuando está harta de la universidad,
tú sólo escucha,
odia que la interrumpan cuando habla.

Pregúntale sobre sus sueños,
cuántos libros planea escribir,
y qué países anhela conocer.

Llámala en las noches,
dile que observe la luna,
ella probablemente ya la habrá visto
cientos de veces,
le gustará que te hayas acordado de ella.

Así es ella.

Ni se te ocurra distraerla mientras lee,
lo detesta,
obsérvala cuando escriba,
memoriza sus expresiones cuando lo hace,
nunca es tan ella,
como cuando coge papel y lápiz
y se va a quién sabe dónde.

Deja que te recite poemas,
los que ella quiera,
jamás le pidas que escriba sobre ti
ella lo hará en su momento,
y tú deberás descifrar qué escrito lleva tu nombre
porque ella nunca te lo dirá.

Así es ella.

Nunca, jamás; la despiertes,
le cuesta un montón conciliar el sueño,
no vas a querer lidiar con su humor
una vez que lo hagas.

Disfruta su "eres un completo idiota"
mientras ríe,
está diciendo que te quiere.

Enamórate de su risa,
ámala tanto como espero la ames a ella,
si lo haces,
nunca en la vida volverás a estar triste.

Limpia sus lágrimas,
conoce sus miedos,
abrázala siempre,
incluso cuando ella te diga que no lo hagas.

Nunca le compres algo costoso,
déjala que invite de vez en cuando,
y no digas nada si ella insiste en pagar su parte.

Cuando se arregle,
dile que está preciosa,
pero que ella no lo necesita,
repítele todas las veces que puedas lo inteligente que es.

Pelea,
no siempre estés de acuerdo con ella,
y cuando se equivoque,
no la llames,
oblígala a admitir su error,
es orgullosa
mucho,
pero debe aprender a pedir disculpas.

Sal,
diviértete,
déjala libre,
ama sus alas,
no intentes cortar su vuelo,
ella regresará a su nido,
pero no lo hará
si tus intenciones es que ella viva en una jaula.

Cómprale antigüedades,
las adora,
hazle obsequios los martes trece,
le encanta desafiar a la mala suerte,
un vino y un libro; siempre es una buena idea.

Así es ella.

Llámala ebrio,
dile que piensas en ella,
aún cuando no puedes ni pensar.

No llegues tarde,
nunca,
ella se vengará,
créeme.

No celebres San Valentín,
ni aniversarios,
ni nada que se le parezca,
al menos que quieras escucharla decir todo un discurso
sobre las mentiras que inventan los negocios para aumentar sus ventas,
yo me lo sé de memoria.

Estar con ella es una celebración de todos los días.

Hazla feliz,
hazla jodidamente feliz,
como yo no supe hacerlo.


martes, 29 de agosto de 2017

Voy a quererte.


Voy a quererte por las que te quisieron y tú no quisiste,
por las que te quisieron bien,
y por las imbéciles que te quisieron mal.

Voy a quererte como el fin de una dieta,
como un sábado en la noche,
como inicio de vacaciones,
como a una cerveza después de tantos meses sobria.

Voy a quererte al estilo de una canción de Bryan Adams,
como un solo de guitarra,
como la primera pieza de arte de un pintor.

Como el amor de jardín,
como el primer desliz de algún adolescente,
como una viejita que a pesar de los años
jura seguir enamorada de la misma persona,
todos y cada uno de los días.

Voy a quererte porque no se me ocurre qué más hacer contigo a lado,
me reviento la cabeza pensando en cómo alguien se ha atrevido a hacerte daño,
y no lo sé,
ojalá que el karma las atrape a las muy hijas de puta.

Voy a quererte,
porque sí,
porque me da la gana,
porque me das las ganas,
porque me ha parecido una completa estupidez,
no haberte querido antes.

domingo, 27 de agosto de 2017

Ojalás


Ojalá algún día tropiece con una sonrisa como la tuya,
ya que la original se encuentra en manos de otra.

Ojalá me cuide,
me cure,
me tenga paciencia,
sepa que lidiar conmigo jamás será sencillo,
pero que una vez rotos los muros,
todo habrá valido la pena.

Ojalá él no tenga la necesidad de vivir en otra risa
que no sea la mía,
ojalá yo para él sí sea suficiente.

Ojalá intercambiemos libros,
sepamos leer miradas,
que por fin alguien me enseñe a estacionar,
a cocinar,
a confiar.

Que el mundo nos quede diminuto
para tanta vida.

Ojalá él sí se quede,
sabiéndome desastre,
huracán y tormenta,
ojalá aprenda a llover conmigo.

Ojalá nos ríamos tanto
que el resto se pregunte:
¿cómo lo hacen?
¿cómo es que son tan felices?
pero que ni él,
ni yo,
tengamos puta idea.

Ojalá alguien me quiera de la manera en que yo solía hacerlo,
ojalá se le haga tan difícil olvidarme,
y ojalá nunca lo consiga,
ojalá siga pensando que soy especial,
así no esté a su lado.

Ojalá me quiera bien,
como yo sigo queriéndote.

lunes, 21 de agosto de 2017

No estás sola.


Te han roto el corazón ¿verdad?
te han lastimado,
lo puedo ver en tus ojos.

"Tranquila, que yo ya estoy acostumbrada a esto"
cariño,
nadie,
debería acostumbrarse al daño.

No quiero que lo hagas.

¿Qué te han hecho?

Dónde ha quedado tu risa a mediodía,
tus bailes de salón
tus zapatos de tacón,
tu vestido negro cada noche de viernes.

Dónde ha quedado tu mirada coqueta,
tu sonrisa indiscreta,
tus saltos de niña terca
cuando jurabas que algún día atraparías la luna.

Que le ha pasado a tu poesía,
ya no te veo escaparte en la noche,
mientras te sentabas en la banca del parque
diciendo que con las estrellas podías escribir mejor.

Dices que sigues siendo la misma,
que creciste,
y que eso era inevitable.

Sé que hay algo más,
lo sé,
pero te niegas a decir su nombre en alto,
aún duele.

Me encantaría poder tomar ese dolor,
y hacerlo un poquito mío,
porque nada me enoja más
que verte ahí sentada,
con los mirada en la nada,
y yo aquí,
cruzado de brazos.

Quisiera gritarte,
hacerte despertar,
y decirte,
que aquello,
no era amor.

Que si duele, que si sangras, que si hace tantísimo daño,
eso ni de cerca,
es amor.

Quisiera vendar esas alas,
y volar contigo,
atrapar esa estrella fugaz,
y desear
que te devuelva esa sonrisa.

Esa que me enamoró un 29 de febrero.

Sé que es difícil,
que ahora los días se te antojan negros,
que no quieres volver a fallar.

Pero vamos cariño,
que no estás sola,
y si eso depende de mí,
jamás lo estarás.



martes, 15 de agosto de 2017

"Guapa"


No soy guapa,
lo sé,
no,
no vean esta afirmación
como falta de autoestima,
o como el típico:
"está esperando que alguien la elogie".

No,
no soy guapa,
porque no me interesa serlo.

Según sus estándares de belleza,
ustedes definen a alguien como
"atractivo"
por como luce,
dependa o no
de herramientas adicionales:
maquillaje, un buen vestuario,
fotos editadas,
y ya,
eres guapa/o.

A mi no me apetece ser "guapa".

Me han definido varias veces
como "fea"
pensando que eso puede ser una ofensa para mí,
já,
ilusos.

Mi belleza,
la de verdad,
no se opaca,
no se obstruye,
porque no se observa,
se siente,
y qué bonito aquello.

A mí díganme inteligente,
fuerte,
amable,
valerosa,
a mí díganme que valgo la pena.


domingo, 13 de agosto de 2017

Quiero decirte.


Quiero decirte que tu sonrisa me encanta,
que adoro esa forma tuya de mirarme cuando intentas hacerme reír,
que me gustan tus manos y la forma en la que aprietas cuando agarras las mías.

Quiero decirte que adoro la manera en que frunces el ceño,
que me gusta tu forma de peinarte,
y que miento cada vez que digo
que detesto escucharte cantar.

Quiero contarte que hasta mi almohada
se ha grabado tu nombre,
que llevo tu apellido en mis cuadernos,
y que parezco una niña de quinceaños,
cuando dices que me quieres.

Quiero decirte que mi piel cobra vida propia,
cuando eres tú quien la roza;
porque algo mío se desprende,
para volverse tuyo.

Y creo que eso,
también,
significa libertad.



lunes, 7 de agosto de 2017

Real.


No me enseñes a volar,
ni a soñar;
que eso lo sé de sobra.

Devuélveme a tierra firme,
demuéstrame que el mundo real,
no está tan en la mierda
como suelo pensar.

Que un equipo de dos
es más que suficiente para cualquier travesía.

Enséñame que la soledad
sigue siendo bellísima,
y más si la comparto contigo.

Demuéstrame que los libros,
las canciones,
y que hasta la mismísima poesía,
podría quedarse corta,
con todo lo que tú tienes para enseñarme.

No me bajes el cielo,
ni estrellas;
que de eso me puedo encargar yo.

No te disfraces de un príncipe azul,
porque de esos,
ya tengo dos.

Muéstrate humano,
imperfecto
y muy real.

Porque yo no pido un cuento de hadas,
de esos ya he vivido muchos.

Que la realidad es mucho más bonita,
si abro la puerta,
y me encuentro con tu sonrisa.


martes, 1 de agosto de 2017

No quiere irse.


Un día se levanta y piensa:
no puedo seguir así,
ya no.

Pasa y entiende muchas cosas,
con lágrimas en los ojos,
y la convicción por delante
se dice:
esto no merezco,
y se va,
sin la idea de volver.

A mitad de camino se da cuenta
que no quiere irse,
pero no voltea a mirar,
sabe que no lo encontrará detrás de ella.

No seas idiota,
ella aún está dispuesta a darte una oportunidad,
una que no mereces.

No dejes que cruce esa esquina,
porque si lo hace,
te aseguro que no volverá,
y te arrepentirás.

Ella encontrará a alguien más
y no será difícil,
lo sabes.

Se enamorará de su risa,
hará de todo porque esta nunca se apague,
la escuchará horas hablar de poesía,
le comprará Cd´s,
la invitará a cenar,
la sorprenderá con cerveza todos los viernes,
hará lo que ella esperaba que tú hicieras.

Qué imbécil eres.

Te arrepentirás,
pero será demasiado tarde.

No seas idiota,
ella no quiere irse,
pero tú la estas empujando a que lo haga.

jueves, 27 de julio de 2017

Tiempo


No me digas que 24 horas no son suficientes,
que el trabajo,
que el tráfico,
no hay tiempo,
nunca hay tiempo.

Mentiras, vil mentiras.

No culpes al tiempo,
cuando lo que a ti te faltan
son los suficientes cojones
para admitir que simplemente:
no te interesa.

Porque así es.

Es un tanto gracioso
que aún piensen 
que es fácil engañarme.

Cariño,
ser buena persona,
no te hace ni de cerca
alguien estúpida,
o al menos a mi no.

Piensas que me he tragado tus historias absurdas
¿verdad?

Já.

Nunca falta tiempo,
faltan ganas,
valor,
cariño,
y ganas de empezar de nuevo,
a mí
no me digas que 1440 minutos no son suficientes,
cuando llevo más de cien mil echándote de menos.

domingo, 23 de julio de 2017

No es un poema de amor.


Estoy harta,
enferma,
del "creo que mereces algo mejor"
"no es el momento",
"te quiero, pero...."

Pero, pero, pero....

¡Qué palabra tan puta aquella!

Soy jodida,
lo sé,
nunca lo he escondido
y no pienso hacerlo ahora.

El romanticismo fuera de las letras,
se me da fatal.

Soy de pocos besos,
malos abrazos,
y de demostraciones públicas
nulas.

La mayoría de las veces,
suelo querer tanto,
que no quiero bien,
porque todo lo que siento se queda atorado
en mi garganta,
me tiemblan las manos,
y el miedo,
vuelve a visitarme.

A veces pienso que espero mucho,
en una época en donde nadie da nada,
donde el amor se ha resumido a unas cuantas fotos
en redes sociales,
un "te amo" dicho a destiempo,
y sexo en lugares públicos.

Podría escribir, relatar, y gritar
mi idea de amor,
pero eso nos llevaría tiempo,
y de eso no se trata.

En fin,
no necesito alguien que me saque en cara
lo complicada que suelo ser,
eso yo,
lo tengo muy claro.

Yo lo que necesito,
no,
lo que merezco
es alguien que me mire y solo pueda pensar:
"esta sí que está loca,
pero qué haré yo sin su poesía,
su sonrisa a medio día,
su voz emocionada cantando Alborán,
sus canciones tan extrañas
que apuesto nadie escucha
¿qué carajos voy hacer sin ella?"

Que se quede,
que no sepa la razón,
pero que no pueda ni considerar
la idea
de no estar.

Tengo la ilusión,
de no estar esperando en vano.

lunes, 17 de julio de 2017

Si pudiera


Un abrazo, por favor;
prometo que será el último,
te advierto,
que este podría alterar todo tu sistema nervioso,
detener tu corazón,
temblar hasta mi alma.

Tal vez termine riendo,
porque yo en las despedidas soy muy torpe,
y creo que será la única manera de demostrarte,
que en mi interior,
estoy rogando porque no sea el último.

Pero lo será.

Y ni tú,
ni yo,
haremos nada porque eso cambie.

Porque así somos.

No quiero reprocharte,
ni reprocharme nada,
porque es mentira eso de que
"nunca es demasiado tarde"
porque hoy lo es,
y ambos lo sabemos.

Pero está bien.

Si pudiera,
trataría de encontrarte antes
vida mía,
menos rotos,
menos tú,
y tal vez
hasta menos yo.

Si pudiera,
cambiaría todas las palabras del diccionario,
para que a la final,
cada una de ellas
sean un sinónimo de "quédate".

Si pudiera,
no dejaría que la luna se escondiera ninguna de las noches,
y que todas las estrellas del mundo,
siempre iluminen tu camino de regreso a casa.

Si pudiera....

¡Ay cariño!
si pudiera,
iría hasta el mismísimo infierno,
y regresaría por las mismas,
solo si eso significara volverte a verte reír.

Pero no puedo,
no puedo,
yo solo podía quererte,
y creo que ya ni eso.

Lo siento.

jueves, 13 de julio de 2017

Maldita


Y si,
vas a encontrar a alguien más guapa que yo,
de esas hay en cada esquina,
más inteligentes,
más divertidas,
más yo no sé qué,
cualquier cosa que te interese.

Y ella
te hará reír,
y la vas a presumir con tus amigos,
y sostendrás su mano,
cada que tengas la oportunidad.

Llegará la noche y te toparás con mi recuerdo.

Y me escucharás cantando,
y te acordarás de mis preguntas extrañas,
a las cuales nunca tuviste respuesta.

Empezarás a beber café porque es lo más cercano
que tienes a mi olor.

E irás al mismo bar de siempre,
pedirás una copa de merlot,
con la idea de verme con mi vestido negro,
ese,
que tanto te gusta.

Un tanto ebrio,
la llamarás diciendo que la quieres,
que no sabes vivir sin ella,
lo harás pensando en mí.

Te darás cuenta muy tarde,
que de una mujer como yo,
jamás,
lee bien,
jamás,
se regresa intacto.

sábado, 8 de julio de 2017

Tiempo incorrecto


Jamás bailamos al mismo son
nunca pudimos seguirnos el ritmo,
cuando yo avanzaba un paso,
tú retrocedías dos.

Cuando por fin estabas listo para darlo todo,
a mí se me antojaba huir,
cuando yo estaba dispuesta agarrar tu mano,
tú te refugiabas en brazos de otra.

Y así,
nunca coincidimos.

En varias ocasiones llegué a pensar,
que eras tú,
que no podía ser otra sonrisa,
otro rostro,
otros abrazos,
que eras tú.

Y te quería,
y me querías,
y nos queríamos tanto,
pero siempre en el momento incorrecto.

Ayer hablaban de ti,
y no pude evitar sonreír,
vaya;
te quería,
no de la manera correcta,
pero lo hacía.

No podemos culpar a nadie
que no sea nosotros,
nada tiene que ver el tiempo,
la estación,
o el lugar.

El cariño,
no siempre es suficiente,
y por fin lo he entendido.

No eras tú,
ni era yo,
ni eramos,
ni seremos,
nosotros.

Algún día tropezaremos
en esa calle
donde quedaba el bar
al que fuimos por primera vez,
le cambiaron el nombre,
ya no luce como antes,
ni tampoco nosotros.

Y está bien,
el tiempo ha pasado,
y eso nunca es en vano.

Nos reconoceremos al pasar,
y me darás esa sonrisa que solías poner
cuando algo te incomodaba,
y yo diré una estupidez
como es de costumbre.

Y nos tomaremos una cerveza,
y recordaremos tiempos pasados
que se nos antojará de otra vida.

Tal vez estés con alguien,
o tal vez yo lo esté,
no lo sé.

Nos daremos cuenta
que nos quisimos,
que nos queremos,
y que tal vez lo haremos siempre,
pero que ni eso,
a veces,
basta.



domingo, 2 de julio de 2017

Las cosas en su lugar




Mis personas favoritas
siempre han sido las rotas.

Ya saben,
de esas que no han tenido todo en bandeja de plata,
aquellas que la vida las ha tratado tan mal,
que ni siquiera yo,
entiende cómo es que han conseguido levantarse.

Pero lo hacen.

Siempre he tenido esa idea absurda,
de querer arreglar a alguien,
coserlo,
curarlo,
hacer que vuelva andar.

No sé por qué estoy empecinada en la idea,
de que algún día,
de una forma loca,
pueda dar a alguien todo ese amor que tengo guardado,
porque a mí eso,
me lo han dado hasta de sobra.

Con el tiempo he comprendido,
que no siempre es tan fácil,
llenar la pieza del rompecabezas faltante,
encontrar la media perdida,
hacerle creer que he sido yo,
lo que lleva esperando toda su vida.

Por fin he entendido,
que no he sido yo la culpable de tanto daño,
y no tengo que ser yo,
la responsable de curar a alguien,
que no le apetece
que yo lo haga.

Y no sé,
es domingo,
y sigo en pijama,
me he mirado al espejo,
y juro que me vi preciosa,
y eso suele ser tan difícil.

Creo que ahora estoy más completa,
he aprendido a quererme,
lo cual ha sido un verdadero triunfo para mi,
considerando lo exigente que suelo ser conmigo misma.

Y las cosas están empezando a caer en su lugar,
todo parece estar bien,
la luz ha entrado a escondidas,
y todo parece volver a brillar.

Ya no quiero complicarme con alguien,
que no quiere arreglarse conmigo,
ya no.

martes, 27 de junio de 2017

Desde que estás.


Me han dicho que se me ve más feliz,
estos últimos días,
cuando me preguntan la causa,
respondo un: "no sé"
e inmediatamente pienso en su sonrisa.

El pasado ya no me atormenta en las noches,
la oscuridad no me asusta,
y las borracheras no son excusas para limpiar el ayer.

Es como haber perdido cientos de partidas anteriores,
y con el corazón desecho,
sin un dólar en el bolsillo,
aparece ese "As" que tanto me hacía falta,
así,
desde que estás.

Y me llevo la victoria a casa,
y no paro ni un día de admirarla,
porque es imposible que ahora,
todo esté saliendo bien,
desde que estás.

Tienes la sutil habilidad
de convertir en vida todo lo que tocas,
de que hasta los seres inanimados se pongan a bailar
con tu canción favorita.

Porque créanme que nadie se puede negar,
a algo que él pida.

Y cuando tenga un poco más de talento,
más paciencia,
y menos egoísmo;
prometo hacerle un libro.

Que todos conozcan que la magia es real,
y que yo,
la tengo conmigo.

jueves, 22 de junio de 2017

Primavera.


Las flores empiezan a brotar,
ya no hace frío,
el sol brilla en mi ventana,
los árboles parecen danzar para mí.

Sostienes mis manos y les das calor,
no puedo dejar de pensar
que eso sí es cariño,
y del bueno.

Y te conviertes en mi estación favorita del año,
en todo lo que me hace reír,
te transformas en café mañanero,
en películas los domingos.

Y ya no quiero leer,
ni escribir,
ni cantar,
porque admirarte
se ha convertido
en mi arte favorito.

El reloj ha marcado 11:11
¿mi deseo?
que te quedes.

lunes, 19 de junio de 2017

Lunes.


Ha sido un día de mierda.

Me he retirado el brasier al llegar,
y no ha habido café en la alacena.

Ha sido un día de mierda.

La universidad va mal,
el tráfico es fatal,
la ciudad hace mucho ruido.
el amor ha encontrado un lugar más acogedor,
y no ha dudado en salir.

Y respiro,
y respiro mil veces;
porque me niego a llorar.

Me miro al espejo,
hago una mueca,
que parece una sonrisa,
me río de verdad.

Porque ha sido un día de mierda.

Pero me niego a tirar la toalla,
porque nunca he sido de dar mi brazo a torcer,
no pienso empezar ahora.

viernes, 16 de junio de 2017

Mi pequeño príncipe azul.


Mi pequeño príncipe azul
no viste de marca,
tampoco tiene zapatos caros,
y no vive en un castillo.

Mi pequeño príncipe azul,
siempre escolta a dos princesas,
que no creen serlo,
pero él siempre les recuerda
que lo son,
no por lo que lucen,
sino por la bondad de su corazón.

Mi pequeño príncipe azul
escucha rock para dormir,
acepta que lo obligue a leer,
y le emociona que le enseñe nuevos audiopoemas
cada día.

Mi pequeño príncipe azul se enferma con las injusticias,
adora a los niños,
y no se sabe peinar.

Mi pequeño príncipe azul
bebe whisky y vino,
ama la música,
y sabe cálculo integral.

Él forma parte de la realeza
sin necesidad de vivir en un palacio.

Mi pequeño príncipe azul
haría cualquier cosa por mí,
y yo daría la vida por él.


lunes, 12 de junio de 2017

Paz.


Mi vida es tranquila,
y yo no necesito más que eso,
no quiero emociones fuertes,
pasiones desenfrenadas,
hoy sí,
mañana no.

Tal vez tenga alma de vieja,
o simplemente
el sentir adrenalina
no es algo que yo quiera
cuando de sentimientos se trata.

Que se terminen las guerras,
que tú seas mi bandera blanca,
mi himno de esperanza,
mi nación en estado neutral.

Quiero que seas mi:
"el mundo se podrá caer,
pero al llegar el amanecer,
él seguirá queriéndome."

Así,
con esa convicción
de saber que estarás
aún,
cuando yo no sepa estar.


miércoles, 7 de junio de 2017

No nos supimos ver.


Nuestros caminos estaban destinados hace mucho tiempo ya,
y pasamos de largo.

No nos detuvimos a mirarnos a los ojos,
de ser así,
yo estuviera contando otra historia.

Sabíamos nuestros nombres a la perfección,
y caminábamos a lado del otro
sin ser conscientes,
que nuestro acierto,
estaba a centímetros nuestro.

Y nos equivocamos tantísimas veces,
y nos rompimos el corazón,
y ahora,
con tantos años encima,
con errores que nos siguen cobrando factura,
nos decidimos por fin,
mirarnos a los ojos.

Para darnos cuenta
que nunca es demasiado tarde,
cuando se trata de nosotros.

lunes, 5 de junio de 2017

Arte.


Mis piezas de arte favorita
nunca suelen ser famosas,
o algo muy elaborado,
o de esas que encuentras en museos,
y valen ni se cuántos millones de dólares.

Mi arte favorito
siempre suele ser
aquel que nace de la nada.

Esa canción de cuna que mamá tarareaba
para que pudiera dormir,
ese mensaje a las tres de la mañana
de alguien ebrio 
que suena al poema más sincero
escrito en la faz de la tierra,
ese dibujo pintado por un niño de tres años
que a duras penas sabe lo que el amor significa,
pero te lo ofrece con una sonrisa y un:
"mi maestra me pidió que dibujara algo que me guste,
y pensé en ti."

Para mí,
el arte se puede resumir a una cosa:
a su sonrisa.

A sus ojos brillando cuando pronuncia
un "te quiero",
a sus pies danzando alguna pieza de baile
que hasta la vez,
he logrado entender.

Y convertiría a su espalda en el lienzo más grande del mundo,
uniría sus lunares para ver como forman
la constelación más hermosa que nadie haya visto jamás.

Y le sacaría un millón de fotografías,
sin necesidad de tener una cámara cerca,
porque hay recuerdos que se guardan en el álbum más seguro de la vida,
en el corazón,
y yo a él le tengo un cuarto entero 
lleno de fotos
haciendo cualquier cosa.

Porque créanme que es muy cierto
cuando le digo 
que hasta verlo despertar a lado mío
es una puta pieza de arte.

miércoles, 31 de mayo de 2017

Maga


Señorita de copas,
te dije una vez;
irónicamente
solo te he visto con trago en mano.

Es para los nervios,
me dijiste;
entonces tu vida debe estar patas arriba,
al parecer.

No te gusta llamar la atención,
me confesaste un día,
qué extraño,
el piso tiembla
cuando eres tú
la que entra a cualquier lugar.

No sabes coquetear,
pero no lo necesitas,
el guiñar un ojo,
la sonrisa pícara,
el decir que "sí" a todo,
es para aquellas chicas
que no tienen la mitad de la magia,
que desprendes con solo decir
"esta vez no me apetece"
cuando un patán
con aires de galán
piensa que puede hacer contigo,
lo que se le antoje.

Y sueñas,
sueñas un montón;
estás segura que puedes encontrar el amor,
el verdadero,
ese del que todos hablan,
solo si te esfuerzas más,
un poco más.

Quédate quieta morena,
deja de saltar,
de gritar,
y de querer llamar la atención
de quien no te ha mirado a ver,
no la merece,
tú no necesitas eso.

No te das cuenta
que cuando tu cabellera negra danza,
todos se sientas a admirarla,
que hasta las más guapas
se preguntan cómo es que consigues
ese rojo en tus labios.

Que tus lágrimas son más saladas,
porque por ahí cuentan
que se esconde la magia de verdad,
y es por eso que lloras demasiado,
me gustaría que no fuera así.

Y eres muy torpe,
y a veces no entiendo
la humanidad que escondes debajo de ese escote.

Pero te niegas a mostrarla,
estás harta de tanto daño,
y no te culpo.

¿Quieres que te cuente un secreto?
las personas no están listas para tanto hechizo,
lo siento,
pero es así,
guarda esos pasos de baile,
esas canciones de Morat con las que solías viajar
a mundos,
que ni yo,
he podido descubrir.

Deja de mostrar tu magia,
a quien no se lo merece,
la van acabar robando,
porque hasta yo,
me he visto tentada.

Cuídate morena,
que nadie sepa,
que debajo de esa sonrisa,
se esconde
la verdadera receta de la felicidad.

domingo, 28 de mayo de 2017

Habilidades


Hay cosas que me salen bien,
llorar,
por ejemplo,
soy la persona más sensible
de todo el mundo.

Siempre lloro,
aún cuando no debería,
por quien no debería hacerlo.

Se me da bien leer,
hace dos años,
con el corazón completamente roto,
no hacía nada más que leer,
por ahí dicen,
que tu mente viaja por otros mundos,
y yo lo que necesitaba en ese momento era desaparecer.

Se me da bien corear
todas las canciones de Alborán,
cuando manejo,
cuando me ducho,
cuando intento hacer deberes,
cuando me rompo,
cuando me reconstruyo,
siempre.

Se me da bien hablar,
siempre lo hago,
tengo una opinión con respecto a todo,
normalmente siempre es equivocada,
pero igual,
no dejo de hacerlo.

Se me da bien tropezarme mil veces,
literal y metafóricamente hablando,
porque siempre he sido muy torpe,
y con mis sentimientos es otra historia también,
elijo las peores piedras
para poner el pie,
y el corazón;
pensando que solo yo,
puedo salir ilesa,
me equivoco,
siempre.

Algunos dicen que se me da bien escribir,
y eso creo;
últimamente lo hago mucho,
¿por qué?
ni idea,
creo que es porque no sé coser,
y algo tuve que inventarme para repararme.

Esto nunca se me ha dado bien,
pero por ahí me dijeron que al parecer he aprendido,
que tú me enseñaste.

Creo que cuando me pregunten por mis habilidades
en mi currículum vitae,
pondré eso de quererte,
pero no a todo,
ni a todos,
a ti;
porque me sale bien,
porque con respecto a ti,
todo me sienta bien.

Me he convertido en todo lo que alguna vez juré nunca ser,
a todas aquellas que alguna vez dije ridícula,
lo siento,
ahora entiendo,
mi mejor amiga tenía razón cuando dijo: "ya te llegará Alejandra"
creo que pensaba en ti,
cuando me lo decía.

Quererte es de esas cosas que hago sin darme cuenta,
no es que lo haya planeado,
o que rondes por mi cabeza todo el tiempo,
porque no hace falta,
solo pasa,
y tú me pasas.

Como lo más natural del mundo,
como despertarme y preparar café,
como escuchar "she will be loved" antes de salir de casa,
como todo aquello que me hace tan feliz,
sin necesidad de esfuerzo siquiera.

jueves, 25 de mayo de 2017

Cobarde.


Amante al amor ajeno,
me dijiste una vez.

Que sí,
que me emociono mucho con los libros,
que no puedo vivir sin películas románticas,
y que soy una loca enamorada del amor.

Cuando no se trata de mí.

Aún no entiendo cómo logro hablar tan bien del amor,
si mis historias han sido más cortas,
que las fábulas que solía contarme mamá de niña,
y ya,
un par besos,
varias cervezas encima,
y al otro día finjamos que aquí,
no ha pasado nada.

No es que nunca he querido,
no,
lo he hecho,
pero en reacciones soy muy lenta,
y siempre tiendo a huir,
¿por qué?
no me lo preguntes
que ni yo lo entiendo.

Darme cuenta que he tomado la decisión incorrecta
cuando he salido corriendo
a tomar el primer autobús que me aleje de él,
regresar,
y darme cuenta que él también se ha marchado.

No lo culpo.

Ahora no.

Es decir ¿cómo luchar por mi?
si siempre soy yo la que apuesta
a que me van a perder.

En una de las tantas borracheras,
como el mejor ejemplo de mujer despechada,
me dediqué a quejarme de mi vida amorosa,
sin ningún intento de ser sutil,
Gabriela gritó que todo eso,
había sido mi culpa.

Cobarde
-me dijo esa vez-
porque te gusta lo sencillo,
porque estás esperando que alguien luche
y forme parte de tu hermosa
historia de ensueños,
pero tú no te atreves a ni siquiera
abrirle la puerta.

"Criticas al amor a distancia
porque tú nunca te atreverías a tener uno,
a los chicos con mala fama,
ni los regresas a ver,
porque estás segura que no cumplirán con tus expectativas,
a todo aquel que tenga un pasado difícil de cargar,
lo descartas de inmediato."

"Y te autodenominas romántica empedernida,
y suspiras,
y lloras,
y te enamoras cientos de veces;
pero cuando se trata de dar la cara por alguien,
agachas la mirada,
y te escondes en los mismos libros de siempre,
porque así eres"

Y aunque me sentí ofendida,
era cierto,
todo aquello,
era muy cierto.

Me preocupa pensar
que el escudo de autodefensa
que yo misma he construido
no se derrumbe jamás,
que pierda tantas tantísimas oportunidades
por este absurdo miedo
a que me lastimen.

No lo sé.

Una vez me dijeron que la persona indicada,
te va a perseguir hasta en la China si es necesario;
pienso
que la persona correcta
me va a quitar todas las ganas de correr,
porque en sus brazos encontraré lo que no podré tener
en ningún lugar del mundo.

Tal vez,
quizás,
Gabriela sí tenga razón,
que esta vez,
me toca a mí
sacarte a bailar.

martes, 23 de mayo de 2017

Es mi turno.


Esta vez me toca a mi.

Creo que es hora de equivocarme,
pero estrellarme de verdad,
contra un muro si es necesario.

Durante mucho tiempo,
tuve tanto miedo,
cerré las puertas tantas veces,
que como recuerdos
me quedaron,
mis típicos:
"que hubiera pasado si..."

Las dudas me asaltan
en los momentos menos esperados,
la soledad
a veces me atormenta
solo para recordarme
que hay veces
que el marcador estuvo a mi favor,
pero no aposté.
así que perdí.

No sé por qué tengo tanto miedo,
a mi,
nunca antes me han herido,
no es que tenga cicatrices sin sanar,
o que haya crecido en una familia disfuncional
y por eso se me de tan bien
eso de desconfiar.

No,
yo siempre lo tuve todo,
y tal vez ese sea el problema.

Me han querido,
me han querido bien;
tengo mi recámara llena de regalos,
una lista de reproducción
en donde Adele encabeza la lista,
con todas esas canciones que alguna vez me dedicaron.

No me arrepiento de nada,
cada persona que llegó a mi vida,
me dejó algo,
y también se llevó una parte,
y eso no es que esté mal.

Pero he crecido,
o tal vez mi corazón
ya se está cansando de tanto desperdicio,
ya no quiere volver a fallar.

Ya no busco quien me quiera,
sino alguien a quien valga la pena querer,
alguien que me haga buscarlo con la mirada,
que me deje en la nada,
cada que se vaya.

Ya no quiero tocar el corazón de nadie,
sino alguien que por fin despierte el mío.

Quiero alguien a quien escribirle,
a quien imprimirle cada una de mis letras,
alguien que se sienta afortunado
por el hecho de que yo lo quiera,
porque no encontrará en el mundo
alguien que lo haga a mi manera.